Ubicado en la parte nordeste de la provincia Monte Plata, a muy pocos kilómetros de la ciudad de Santo Domingo, Sabana Grande de Boyá es, como Yamasá, un importante municipio a solo 19 kilómetros de la cabecera provincial, Monte Plata, distancia que se recorre en no más de 23 minutos; con una población de 30,085 habitantes, unos 56 habitantes por kilómetro cuadrado, y una superficie de 535.08 kilómetros cuadrados. Limita al Norte con Arenoso y Sánchez, al Sur Monte Plata, al Oeste Villa Rivas y Cevicos, al Este Sánchez y Bayaguana.
Los orígenes de la fundación de Sabana Grande de Boyá se establecen en los años 1948-49, cuando bajo la égida del dictador Trujillo, empieza la siembra y cultivo de la caña de azúcar, lo que atrajo a diversas familias procedentes de distintos puntos del país estimuladas por la entonces incipiente industria azucarera. La Enciclopedia Dominicana cita, como las primeras personas que se distinguieron en el lugar Alberto Alcántara Sánchez, Felipe Ponciano, Pedrito González, Mergoso Paulino, Manuel Reyes Díaz y la familia Reyes, quienes empezar a construir pequeños caseríos con tablas de palma y techo de yaguas, y que, en principio, se dedicaron al cultivo y cosecha de frutos menores y crías de corral.
Pero cuando la caña de azúcar entra en escena disminuyen los otros cultivos hasta provocar una desaparición casi total. Debo subrayar que los terrenos de Sabana Grande de Boyá eran propiedad de la compañía Ricard, las familias Alcántara, Consoró y otras. Inicialmente fue una pequeña aldea conocida con el nombre de Buena Vista y, más tarde, con su nombre actual.
La siembra y cultivo de la caña, y su rentabilidad, hacen que sea posible en el año 1953 la construcción de una vía férrea contribuyendo esto con la dinamización de la economía de la zona. Fue entonces cuando Sabana Grande de Boyá, en 1955, pasó a ser Distrito Municipal. Diógenes Medina (Papalín) fue el primer encargado. Fue en ese mismo año que fue construidas las instalaciones que alojan al ayuntamiento municipal.
A pesar del progreso de la economía no fue sino hasta el 1962, poco tiempo después de la caída de la dictadura, cuando se instruye la primera escuela primaria, centro que funcionaba en un barrancón y que actualmente se llama Presbítero Carlos Nouel. Ese mismo año es llevada la luz eléctrica y se construye el acueducto con capacidad para 750 usuarios. El primer alcalde que tuvo el municipio fue el señor Gil Hernández.
Según puede leerse en la página web de la alcaldía municipal, debido a la ubicación y cercanía al Parque Nacional de Los Haitises y el verdor sobrecogedor, el municipio es propicio para el desarrollo del turismo ecológico, ya que comparte con el municipio cabecera, Monte Plata, importantes ríos como El Salto de Socoa, Río 12 y Boyá, que han sido propicios para el desarrollo de algunos proyectos turísticos, así como el estímulo para el conocimiento de sus patrimonios históricos y naturales, rios Boyá, Savita y Payabo, incluyendo algunos arroyuelos y lagunas de importancia. Situado al nordeste del municipio, el Parque Nacional de Los Haitises conservaba la casa más antigua, de 1911.
Puede leerse, también, en la página web del ayuntamiento municipal sobre la cueva del negro liberado en la pujante comunidad de Los Limones, de donde es extraída la murcielaguina que es usada para la fabricación de abonos para las plantaciones agrícolas; es señalado también la Cueva de Rubecindo, el museo taíno y un centro ecoturístico el Puerto Escondido.
De reciente fundación es el el Serapius Green, bello complejo ecoturístico con el propósito de conservar las importantes riquezas naturales del municipio, y que, en parte, está conformado por unos 58,000 pareboles, variedad de elementos silvestres sumamente adecuados para el sano disfrute de la vida silvestre. Es de vital importancia el templo Nuestra Señora de Aguas Santas de Boyá, edificación gótica levantada en los tiempos de la colonia y declarada monumento histórico y religioso como parte del patrimonio cultural de la nación, distante a sólo unos 62 kilómetros y a solo seis de la cabecera provincial. Son muchos y diversos los historiadores e investigadores que han fijado la mirada en esta vetusta y noble estructura y sus únicos y atractivos campanarios.
La economía de este pueblo de cultura rica y diversa determinó, debido a la pujanza, que fue teniendo en la zona el cultivo y la cosecha de la caña de azúcar, y sus más de 24 mil habitantes dan constancia de estas realidades. Pero al desarrollo o mantenimiento de esa economía hay que agregar la ganadería, la producción de carnes y la industria lechera, así como las remesas o envíos debidos a los nativos que han emigrado procurando fuentes de trabajo. En sus sabrosas fiestas patronales, celebradas del 24 de enero al 2 de febrero, en honor a Nuestra Señora de la Candelaria, muestran el carácter jubiloso y laborioso de sus habitantes. Lo mismo sucede con las hermosas cascadas del Salto de Socoa, uno de los mejores destinos turísticos de la región Este del país.
