SANTO DOMINGO, República Dominicana, viernes 1 de noviembre 2013.- Los restos mortales del prócer Rafael Tomás Fernández Domínguez, el Coronel del Pueblo, fueron elevados este viernes al Panteón de la Patria en un emotivo acto que unió a las autoridades con la ciudadanía en las muestras de respeto y agradecimiento al hombre que entregó su vida por la libertad y la justicia para el pueblo dominicano.

El acto estuvo presidido por el presidente de la República, licenciado Danilo Medina, y la asistencia autoridades civiles y militares, así como familiares del gestor del movimiento de militares constitucionalistas.

Junto al presidente Medina, asistieron al ceremonial la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández; la vicepresidenta del Senado, Cristina Lizardo y el procurador general de la República, Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional y Francisco Domínguez Brito, entre otros funcionarios.

Al pronunciar el discurso central de la ceremonia, el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, proclamó que el sacrificio de Fernández Domínguez no fue en vano, “pues hoy, a casi cinco decenios de su inmolación, el pueblo cosecha parte del fruto que fecundó su sangre generosa”.

Los restos mortales de Fernández Domínguez fueron inhumados en cumplimento de la ley No. 86-13, de abril del 2013.

Rodríguez pronunció las palabras centrales del solemne acto encabezado por el presidente Medina: “Cuando aquel 19 de mayo de 1965, una bala artera, disparada por un francotirador norteamericano, le segó la vida mientras dirigía una operación militar para tomar el Palacio Nacional, el Coronel Manuel Ramón Montes Arache, a la sazón Secretario de las Fuerzas Armadas del gobierno en armas, dijo que no era el momento para medir en toda su dimensión el impacto que tendría sobre la nación la ausencia definitiva  de ese gran soldado de la Patria”.

Rodríguez hizo un recuento de la vida personal del militar constitucionalista, de cómo asimiló los ideales democráticos y patrióticos pregonados por el profesor Juan Bosch tras el final de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, el 30 de mayo del 1961.

“Cuando fue decapitada la dictadura de Trujillo, y el pueblo se lanzó a las calles reclamando navidad con libertad, en el seno de las Fuerzas Armadas emergió una nueva generación de jóvenes oficiales que supieron interpretar correctamente la nueva realidad política, social y económica que surgió luego del tiranicidio. Fue precisamente Rafael Tomás Fernández Domínguez quien, en el marco de la nueva correlación de fuerzas sociales, se constituyó como uno de los principales exponentes de esa nueva generación de adalides de la libertad y de la soberanía nacional”, expresó.

El funcionario rememoró que Fernández Domínguez, y junto a él un grupo de valientes militares, habría emprendido acciones para contrarrestar los planes golpistas contra el gobierno de Bosch, consumado el 25 de septiembre del 1963, llegando a fundar un movimiento constitucionalista. Dado el golpe, fue forzado al exilio “diplomático”, pero que pese a ello logró estructurar otro grupo de acción con el propósito de restituir  el gobierno legítimo del profesor Juan Bosch.

“Tan pronto tuvo oportunidad de regresar al país, el 13 de mayo de 1965, se incorporó a la lucha armada que libraban los constitucionalistas comandados por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, que había sido elegido Presidente Constitucional del Gobierno en armas, y fue a partir de ese momento, cuando Fernández Domínguez entró de manera definitiva en la Historia Nacional, consagrándose como digno hijo de la patria y como Héroe de la República” manifestó el ministro.

Recordó la tristeza que le produjo al presidente Caamaño Deñó -también elevado este mismo año al Panteón de la Patria- aquella pérdida, pues ante el cadáver del coronel juró consagrarse a vengar su muerte, enfatizando que nada ni nadie lo detendría en la lucha para redimir el sacrificio de su noble compañero en aras de la patria.

Rodríguez manifestó, ante el presidente Medina y demás congregados en el Panteón Nacional, que Fernández Domínguez ingresa a la galería de los grandes libertadores y restauradores contemporáneos que hace apenas meses inauguramos, tras colocar un cenotafio exaltando al Panteón de la Patria al coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, ex presidente de la República en armas durante la guerra de 1965.

Sostuvo que las generaciones del presente y del porvenir, cuando visiten este monumento funerario dedicado especialmente a venerar los Héroes de la República, tras inquirir acerca de la trayectoria pública y privada del Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez aprenderán con orgullo que fue un militar de carrera quien, pese a su juventud, era consciente del papel que debían desempeñar las Fuerzas Armadas en una sociedad democrática.

Indicó que Fernández Domínguez propugnó porque los institutos castrenses debían velar por la seguridad nacional y ser siempre obedientes a la Constitución y al poder civil legalmente constituido; “en fin, un militar de una conducta ética y moral intachable, honesto, responsable, valiente y dotado de una admirable sensibilidad social y patriótica: un auténtico paradigma para los dominicanos de hoy y de siempre”.

Los restos fueron trasladados desde la Puerta del Conde hasta el Panteón de la Patria, en marcha lenta, custodiada por la Guardia de Honor. A su llegada al Panteón, se le rindieron los Honores Militares correspondientes.

En el acto encabezado por el presidente de Medina y el ministro de Cultura fue oficiada una misa por Monseñor Benito Ángeles, quien definió a Fernández Domínguez como ejemplo de  honestidad y lealtad”.  Luego, el ministro de Defensa, Almirante Sigfrido Pared Pérez, leyó la biografía de Fernández Domínguez, para dar paso al ministro Rodríguez, quien tuvo a cargo el discurso central del acto.

Además de Rodríguez, quien preside la Comisión Oficial para el Traslado de los Restos del Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, asistieron al acto los demás integrantes, ministro de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez; Carlos Salcedo, director del Gabinete Ministerial del ministerio de Cultura; el presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer; la presidenta de la Fundación Fernández Domínguez y quien fuera esposa de este, Alma Arlette Fernández; William Páez, miembro de dicha fundación, y Emilio Cordero Michel, representante de la Academia Dominicana de la Historia.

De igual asistieron sus  hijos Ludovino, Orlette e Ingrid Fernández, así como amigos del fenecido militar constitucionalista, así como funcionarios del gobierno. José Guillermo Sued fue el maestro de la ceremonia.

Un amplio dispositivo de seguridad, conformado por miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET),  tendrá a su cargo la custodia de los restos durante el recorrido.