Conversaciones entre el filósofo Andrés Merejo y Nicanor Ursua Lezaun
El filósofo Nicanor Ursua Lezaun, es Doctor en Filosofía por la Universidad de Munich (Alemania) y por la Universidad Complutense de Madrid. Se ha especializado en los estudios de Ciencia- Tecnología – Sociedad (CTS), en Filosofía y Globalización y Epistemología Evolucionista.
Su trabajo intelectual ha sido reconocido en varios países europeos y Latinoamericanos, en la que se destaca el Doctor Honoris Causa por la Universidad Aurel Vlaicu Din Arad (Rumanía) y el de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
En la actualidad es el coordinador del Master “Filosofía en un mundo global” y miembro de la Comisión Académica del Programa de Doctorado de la UPV/EHU: “La Globalización a Examen: Retos y Respuestas Interdisciplinares”.
Decenas de publicaciones del doctor Nicanor Ursua se pueden localizar en el ciberespacio algunas de las más recientes se encuentran en inglés, alemán, y español:
-La innovación basada en ideas creativas, algo necesario para un tiempo globalizado, en Anchustegui Igartua (Coord.): Economía, Democracia y valores en un mundo Global.2013
-Advantages and Risks of Naturalization: Convergin Technologies Applied to Human Enhancement (Implications and Considerations for a Naturalist Philosophical Anthropology), en Reflections on Naturalism.J. I. Galparsoro/A. Cordero (Coord.), 2013.
– “e”-Epistemología: Un desafío y una Respuesta al Mundo digital. En Revista “Daimon”. Revista Internacional de Filosofía, 2014.
-LA “Convergencia de Tecnologias” (CT) y La “Mejora Técnica del ser humana”: Una visión Tecno-Futurista.
– FUTURISTISCHE VISIONEN UND WÜNSCHENSWERTE ZUKÜNFTE: PRAGMATISCHE PERSPEKTIVEN: VIRTUALISIERUNG UND MEDIATISIERUNG KULTURELLER RÄUME. DIE NEUEN MEDIEN – GEWINNE – VERLUSTE – GEFAHREN. Berlín 2015
Andrés Merejo (A.M)
En el sistema cibermundo ha comenzado agestarse una nueva revolución tecnológica (4.0), que avizora impacto en los cimientos culturales, políticos, económicos del planeta, acelerando al mismo sujeto cibernético que vive insertado en todos los procesos cibersociales como el ciberespacio y en las redes sociales.
¿Dónde ha de situarse la filosofía y el filósofo en este terremoto cibernético que está transformándolo todo?
Nicanor Ursua Lezaun (N.U.L)
La filosofía es la admiración por el saber y ha de estar allí donde el saber se genera. Hoy con la revolución tecnológica 4.0 o “Internet de las cosas y de los servicios”, los “Big Data” y los nuevos descubrimientos sobre el cerebro humano, “proyecto BRAIN”, el mayor proyecto de investigación sobre el cerebro humano en Estados Unidos de Norteamérica, que se cree que en pocas décadas se habrá descubierto el código cerebral, el filósofo ha de estar en contacto con estos descubrimientos y pensar en qué medida todos estos hallazgos pueden contribuir al bienestar del ser humano y ser determinante para el futuro del ser humano.
A.M.: El conocimiento filosófico tradicional se ha fundamentado en la relación epistemológica sujeto – objeto, por lo que es difícil en estos tiempos seguir sustentando dicha relación. La emergencia del cibermundo ha marcado nuevas formas de relaciones en cuanto al saber, conocer, aprender, desaprender y reaprender, las cuales pasan por proceso de redes de sujetos cibernéticos, en cuanto rearticulación de redes de datos, información, conocimiento y sabiduría que son las que contribuyen a la sistematización de nueva producciones científicas. Hoy hablamos de ciberepistemología , lo que sería un cuestionamiento no solo a la filosofía sino a los diversos campos del saber donde se ha edificado el pensamiento humano.
N.U.L.: El conocimiento en el pasado estaba caracterizado, como Ud. afirma, por la relación sujeto-objeto, hoy esa relación está mediada por el lenguaje y por la mediación científico-tecnológica. Por tanto, el resultado en un conocimiento científico-tecnológico. Mediante escáneres cerebrales se está empezando, como afirman expertos en conocimiento sobre el cerebro, a adivinar lo que las personas están viendo e imaginando e incluso se podrán manipular sus actos. Realmente estamos aumentando mediante las nuevas tecnologías y estudios sobre el cerebro nuestras capacidades mentales y es ahí donde la ciberepistemología tiene una tarea explicativa y crítica. Esto nos ha de conducir a elaborar finas y agudas reflexiones sobre qué es este nuevo ser humano que conoce y dónde reside su dignidad y autodeterminación.
