Como soy nacida y criada en la provincia Monte Plata, específicamente en el municipio de Sabana Grande de Boya, he pensado muchas veces en desmenuzar nuestras raíces históricas como provincia, después de caer en la cuenta real de que no se ha escrito realmente un texto que nos ubique en el crucigrama social de nuestro pasado, y así comprender mejor el presente. De esa manera empecé a ir anotando las reflexiones que ahora me propongo publicar y que son resultados de esos conocimientos: la joven provincia y el pueblo, sus modos y medios de producción, mecanismos de transportes, y de la masa humana que lo integra, etc.
Puedo afirmar que la difusión de esta historia, con todos sus datos muchas veces sorprendentes y la interpretación de los aciertos puede, indudablemente, influir en el desarrollo social y económico de la realidad monteplateña y de su gente, el más importante de todos los activos posibles que tienen los pueblos. Para estos trabajos serán utilizados los datos suministrados por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el organismo oficial que mediante los mecanismos propios de la ciencia y sus investigaciones determina las cifras y/o estadísticas del Estado Dominicano. También las fuentes informativas de acreditados organismos internacionales como la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de Estados Americanos (OEA), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial (BM), la Comisión Económica para América latina (CEPAL) y los informes económicos -consistentes en cifras específicas- del Banco Central de la República, entre otros organismos; y, en menor grado, informaciones provenientes de Wikipedia, la enciclopedia libre de Internet de uso común, que serán debidamente reseñados, o citados, como disponen las leyes y la honestidad intelectual y profesional que es necesario tener en el momento de realizar una investigación como la que me propongo.
Monte Plata es muy joven como provincia, no fue sino durante la legislatura del año 1982, pero con vigencia al 1 de enero de 1992, cuando fue creada como resultado de la división de San Cristóbal, entonces la más grande del país y a la que pertenecía. La iniciativa fue del bloque de legisladores del PRD con el apoyo de su líder histórico, doctor José Francisco Peña Gómez, y fue, precisamente, durante su entrada en vigencia, cuando en las elecciones generales de ese año fueron electas sus primeras autoridades, con una población de 222, 641 habitantes (un 15 % de la población total del país) con los municipios de Monte Plata (ciudad cabecera, y sus distritos municipales Boyá, Chirino y Don Juan, Bayaguana, Peralvillo, Sabana Grande de Boyá con los distritos Gonzalo y Majagual, Yamasá con Los Botados y Mamá Tingó. Divisiones y distritos municipales asentados en una superficie de 2,615.29 kilómetros cuadrados constituyendo un 5.4 % del territorio nacional, los que iré estudiando y difundiendo por partes en la serie de trabajos que inicio con esta primera publicación casi a modo de introducción.
La provincia, ubicada a apenas 70 kilómetros de Santo Domingo (nuestra ciudad capital) tiene sus límites: al Norte con as provincias Sánchez Ramírez (Cotuí), Duarte (San Francisco de Macorís) y Santa Bárbara de Samaná, al Este la provincia de Hato Mayor (también muy joven) y San Pedro de Macorís; al Sur la provincia de Santo Domingo y, al Oeste, las provincias de San Cristóbal y monseñor Nouel (Bonao).
Asimismo, en la parte occidental de la provincia se encuentra la Sierra de Yamasá y Los Haitises, con sus abundantes y verdes colinas de diversos tamaños están al noroeste de la provincia. De acuerdo con el último censo nacional, de la Oficina Nacional de Estadísticas, Monte Plata (el municipio capital o cabecera), es la más poblada con unos 46,723, de los cuales 22,221 son urbanos y 24,502 son rurales. En este artículo y para que se comprenda con mayor transparencia, todo cuanto esgrimiré es importante dejar los siguientes datos demográficos consistentes en la población por municipios y sus distritos. Veamos: Monte Plata (capital provincial) tiene 13,288 hombres y 12,904 mujeres para un total de 26,192 habitantes; el distrito Municipal Don Juan 3,783 hombres y 3,530 mujeres, un total de 7,313 habitantes; Chirino unos 4,123 hombres y 3,828 mujeres, un total de 7,951; Boyá 2,769 hombres y 2,498 mujeres, un total de 5,267 habitantes. Es decir, en la ciudad provincial, Monte Plata, y sus distritos municipales, hay una población de 23,963 hombres y 22,760 mujeres, un total de 46,723 como se ha dicho desde el principio. Habrá quienes se asombren y se pregunten las razones de estadísticas, datos y cifras, pero es esencial como instrumento de información el uso de las estadísticas en toda investigación y cientismo social, pues solo mediante la utilización de datos precisos y confiables es posible interpretar realidades y establecer políticas de desarrollo.
Es útil dejar saber, en breve pincelada, el origen de Monte Plata. Fue fundada por habitantes de los pueblos de Monte Cristi y Puerto Plata, pueblos que, según la historia, habían sido devastados por disposición de un rey español, que fue ejecutada por el entonces gobernador de la isla, Antonio Osorio y Villegas, y de ahí el nombre Monte Plata, un híbrido compuesto de ciudadanos de Montecristi y Puerto Plata.
Decir monteplateño es decir trabajo, honestidad, esfuerzo y don de gente; gentilicio de los nacidos en una provincia que, no obstante, su juventud, es orgullosa de su hidrología formada por los ríos Ozama y el Yabacao, así como el Comate, Yamasá, Mijo, Sabita y Guanuma.
Como todo primer escrito de una serie, este ha sido a modo informativo para plantear las bases generales y determinar los procedimientos a utilizar durante todo el proceso por venir. En el próximo texto empezaré por dar a conocer los resultados de mis estudios de los respectivos municipios que conforman la provincia: conformación histórica, modos y medios de producción, tradiciones y costumbres dominicanas, antecedentes históricos e influencias y consecuencias de los extranjeros asentados a todo lo largo y ancho del territorio atraídos, en su mayoría, por la otrora y riquísima industria azucarera.