El doctor Odalís G. Pérez, miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, rechazó la convocatoria de este martes a las 10 de la mañana para ratificar en la presidencia a Bruno Rosario Candelier, quien lleva ya 15 años presidiendo la institución.

“Como miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua rechazo tal convocatoria por considerarla viciada, viciosa y sin respaldo ético ni legal”, dijo Odalís G. Pérez en una declaración entregada a Acento.

A continuación el texto de Odalís G. Pérez:

Los miembros de número de la Academia Dominicana de la Lengua han sido convocados para ejercer el voto en unas supuestas elecciones, sin ningún tipo de protocolo confiable, y por lo tanto, sin ninguna garantía legal o apegada a requisitos institucionales claros y definidos en su forma-sentido.

Tal y como se ha denunciado hoy en la prensa, mañana martes, 11 de abril, la Academia Dominicana de la Lengua será asaltada de nuevo, arrastrada y amarrada por un “grupito” de llamados intelectuales y “revendones” de privilegios para, mediante un recurso de componendas  y acuerdos de “aposentos” repartirse nuestra institución como lo han hecho hasta ahora.

Desde hace casi dos años hemos denunciado el malestar que arropa, corroe y se come los presupuestos, boletines, folletos y actividades de nuestra corporación, donde el mismo grupito de “políticos” con pretensiones de intelectuales, se ha dedicado a personalizar la que antes fuera una ilustre casa de académicos y un símbolo de nuestra vida intelectual.

La membresía que desea cambios reales y ciertos en la Academia Dominicana de la Lengua, no quiere chocar con una dirección que se ha apropiado de todas las  asignaciones, publicaciones, viajes especiales para mitificar, “santificar” a un director que, como ya hemos denunciado en varias ocasiones, maneja “todo” en una corporación que ya es propiedad del grupo oficioso que decide los destinos de la misma.

Es lamentable que una institución de saber sea  atrapada, esclavizada y acuchillada por algunos “políticos” de pacotilla y actores manumitidos, arrodillados ante un altar carcomido por un siniestro comején institucional.  La sociedad civil y la ciudadanía responsable, deben protestar públicamente contra el cinismo pseudoilustrado que gobierna allí como dueño y señor de un alto centro de saber  lingüístico y literario que otrora ha sido de alta progenie ética e intelectual.

Asistir a un encuadre amoral como ese llamado a elecciones de autoridades, firmado por un miembro gris, simulador y disociador es legitimar la negación de un ideal institucional de trabajo colectivo, ciencia  y derecho a la equidad. Por eso comparto la opinión de los muchos que allí callan y sufren los latigazos de la perversidad pseudoinstitucional.  Comparto también las opiniones de colegas que han hablado ya públicamente y han denunciado el terrible malestar que arropa nuestra manipulada y secuestrada entidad intelectual.

No es correcto legitimar el irrespeto, la inequidad, el engaño, la manipulación y el culto a la personalidad que allí se practica, degradando así la base que sostiene los principios de una institución golpeada por el egoísmo de tres o cuatro cabezas contra una mayoría tímida, discreta y que espera que las cosas cambien en un futuro cercano. Es por eso que, como miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, rechazo tal convocatoria por considerarla viciada, viciosa y sin respaldo ético ni legal.