SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Los que estuvimos presentes en aquella histórica concentración del 14 de junio de 1962, frente al Altar de la Patria y escuchamos a el líder de la Agrupación Política 14 de junio, Manuel Aurelio Tavarez Justo (Manolo), pronunciar las lapidarias palabras: …óiganlo bien, señores de la reacción, si imposibilitan la lucha pacífica del pueblo, el 14 de Junio sabe muy bien donde están las escarpadas montañas de Quisqueya, y a ellas, iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los héroes del 5, y en ellas mantendremos encendida la antorcha de la libertad, de la justicia, el espíritu de la revolución, porque no nos quedará entonces otra alternativa que la de libertad o muerte", reafirmamos que el partido se estaba preparando para guerra .

El mensaje estaba claro, Manolo reconfirmaba a la militancia del partido que de materializarse la asonada golpista el partido estaba presto a tomar las armas. Proceso que se inició con la creación de la infraestructura cuyos propósitos estaban encaminados a la formación política y militar de los que pertenecíamos a esa estructura soterrada en la que estaban los mejores cuadros de la organización.

El primer aviso de esa estrategia fue la decisión de no participar en las elecciones de diciembre de 1963 al calificarla de matadero electoral con la interrogante ¿Elecciones para qué? Es obvio que si el partido rechazaba los comicios era evidente su vocación guerrillera. Muchas de estas posiciones o líneas políticas eran sostenidas por Polo Rodríguez, Fidelio Despradel, Luis Genao  Espaillat (Traidor) y otros dirigentes que durante su exilio se habían entrenado militarmente en China y Cuba quedando estos últimos influenciados por el triunfo de la revolución cubana.

Se ha dicho que estos dirigentes fueron los que convencieron a Manolo de que la insurrección era el camino. Y así ocurrió el 28 de noviembre de 1963, a casi tres meses del golpe de Estado que derrocó al profesor Juan Bosch,  ilegalizando los partidos de izquierda a la vez iniciando un proceso ilegítimo encabezado por un Triunvirato que no ocultó su vocación gansteril y pro yanqui.

Previo a la insurrección, algunos altos dirigentes que no estaban de acuerdo con la insurrección y mucho menos que Manolo fuera de los primeros en subir a las montañas trataron en vano de persuadir a Manolo de que la insurrección no era el camino. Uno de esos dirigentes era Benjamín Ramos, un entrañable compañero de Manolo que tuvo la visión de vaticinarle   el fracaso y las consecuencias funesta de esa decisión.

Cuentan que Manolo lo escuchó serenamente y su respuesta fue que el había hecho un compromiso ante el pueblo, frente al Altar de la Patria, en aquel histórico mitin de tomar las escarpadas montañas de Quisqueya si se pretendía desconocer la Constitución de la República y la voluntad expresada en las urnas y que por tanto no podía fallar a ese compromiso.  Hoy, ese tipo de político ha desaparecido, el engaño, el transfuguismo y la demagogia es lo que impera. Otros amigos, trataron de persuadirlo para que no se inmolará, pero, en Manolo no solo existía el compromiso frente al pueblo sino la presión que recibía de unos cuantos guerreristas que llegaron al extremo, según trascendió de acusarlo de traidor si desistía de la insurrección.

Mayobanex Vargas
Mayobanex Vargas

En esos momentos de seguro angustiantes que vivió el líder verde y negro visitó al héroe de la Expedición Armada del 14 de junio de 1959, Mayobanex Vargas para solicitarle que lo acompañara en la insurrección guerrillera a lo que éste, muy apenado le dijo que no lo haría porque entendía que no estaban dadas las condiciones subjetivas para que esa iniciativa armada triunfara. Esta misma opinión le fue expresada por el comandante Fidel Castro, en carta a manolo traída por el doctor José A. Constanzo en la que el líder cubano le aconsejaba a Manolo no subir a las montañas durante la primera etapa de la guerrilla. Otra opinión sobre la insurrección fue externada por el dirigente Pipe Faxa quien, en un análisis de la situación del país, tras el golpe de Estado, plantea algunas hipótesis, pero en lo fundamental concluye en la validez de la insurrección.

Muy a pesar de todos esos consejos, Manolo  proclamó la insurrección, en un texto escrito a mimeógrafo que circuló por algunos medios de comunicación  lo que provocó un allanamientos de la Policía en  el edificio López de Haro, en la calle El Conde, con el objetivo de localizar la proclama antes de que circulara  y en la que Manolo   anunciaba la insurrección guerrillera por el retorno a la constitución violada mediante el golpe militar y llamaba a la población a sumarse a ella terminando con la consigna: !Libertad o Muerte!

La insurrección estaba integrada por 6 frentes guerrilleros  que operaban en  diversos lugares del territorio nacional, ellos eran: "Comandante Enrique Jiménez Moya" que operaba en Manaclas bajo el mando supremo de Manolo, Capitán Juan de Dios Ventura y Simó , en la Horma de San José de Ocoa; Mauricio Báez en el Este; La berrenda, Miches; Hermanas Mirabal en Loma la Colorada  en San Francisco de Macorís; General Luperón en el Limón  y La Escalera en Puerto Plata; Francisco del Rosario Sánchez en los Lindos de Enriquillo en la Sierra de Bahoruco.  La expedición guerrillera contaba además con un Frente Urbano de la Guerrilla, dirigido por los doctores Roberto Duvergé y Juan B. Mejía y que se apoyaba en los cuadros de los comités de barrios y del Movimiento Estudiantil en los dirigentes juveniles, Amaury Germán Aristy, Virgilio Perdomo, chino Bujosa, Amín Abel, Alexis Licairat …y dependía en jerarquía del Frente de Resistencia Urbana integrado por un Comando que integraba el doctor Benjamín Ramos y Mario Fernández Muñoz. Estas estructuras a pesar de estar bien equipada con explosivos y armas de fuego de diversos calibres no fue operativa en la perspectiva que se esperaba, aunque hay que reconocer a pocos días de la insurrección fueron disueltos y dispersos por la contrainsurgencia varios de los frentes cayendo muchos de sus integrantes presos y otros que resultaron heridos y muertos en los pocos enfrentamientos que se produjeron con las Fuerza Armadas.