A.M.: Siguiendo por esa línea del pensar filosófico y tecnológico, en el cibermundo (concepto formulado en mi tesis doctoral, 2010, UPV/ EHU), hablar de privacidad es imposible, el sujeto cibernético vive dentro de ese sistema cibernético, por lo que no se trata de simple tecnología, de dispositivos digitales, sino de un sistema social, económico, político, cultural mediado por redes cibernéticas virtuales que marcan a los cuerpos, los vigilan y los procesan en datos de información. El poder en el cibermundo es un poder de control del cuerpo como escenario virtual y de movimiento lento en el escenario de lo real.
N.U.L.: Esta pregunta nos ha de llevar a analizar, en primer lugar, las transformaciones de la praxis cultural, a saber, el modo de uso, la motivación de uso y las situaciones de uso, que van unidas en la aplicación de los así llamados “Nuevos Medios”, sobre todo de Internet y todo el mundo digital. En segundo lugar hemos de profundizar en las posibilidades y consecuencias de Internet en relación a las nuevas formas de información, comunicación y cooperación y su influencia en el campo de la “cultura de la vida cotidiana”. Estamos asistiendo a transformaciones culturales con implicaciones en el ámbito social (a nivel macro-, meso y micro), a saber:
A nivel político y económico
A nivel filosófico
A nivel cultural, de las ciencias sociales, de la informática, a nivel lingüístico, de la comunicación y de los “mass media.”
Los ámbitos de investigación han de estar, por tanto, configurados por los siguientes ejes:
1) Lo público y lo privado, lo que incluye la dimensión socio-política.
2) Identidad y comunidad, que incluye la dimensión socio-cultural.
3) Conocimiento y economía, que encierra la dimensión socio-económica.
4) Seguridad y confianza, tema transversal, que incluye el equilibrio cambiante de estos conceptos tan necesarios para la configuración de la sociedad moderna.
A. M.: Así mismo, los cambios cibernéticos y que en el ámbito social, cultural y políticos no dejan de manifestarse en lo transido, en cuanto abatimiento y el problema ético que el sujeto cibernético ha de abordar ante lo que se suele identificar como la Máquina moral, en cuanto que está autoprogramada, actuando de acuerdo códigos, algoritmos, lo que exenta al sujeto de responsabilidad en cuanto a accidentes, por ejemplo, piénsese en los coches sin conductor y los accidentes (muertes) que pueden ocasionar en la carretera.
N.U.L.: La complejidad de la tecnología moderna encierra sus puntos fuertes y débiles, tanto para el ser humano, la sociedad y el medio ambiente. Hoy podemos afirmar que la técnica moderna es epistémicamente insegura, lo que no quiere decir que haya que ignorarla o despreciarla, pues encierra grandes logros para la humanidad y su bienestar. Esto requiere una filosofía de la tecnología que evalúe constructivamente los pros y los contras. Es así como deseamos plantear la investigación sobre estos temas que Ud. plantea mediante preguntas y respuestas de carácter filosófico-ético. Es aquí donde aparecen conflictos éticos entre las esperanzas de autodeterminación de las personas en un mundo científico-tecnológico y las promesas de eficiencia de los nuevos procesos de creación de valor, algo que atañe a la propia condición humana.
A.M.: En sus investigaciones filosóficas sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad, usted ha trabajado con los principales investigadores de esas áreas, como el caso de Carl Mitcham, nos puede decir parte de su trabajo colaborativo con ese investigador u otros ya sea en el mismo plano filosófico de reconocimiento internacional.
N.U.L.: Con el Profesor Carl Mitcham he tenido la suerte de trabajar sobre el tema de la “Filosofía de la tecnología”, pues como Ud. sabe, él es uno de los grandes investigadores sobre este tema a nivel mundial. He tenido la oportunidad de editar su obra “Qué es la filosofía de la tecnología?” en la Colección “Nueva Ciencia” de la Editorial Anthropos de Barcelona. También he trabajado con el Profesor Gerhard Banse de Karlsruher Institut für Technologie (Universidad de Karlsruhe, Alemania) dentro de Red Europea “International Research Network on Cultural Diversity and New Media (CULTMEDIA)”, fundada en 2002 en Praga (R. Checa).
