SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cuando la salsa irrumpió en las radios y las pistas de baile de Santo Domingo, en la década del setenta, llegaría para quedarse y formar un grupo de seguidores fieles y apasionados. El popular Chino Méndez y Kovalski Hurst son dos melómanos que no entienden su vida por fuera de este género musical.

Chino Méndez es ampliamente conocido por su tienda de discos Etnia Musical y su programa radial del mismo nombre. Es un caso fascinante de cómo la música puede llenar todos los espacios de la vida de una persona.

La colección de discos que posee es extensa. Cuando muere su padre en 1970 le heredó más de dos mil discos de vinilo de larga duración. “Mi padre siempre solía ir conmigo a comprar los discos de 45, los 78 y luego yo continué la colección”, relata.

Todo inició cuando con la música de Los Compadres y Los Ahijados. Más tarde con el boom mundial de la salsa, que por supuesto se sintió fuertemente en la capital dominicana.

Recuerda que en centros de diversión de la parte oriental de la ciudad, como El Coco se hizo popular bailar salsa.

Corría 1979 y era vendedor de cerveza. Como táctica de ventas llegó a patrocinar fiestas. Cuenta que una vez patrocinó una fiesta en El Oasis, donde tocaron los Hermanos Rosario, “en ese tiempo la caja de cervezas costaban 32 pesos”. En esa misma discoteca se presentó La solución con el emblemático salsero Frankie Ruiz.

Chino Méndez, uno de los melómanos de salsa más conocidos del país.
Ariel Díaz-Alejo

En los ochenta y noventa colaboró con Rafael Corporán de Los Santos en la selección de canciones de salsa en algunos de sus programas de radio. Pero dice que lo hacía solo como entretenimiento.

La colección de música incrementó de manera vertiginosa cuando comenzó a viajar a EE.UU. “Iba a Miami, y las tiendas de discos y compraba cajas completas de disco”. De esa manera surgió la tienda Etnia Musical. El lema del negocio era “Lo que se grabó desde 1900 hasta lo que se grabó anoche”.

Nadie como Celia

Su intérprete preferida es Celia Cruz, “ella es la número uno. No creo que nazca ni hombre ni mujer como ella”. Cree que la llamada “guarachera de Cuba” transmitía como nadie la esencia de la salsa.

Seguidos de Celia, se encuentran Ismael Rivera y Héctor Lavoe.

Actualmente, Chino sigue fomentando la salsa, ahora con su programa de radio sabatino.

Un amante de la salsa “underground”

Ni su apariencia europea, ni su nombre su exótico apellido debe confundir. Kovalski Hurts es un melómano salsero que ha emprendido las mas locas aventuras con tal de conseguir un anhelado disco.

Siendo apenas adolescente, en su natal Puerto Plata salió desesperadamente en busca de un disco que deseaba frenéticamente. “En los 80 queria una producción de Johnnie Pacheco. Tuve que salir a Santiago, con 16 años, solo a buscar ese LP en Santiago”.

En Puerto Plata, donde nació y creció, las emisoras no eran temáticas. Tenía oportunidad de escuchar pocas salsas.

En aquella época los salseros que más se escuchaban eran los pertenecientes al sello Fania All Stars: Ismael Miranda, Eddie Palmieri, Johnie Pacheco

Pero esos episodios no terminaron en la adolescencia. Ya viviendo en la capital, esos comportamientos aumentaron. “Recuerdo una tarde del año 2001, salí en el vehículo y fui a la Mella y encontré cerca de 500 LP. El vendedor al notar mi emoción le puso un precio más alto del normal. Para poder conseguirlos tuve que salir a buscar dinero. No los quería dejar ahí, porque al otro día en la mañana podía pasar un melómano y llevárselos”.

Kovalski también confiesa que se hizo locutor por la salsa. El afán por compartir con los demás su pasión le hizo estudiar locución y crear su propio programa de salsa.

Sin embargo, es muy selectivo con el tipo de salsa que escucha. Su predilecta la define como “salsa underground”.

En los ochentas le encantaba La Orquesta Impacto Crea, una banda que se formó en Hogares Crea Puerto Rico; así como Cheo Feliciano, la Orquesta Suprema y Grupo Yambó.

“Con mi grupo de amigos nos lanzábamos como sabuesos a la calle a buscar discos en lugares donde vendían LP. Te estoy hablando de hace 20 años atrás. Todavía estamos buscando LP, porque eran bandas que no pertenecían a grandes compañías, entonces el melómano tiene que buscar esos discos y transferirlos a digital”.

Iban a la Caracas No. 7 en Borojol; y en la Mella donde vende música en la calle. Otra idea que se les ocurrió fue visitar las emisoras de los pueblos que tenían LP en sus almacenes. “Aparecían en condiciones buenas y aceptables”, dice.

Asevera que el salsero es poco tolerante a escuchar otros géneros musicales. “La bachata principalmente no la soporta”, sostiene.

“Los salseros no tenemos un patrón de vestimenta. Somos más prácticos. Nos gusta una junta en una esquina, pero no tenemos un ritual”. Con su grupo de amigos se reúnen cada dos semanas para bailar y tocar instrumentos sobre la música en la bocinas.

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