La más reciente novela de Manuel Brugal Kundhart versa sobre un tema de actualidad. La publicación ahora es el fruto de una coincidencia fortuita, pues la novela fue escrita antes de que comenzaran los procesos actuales contra la corrupción en el escenario dominicano. La novela es un retrato fiel de las maquinaciones de los políticos para escalar posiciones sociales y económicas. No solo se centra la trama en la sociedad dominicana, sino que se adentra en los entresijos del abuso de poder.
La novela Peldaños se interna en los manejos de la cosa pública durante los oscuros años del régimen del cesarismo ilustrado de los años setenta del siglo XX. Ningún detalle escapa a la agudeza del autor de la obra.
Para no tener que emprender una obra de nunca acabar, Brugal comienza colocando el principio de las acciones en Puerto Plata. El argumento va escalando en refinamientos en el tratamiento de la urdimbre de la colusión entre los políticos y los empresarios.
Esta novela es una obra de la que se aprende tanto acerca de la sociedad dominicana de ese período de la historia reciente dominicana como cuando se lee una obra de sociología o antropología. Brugal desenvuelve las acciones del argumento con un buen manejo de los caracteres y personajes. No exagera en ningún aspecto para permanecer fiel a su propósito literario.
La soltura y el equilibrio entre los diálogos, el entorno de la acción y las descripciones del ambiente forman un conjunto que imprime mayor valor a la novela, que lleva al lector más allá del tratamiento que se da al tema principal. Las transiciones entre los registros del habla en las conversaciones entre los personajes tienen características que no pueden pasarse por alto.
Los nombres de los personajes que van apareciendo en la novela introducen pistas acerca del carácter de estos, Papolo, Fermento y otros nombres y apellidos arrastran consigo algunos de los rasgos de la personalidad de los sujetos.
Los lectores más jóvenes podrán enterarse mediante la lectura de esta obra de muchos hechos reales de los acontecimientos dominicanos recientes. De manera indirecta aprenderán estos lectores muchos datos de la sociedad dominicana que solo aparecen en obras especializadas.
Como es de esperarse en una obra de este género las acciones no discurren en una secuencia sin accidentes. Hay intensas tensiones psicológicas entre algunos de los principales actores. Esas contradicciones son bien expuestas en el momento que les corresponde. Mediante la lectura podrá comprobarse que la oposición o diferencias entre los actores se desarrollan más entre cónyuges que entre socios.
La novela no se reduce a una denuncia de la corrupción. Aparece también la ambición, el poder, el tráfico de influencias y hasta el amor. No podía faltar aquí el amor. Este se halla en medio de los hechos narrados. No faltan las contradicciones diferencias y crisis entre las parejas de marido y mujer. En esos momentos aflora la diferencia ideológica o moral entre algunos de los actores. Los estados emocionales a que se alude se manifiestan en las dudas de algunos personajes con respecto de su conducta, sobre todo es algo que se comprueba en los roles femeninos.
Para que no haya lugar a tedio, el autor introdujo algunas acciones que se producen en ciudades extranjeras cuando hay motivo para que eso suceda en el desarrollo planeado de los acontecimientos. Las acciones a que se refieren estos escenarios suceden en ciudades como París, Miami, Moscú y Buenos Aires y son manejados con destreza. Son ciudades que el autor demuestra conocer, por lo tanto, no falla en las descripciones de esos escenarios.
Además, los títulos de los capítulos proveen pistas acerca de lo que puede suceder o acerca de lo que el autor desea que el lector piense que va a suceder. Los entretelones de los manejos turbios de la época quedan expuestos al desnudo sin llegar a la caricatura, sin exageración, aunque a algunos lectores poco avezados pueda parecerles que son hinchados.
En algunos momentos del desarrollo de la novela se presentan situaciones que el lector no podía prever y queda sorprendido al comprobar el desenlace que puede resultarle súbito, desafortunado o inesperado.
Con la lectura de Peldaños puede apreciarse el tipo de política prevaleciente durante los gobiernos que se sucedieron en la República Dominicana después del año 1966. Hay que destacar en la obra las transiciones en el trato interpersonal de los principales personajes, así como el de Papolo cuando se encuentra ante personas de diferentes condiciones sociales. Hay una especie de contrapunteo, resaltado en la novela, entre la actuación pública de los caracteres y la conducta personal; este es un rasgo que debe apreciarse en su sutileza.
Los personajes que agotan mayor espacio en la novela son masculinos, pero las mujeres en mi opinión son quienes tienen mayor coherencia. Los caracteres femeninos son más congruentes y discurren con mayor grado de juicio en sus decisiones. Además, sus cavilaciones son muy interesantes.
Brugal no desperdicia ninguna oportunidad para destacar la idiosincrasia de los políticos de la época. La manera de vestir de sus esposas y queridas reflejan los gustos y costumbres de ese momento. No pueden pasarse por alto las descripciones de los atributos femeninos en los que puede observarse fineza, delicadeza y desenvoltura.
Se recuerda que esta es la segunda novela de Manuel Brugal Kundhart. La anterior tuvo dos ediciones en República Dominicana y una en Chile. Manuel Andrés ha dado el salto difícil en literatura, pues viene del campo de los relatos cortos. Con esta novela, que sigue los pasos a la anterior, demuestra que se siente a gusto en el género.
Aunque el tema no fue planificado pensando en lo que sucede en República Dominicana ahora, el argumento se centra en la corrupción a nivel gubernamental que se desenvuelve en connivencia con el empresariado. Este tipo de tema puede clasificarse de tema auténtico. Hoy más que nunca la novela ha de leerse. Como se ha expresado en otras ocasiones, a veces se aprende más y se comprende mejor acerca de una sociedad por medio de la lectura de una novela que de un estudio antropológico.
Se recomienda la lectura por el estilo, por la composición y la estructura de la obra que son cualidades destacables que logran cautivar al lector a través de las 254 páginas.