En 2004 se empieza a editar la serie de libros “e-Culture / Network Cultural Diversity and New Media”, publicados en Trafo Wissenschaftsverlag en Berlín. Los editores son hasta hoy: Gerhard Banse, Andrzej Kiepas, Nicanor Ursua. Se han publicado hasta el momento 22 volúmenes.
A.M.: El humanismo, el posthumanismo se ha estado definiendo y redefiniendo desde el plano de la investigación filosófica, ética y social, ya sea en cuanto mejora humana desde una ética de lo mínimo (a corto plazo) y que le ha estado importando más a los sujetos cibernéticos que una ética de máximos (de proyección o a largo alcance).
N.U.L.: Estamos asistiendo hoy al proceso transhumano o posthumano (movimientos que argumentan a favor de la “mejora técnica de ser humano” de manera radical, algo que podría conducir a la transformación y superación de la especie humana mediante una civilización totalmente técnica). Algunos visionarios posthumanistas y tecnofuturistas consideran incluso como posibilidad la sustitución total de la humanidad por máquinas inteligentes y otros afirman que la hibridación del ser humano-máquina es la única opción que le queda a la humanidad, más que la “mejora”, para evitar un escenario futuro cercano que podría marginar al ser humano. Este transhumanismo cree en una civilización radicalmente nueva técnica que va más allá de la humanidad actual. Se nos dice que podremos llegar a los 120 años de vida o atajar el envejecimiento y sus enfermedades venciendo a la misma muerte. Es cierto que se está investigando sobre este tema y muchas de esas investigaciones están siendo financiadas por Google, IBM, Apple o Microsoft. Una start-up, por citar un ejemplo, con el nombre de “Unity Biotechnology,” ha recibido por parte de Amazon en el año pasado 116 millones de dólares para eliminar las células dañadas que llevan al envejecimiento. Las preguntas que se han de formular a mi modo de ver son: ¿Destruirá el “human enhancement” (“mejora técnica del ser humano”) la base de los derechos humanos y dará origen a un mundo en el que algunos seres humanos no reconocerán a otros como humanos, pues tendrán otras capacidades totalmente diferentes? ¿Qué quiere decir y cómo hemos de considerar el “human enhancement”?
Ese tránsito desde el saber al hacer, se ha llevado a cabo en múltiples ocasiones sin atender de modo suficiente las implicaciones éticas, los costes sociales e implicaciones ecológicas. El gran filósofo alemán J. Habermas, en su libro El futuro de la naturaleza humana. ¿Hacia una eugenesia liberal? Paidós, Barcelona 2009, p. 38, en su intento por una “moralización de la naturaleza humana”, citando a W. van den Daele, escribe: “Lo que la ciencia hace técnicamente disponible, los controles morales deben hacerlo normativamente indisponible”.
A.M.: Siguiendo este tenor discursivo, vivimos en unos tiempos cibernéticos y transidos, en los que los procesos políticos y ciberpolíticos están vuelta y revuelta en el plano de lo global-local o, como diría Ulrich Beck, “Glocalización” que implica la complejidad de lo local intrínsecamente con lo mundial y lo cibermundial. Basta con que abordemos el caso que hoy vive España-Cataluña y que repercute en el ámbito de lo global cibermundial.
N.U.L.: Hoy vivimos ciertamente en un mundo globalizado (la globalización es un episodio de nuestra civilización), vivimos en el cibermundo, no obstante, frente a ese mundo global aparecen los deseos de un mundo local. El caso que Ud. cita España-Cataluña se puede analizar desde la idea de la Unión Europea que rompe las barreras para fundar esa Unión Europea con su bandera y sus instituciones y un deseo por parte de algunas regiones o comunidades que reclaman su “localidad” dentro de la globalización, pues amamos y protegemos lo “nuestro/lo familiar”. Creo que es necesario ir de lo “nuestro/lo familiar” a lo global para enriquecerlo y de lo global de nuevo a lo “nuestro/familiar” para ampliarlo. Abrimos nuevos espacios y logramos de este modo una mejora en el desarrollo de las personas con nuevas formas de cooperación. Hemos de buscar un “ordenamiento económico-societario” que institucionalice de manera económica y social un amplio espacio de libertad y responsabilidad entre todas las personas e instituciones. Se ha de integrar en este proceso la diversidad cultural que facilita el arraigo y la “inclusión” de las personas en la globalización. Creo que en eso reside el ser un ciudadano/a cosmopolita.