Hoy, o mañana de acuerdo con el acta de su nacimiento, Minerva Mirabal estaría cumpliendo 91 años. Minou Tavárez Mirabal, su hija, escribió unas notas sobre este cumpleaños, y de paso nos envió una fotografía del Jardín de Patria como se veía este fin de semana antes de que empezara la celebración del cumpleaños de Minerva, que se hizo allí el sábado. Incluimos en esta nota de Minou la recreación que hizo German Pérez de Patria, Dedé y Minerva, unidas las tres por las fechas de su nacimiento en estos días:
Entre el 27 de febrero y los primeros 12 o 13 días de marzo nacieron, con tres años de diferencia y en ese mismo orden, Patria, Dedé y Minerva Mirabal. De modo que siempre por estos días las recordamos tan vívidas, tan unidas, tan cercanas.
Las quiero evocar como ese trío de sonoridad que fueron desde su nacimiento hasta que a nina Patria y a mami, junto a tía Teté, les arrancaron brutalmente sus vidas.
El martes 28 de febrero recordábamos con una placa en el Museo Memorial de la Resistencia a la Patria que junto a tío Pedrito, su marido, se atrevió a la enorme osadía de jugar con su nombre y bautizar un camión -convertido luego en guagua de transporte- como “Patria libre”. Era el año de 1946. Recordábamos también que en el 59, con las mismas manos de artista con que sembraba y cuidaba el hermoso jardín de su casa, preparaba con sus hijos adolescentes la pólvora para las bombas que planeaban utilizar en el movimiento de resistencia contra la dictadura cuya primera reunión había tenido lugar en esa misma sala de su casa.
Y al día siguiente, nos fuimos a Salcedo a celebrar la larga vida de mamá Dedé consagrada a evitar que para nosotros sus hijas e hijos, para el pueblo dominicano y para el mundo la memoria de sus hermanas cayera en el olvido. “La historia que ella mantuvo viva representa a la provincia Hermanas Mirabal en todo el mundo”, destacaba Monseñor Camilo, Obispo Emérito de la Diócesis de La Vega, ese miércoles 1 de marzo en que mamá habría cumplido 92 años. Para él que la conoció desde pequeña, ella tenía “ese don que Dios le entregó de hacer felices y de trabajar por los demás”. Y mientras hablaba de su amor decidido por su país, de su capacidad de vivir cada minuto con alegría, con esperanza, de la pasión con que disfrutaba el color de sus flores, nos invitaba como provincia, como país, como pueblo, a ser lo suficientemente capaces e inteligentes para imitar su legado. El legado de heroísmo cotidiano, de voluntad, de amor, con los que asumió Dedé la responsabilidad de hacer que ese pasado doloroso y espléndido ilumine nuestros pasos para que República Dominicana sea la patria que soñaron y por la que fueron asesinadas sus hermanas.
El sábado por la tarde no pude estar en el Jardín de Patria, recreado y resembrado por Dedé, en la celebración del cumpleaños de Minerva que hoy -o mañana 13 de marzo según dice el acta de nacimiento- estaría cumpliendo sus 91 años.
Hay un montón de formas de recordarlas a las tres, pero viendo las fotos del encuentro, del jardín no puedo dejar de imaginármelas vestidas de verde, dándonos confianza ante la incertidumbre que puede provocar lo nuevo, animándonos a no escondernos del cambio como quieren los que pretenden mantener las cosas como están.