Los pasteles en hoja y las catibías, como se conoce popularmente a las empanaditas de yuca, se comen hoy cualquier día del año. Pero al llegar el fin de año, su preparación requiere mayor esmero para ser servidos en las tradicionales cenas de Navidad y Año Nuevo donde no pueden faltar.
Es por esto que la venta de los pasteles y empanadas se incrementa en los últimos días del año. La costumbre se mantiene, aunque ambos platos hayan dejado de ser parte de un menú exclusivo.
Aun haya moro de guandules, cerdo asado, pollo y pavo horneados, ensalada rusa, uvas, peras y manzanas, sin pasteles en hoja y catibías la cena navideña no es la misma.
Tradición compartida. Hay quien dice que la tradición del pastel en hoja es propia del Sur, por el consumo especial de plátano en esa región. Sin embargo, sus orígenes se remontan a tiempos de los aborígenes e involucran a toda Latinoamérica.
El pastel en hoja dominicano es el tamal que en otras partes del continente se prepara con masa de maíz, o de víveres y se cuece envuelto en hojas de maíz, plátano u otras plantas. Los hacen tanto dulces como salados.
Las recetas van variando de región en región, al igual que los nombres. En Venezuela y Colombia los hacen con una masa de maíz sazonada con caldo de pollo y bija, y se conocen como "hallacas". En Brasil, les dicen "pamonha" y los preparan dulces.
La tradición de comerlos en la Navidad también se tiene en otros países latinoamericanos, aunque para esta fecha los salados son los preferidos. En México se culminan las fiestas navideñas en el día de la Candelaria (el 2 de febrero) y lo celebran comiendo tamales y atole, una bebida a base de maíz. En Guatemala tampoco puede faltar este plato en Navidad y Año Nuevo y lo sirven tanto dulce como salado.
Catibías. Aunque el nombre "catibía" en algún momento se convirtió en sinónimo de las empanaditas de yuca, corresponde originalmente a la yuca rallada y prensada, con la cual también se prepara el casabe. Su tradición es más propia del Caribe, y son también platos claves de las cenas navideñas.
Las catibías tienen su secreto: la masa se deteriora rápidamente por lo que deben congelarse hasta el momento de freírlas. Luego que están listas deben comerse al instante si quiere disfrutarlas cuando están crujientes. Al rato, la masa pierde esta característica.
Tanto los pasteles como las catibías se rellenan con carne de pollo, res, cerdo o también combinadas. En el Sur de nuestro país, es común encontrar las catibías rellenas con bacalao.