Haría cosa de dos años, estuvimos escribiendo sobre este tópico y percibimos que fueron escasos los avances de esta zona de vital importancia y que la misma, actualmente, se debate entre la necesidad de vías conectivas este-oeste para enlazar los municipios de Santo Domingo Oeste con el DN, y el Este con una realidad subyacente a la hora de tener en cuenta su uso recreativo.

Y es que, más que una idea, más que simples sugerencias, se trata del principal pulmón con que cuenta el Distrito Nacional de la bella capital dominicana.

Hemos sugerido convertir la avenida 27 de Febrero, a lado y lado de su eje central,  en un gran parque urbano con dos vías semisoterradas a cielo abierto, en ambas direcciones, a todo lo largo de su extensión, con su Monorriel Urbano, ya anunciado por la Presidencia de la República, emplazado en el centro de dicho parque, con áreas verdes recreativas por todo alrededor.

Sin embargo, este tipo de proyecto supone una gran inversión de recursos, tal vez inviable en estos momentos, alejándolo de posibilidad alguna , aunque estemos convencidos de los enormes beneficios, que casi se triplicarían en comparación con  las dificultades que puedan derivarse de esto.

Ahora mismo, y con mucha visión de futuro, se previó hace años una franja verde, que se erguía de este a oeste, en la parte centro-oeste del DN,  junto con el Centro Olímpico. Este último fue varias veces mutilado, tanto para convertir la Av. 27 de Febrero en una autopista urbana, desprovista de vegetación, árida como un desierto, y muy limitada en su capacidad, permitiendo dentro del centro deportivo varias edificaciones en su interior.

La avenida mencionada, fue copada de autos en muy poco tiempo, y al día de hoy, es muy raro que no colapse por la cantidad y variedad de vehículos que transitan por ella.

El Concepto Parque Jardín Central del Distrito Nacional ha rendido sus frutos. De alguna manera instituciones privadas y diferentes alcaldías se han ocupado  subsecuentemente de preservarlo y mejorarlo.

No obstante , solo se percibe como la Av. Mirador del Sur y el Parque, ignorando todo lo que ocurre en el entorno, desde el conjunto de torres residenciales de alta gama a todo lo largo de la Av. Anacaona, con zonas de valor inmobiliario como Los Cacicazgos, Bella Vista, El Embajador, etc,  hasta la no menos importante Av. Cayetano Germosén, con su enorme riqueza espeleóloga,  conformada por las más variopintas cuevas de formación natural.

Esta última avenida, ha sido la cenicienta del cuento. Se ha dejado al abandono, hoyos por doquier en el pavimento , zonas deprimidas y depauperadas, que toman esta vía como a manera de  patio de sus viviendas, basura a todo lo largo del recorrido, sin consecuencias penales, sin containers para depositarla, además de los absurdos horarios para colectar los desechos sólidos, que tiene la Alcaldía del DN.

Esta colección de basura se realiza generalmente a las 7:45 am, hora pico del intenso y mayúsculo flujo vehicular proveniente del Municipio de Santo Domingo Oeste  que, en su desplazamiento hacia los centros laborales, producen un inmenso congestionamiento, mientras la Avenida Mirador del Sur , que en estos días se ha ido pavimentando completa , permanece la mayor parte del día cerrada, solo para uso peatonal.

La riqueza de nuestros antepasados taínos sigue siendo mancillada, ignorando todo el sistema de cuevas que representa el farallón natural de rocas coralinas, amén del daño producido por el CO2 de vehículos transitando por la Av. Cayetano Germosén, y que sin lugar a dudas, junto con la Ave Mirador del Sur representan las únicas alternativas sin cruces intermedios que posee el Distrito Nacional.

Por otro lado, las migraciones del campo a la ciudad han sido recurrentemente,  siempre el dolor de cabeza de nuestros Centros Urbanos, no se discriminan zonas premiums a la hora de una ocupación ilegal. Así tenemos ocupadas toda la ribera del Ozama, el cual podría ser uno de los paseos más bellos de la ciudad, para el disfrute de todos los ciudadanos de todos los estratos sociales, pero zonas como la Julia, con ocupaciones del Manguito, o La Yuca, contigua a Naco, representan grandes bolsones de miseria dentro del conglomerado urbano, en franca indiferencia de las autoridades,  la mayoría de las veces.