Muchos de los líderes estudiantiles citados y otros manifestaron su disgusto al no ser escogido entre los integrantes de los frentes guerrilleros que operarían en las montañas. Ya que el deseo era combatir junto a Manolo o morir con manolo. Entre los guerrilleros solo estaba presente una mujer, la doctora Piky Lora que pertenecía al Frente que comandaba Polo Rodríguez.

Recuerdo que entre las tareas que realice como miembro del Frente Interno fue la de distribuir en las noches los volantes o partes de guerra que eran impresos a mimeógrafos en la capital y redactados por Juan B. Mejía, algunos de estos volantes anunciaban los enfrentamientos, los heridos prisioneros y fallecidos de ambas partes, así como la suma de algunos campesinos a los frentes. Algunos de estos volantes eran redactados no de fuentes muy creíbles ya que desde un principio se produjo una incomunicación entre el Comando central de la guerrilla y el Frente Interno. Como líderes estudiantiles de la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER), realizamos algunas manifestaciones o marchas en apoyo a las guerrillas, otras acciones las realizaron compañeros de las organizaciones barriales pero que no lograron los efectos deseados.

La ansiedad de la marcha de la guerrilla nos azotaba a todos los que teníamos que se produjera lo que finalmente sucedió, el cerco militar al Comando Enrique Jiménez Moya donde estaba Manolo y 15 compañeros que integraban la unidad guerrillera. Al conocerse la noticia del cerco de Las Manaclas se hicieron gestiones con uno de los triunviros que era familiar de Manolo, Tavarez Espaillat para que interviniera por una salida pacífica atendiendo a una decisión de Manolo y sus compañeros de deponer las armas en garantía de que se les respetaran sus vidas. El presidente del Triunvirato, doctor Emilio de los santos favorecía una salida negociada y supuestamente, finalmente cuando Manolo se disponía a entregar las armas fue vilmente fusilado en compañía de 15 de sus compañeros.

Confieso que la noticia más estremecedora que he recibido en mi vida fue la que daba cuenta de la caída de Manolo y sus compañeros, fusilados por órdenes del imperialismo yanqui y sus cómplices criollos. Al enterarse Emilio de los Santo del asesinato de Manolo y sus compañeros, desobedeciendo sus instrucciones de que les respetaran sus vidas presentó renuncia como presidente del Triunvirato por Donald Reid Cabral, un personero servil a los intereses de los EEUU. Entre los soldados y oficiales que dispararon sus fusiles contra los mártires de La Manaclas se señala al entonces capitán Ramiro Matos entre otros.

Ramiro Matos González.

Con la matanza de Las Manaclas, el 14 de Junio no sólo perdió a su líder sino a una pléyade de revolucionarios con un alto sentimiento patriótico quienes aportaron sus vidas por la democracia y la Constitución de 1963. Este horrendo crimen produjo un gran debilitamiento de la organización verde y negra que vino a recuperarse en las trincheras de abril de 1965 y en la resistencia contra el yanqui invasor en 28 de abril de 1965.  La muerte de Manolo, calificado como uno de los líderes más extraordinarios del país el pueblo dominicano perdió a un ciudadano de alta sensibilidad social, honradez y valentía demostrada no sólo en Las manaclas sino en las ergástulas de la tiranía trujillista. Por esas virtudes Manolo Tavarez Justo fue distinguido por el Congreso Nacional como Héroe de la Patria, sus restos inmortales se encuentran en el Mausoleo de la Casa Museo Hermanas Mirabal considerado como una extensión del Panteón Nacional.

Entre los guerrilleros fallecidos en La Manacla y otros frentes  se encuentran: Pedro Emerson Mota Galarza,Alfonso Marte Aguayo ,Federico Cabrera, Tony Barreiro, Pipe Faxa, Polo Rodríguez, Joseito Padua Faler, Rubén Díaz Moreno, Manuel de los Santos Reyes, Félix Gerónimo Escaño, José Rafael Minaya Fernández, Domingo Sánchez (El Guajiro), Juan maría Candelario Mercedes, Enrique Almánzar Frometa, Leonte  Schotr  Michel, Fernando Arturo Ramírez Torres, Manuel de Jesús Fondeur, Alfredo Peralta Michel, Luis Ibarra Ríos, Gustavo Adolfo González, Juan Ramón Martínez, Francisco del Carmen Bueno Zapata, José Daniel Fernández, Julio Adolfo Peña Sánchez, Caonabo Abel, José Ricardo Socia. Antonio Filión.

Durante estos 57 años del martirologio de Manolo y sus compañeros, La Fundación Manolo Tavarez Justo a mantenido vigente su legado de patriotismo y nobles ideales al tiempo de reclamar justicia ante este genocidio.