La Enciclopedia Dominicana da cuenta de que para el año 1518 los Padres Jerónimos fundaron la jurisdicción de Boyá, uno de los pueblos de indios libres que fueron trasladados allí desde muy distintos lugares.
Monte Plata, originalmente fundada el 27 de abril del el año 1605, con unos de los índices más altos de pobreza, y sólo vuelve a adquirir la categoría de provincia mediante la Ley No. 1 del 20 de agosto de 1982
En el año 1997, mediante la Ley No. 193, la entonces sección Gonzalo pasa a ser Distrito Municipal, y Majagual es elevada también a Distrito Municipal mediante la Ley No. 13 del 18 de enero del 2001.
Como puede comprenderse, la organización político-administrativa de Monte Plata ha variado un sinnúmero de veces desde su fundación por el Gobernador Osorio hasta el año 1982 que vuelve a ser provincia.
Pero regreso al corazón de Sabana Grande de Boyá,, uno de los municipios más jóvenes que posee la provincia de Monte Plata, cuya población esta formada por emigrantes de diversos pueblos del entorno atraídos, como se ha dicho, por las fuentes de producción en que se convirtió la caña de azúcar.
Majagual posee las secciones de Juan Sánchez, Cabeza de Toro y Payabo, y existen parajes como Los Mapolos, La China, Enriquillo, La Altagracia, Las Cabirmas, Tala de Sánchez, Aserradero Cojobal, Hato San Pedro, Los Guineos, entre otros.
Majagual, ubicada a unos 62 kilómetros al Norte de Santo Domingo, la capital del país, cuya fundación es atribuida a la llegada de familias procedentes del Cibao, y en ella es posible encontrar cuevas y adornos taínos. La conforman unas 2247 viviendas, 10 escuelas primarias, un liceo secundario, un estadio deportivo, una clínica rural, consultorios médicos, energía eléctrica, ocho iglesias católicas y seis protestantes, comunicaciones y asociaciones evidenciando un notable desarrollo en el comercio y el transporte, con almacenes y factorías para la agroindustria, así como un creciente mercado informal; 40 mil tareas de tierra dedicada 10,425 a la producción de plátanos, guineos y cítricos. Fueron estas las razones que motivaron al Congreso Nacional para ser elevada a distrito municipal.
Sus fiestas patronales son celebradas el 10 de marzo cuando muchos de sus nativos residentes en el exterior regresan a la comunidad para compartir los festejos y recorrer los seis barrios que la componen: sector Deportivo, Higuerito San José, Las Flores, Rinconsolo y El Grillo.
Por su parte, el distrito municipal de Gonzalo, distante unos 56 kilómetros al noroeste de Santo Domingo, tiene 2,027 habitantes, quienes hace pocos años libraron una encarnizada batalla contra las pretensiones de establecer en el lugar una fábrica de cemento arguyendo los daños que causaría al ecosistema de la zona, contaminación de Los Haitises, afectando la salud de los pobladores y la fauna. Con esta lucha la comunidad resultó gananciosa. Y, de alguna manera, hizo historia.
Asimismo, la economía de la zona ha sido estimulada con la construcción de la carretera a Samaná debido a que tanto la distancia como las comodidades del viaje han mejorado sustancialmente. Pero en los últimos meses representantes de diversas asociaciones sociales han denunciado la falta de agua en la zona, energía eléctrica, el deterioro de las cales y la expropiación de tierras, como los principales problemas que agobian al municipio.
Las riqueza tradicional de Sabana Grande de Boyá no deja de ser amplia y diversa: las celebraciones del Ga-gá, pura influencia africana traída por los vecinos haitianos, las fiestas de atabales, así como las manifestaciones folklóricas, los juegos y costumbres populares. Estas expresiones culturales se manifiestan, como es normal, durante las fiestas patronales, que son celebradas desde el 24 de enero al 22 de febrero en honor a su patrona, Nuestra Señora de la Candelaria y las costumbres de Semana Santa.
De igual manera, la economía de Sabana descansa en varios renglones productivos, como el sector comercial, agricultura, transporte, pequeños ganaderos, asalariados y remesas, así como la economía informal.
Según el último censo nacional de población y familia, hay en Sabana Grande de Boyá, con su extensión territorial de 558.55 kilómetros cuadrados, extensión que la hace segunda en la provincia en territorio, con 69 centros educativos correspondientes al sector público y 7 colegios privados, aunque me parece que actualmente son más.
En la próxima entrega terminaré desmenuzando otros aspectos importantes de los municipios y distrito municipales que integran la llamada provincia Esmeralda, debido al verdor de su belleza y a la nobleza de sus habitantes.
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