Entendemos, hace años, se debió iniciar  en la periferia de la Ciudad del Gran Santo Domingo, un sistema de Ciudades Satélites, con todos los servicios incluidos, y mediante una correcta planificación urbana, la ubicación de asentamientos para dar respuesta digna  a dichas migraciones naturales, y que hoy inciden negativamente en el desarrollo de un urbanismo de calidad.

El Parque Central Urbano del Distrito Nacional, debe comprender la faja desde la Av Anacaona hasta las urbanizaciones contiguas a la Av Cayetano Germosen, con todo el Conjunto de Cuevas, limpias, iluminadas de manera magistral, con patronatos que se encarguen de su mantenimiento y sostenibilidad en el tiempo.

Proponemos traslado a zonas adecuadas para viviendas con todos sus servicios a sectores que habitan en condiciones deplorables, para mejorar su calidad de vida. Debemos incluir en la propuesta de recuperación de la mencionada avenida, una re-pavimentación completa , y vigilancia de las diferentes instituciones del Estado , que luego de corregir fugas, averías, conexiones ilegales, dejan las calles sin asfalto, destruidas, y sin señalización vertical ni horizontal.

Tiene que existir un organismo estatal que le dé  seguimiento a todos estos aspectos, para  de esta manera reforzar este y otros sectores  de la ciudad.

Por otro lado, se hace urgente una reprogramación de los horarios peatonales de la Avenida Mirador Sur, sin menoscabar nunca su uso que se le da hoy en día, tal vez con flujo controlado, pero con verdadero criterio para evitar el caos, o conflictos con quienes usan el parque para actividades deportivas y de salud.

La conexión peatonal norte sur del parque con la avenida Cayetano Germosén debe ser reestructurada, para que exista una articulación espacial de todo lo que ocurre en la parte baja del escalón natural con lo que ocurre en la parte superior del escalón  de arriba.

Así, el Ministerio de Medio Ambiente debe tener una participación más que proactiva y preminente en la toma de decisiones y control de todo el conjunto de cuevas,  para su preservación y explotación turística.

Cabe sugerir que el Ministerio de Turismo elabore un Plan de Visitas Turísticas a dichas cuevas,tanto para nacionales como para extranjeros , con el propósito de vender este conjunto como un atractivo más del clúster del Gran  Santo Domingo, generando más recursos  y atracción hacia la bella Ciudad Primada de las Américas.

El Intrant, por su parte , debe velar por el diseño de un circuito vehicular ligero, ágil, conectivo, sin obstáculos con estas avenidas oeste-este y las otras que le preceden mas al norte.

Solo así podremos ir cambiando el perfil de nuestra ciudad, dotándola de espacios de mayor y mejor calidad para el disfrute de todos.

Valdría la pena un Gabinete de trabajo que involucre a estas instituciones del Estado, así como las organizaciones como Avenida de La Salud, y otras para trabajar en pro de una verdadera optimización urbana.

Colaborar con la Alcaldía del DN debe ser un norte obligado, ya que la misma  ha ido implementando una serie de proyectos interesantísimos y muy coherentes acorde con los estamentos de una ciudad moderna y pujante como es la nuestra.

Entendemos,  es posible que falte tal vez más socialización y comunicación con la ciudadanía,  para presentar estas maravillosas ideas, calando en el imaginario popular de la gente.

Con todas estas iniciativas, nos beneficiamos todos, mantengamos la ciudad limpia , usemos correctamente las ciclovías, reforcemos el Concepto de Parque Central Urbano, para adaptarlo a las necesidades de una ciudad que crece y se desarrolla todos los días en el mejoramiento de sus espacios.

Santo Domingo somos todos. Avancemos.

*El autor es Arquitecto, egresado de la Facultad de Arquitectura y Artes, Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña, Santo Domingo, Rep. Dominicana. Miembro del CODIA y de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana (SARD)