SANTO DOMINGO.- Intenso, amoroso, muy firme, pero tierno. Cargado de perseverancia, no fue inmune al fracaso, sin embargo, siempre se levantó. Se indignaba con el abuso hacia la mujer, se consideró un gran defensor de ellas por su valía como ser humano. En su juventud le encantaba nadar, jugar béisbol y esculpir.
Matías Bosch Carcuro describe así a su abuelo, el profesor Juan Bosch, en un encuentro realizado en la sala Mi Espacio de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana (BIJRD), con adolescentes participantes de la novena Olimpíada de Lectura dedicada al fenecido pensador, un hombre a quien aún admira, pese haber partido a la eternidad hace 18 años, por ser símbolo de honestidad, respeto e igualdad con todos a su alrededor, y a quien le agradece el legado de “salir del molde”, ver que hay algo más allá de lo que la sociedad impone.
Entre preguntas de los asistentes y anécdotas, Matías recordaba su niñez en Cuba y República Dominicana, y las aventuras junto a su abuelo, como la vez que visitó Altos de Chavón, las chacabanas que usaban para parecerse uno al otro, y aquella ocasión en que a sus 14 años quería algo de dinero para comprar un chocolate, sin estimar que tras un “no” por parte de don Juan había una gran lección y un valor que aprender: la paciencia.
“Mi abuelo y yo éramos muy cercanos…el poco tiempo que duraba con él me hacía sentir importante. Fueron tiempos duros, porque él pasó por mucha persecución. Todo el tiempo luchando, nunca tuvo la oportunidad de estar firme en un lugar debido a las persecuciones de la época. Su vida era una propia historia”, afirma el también profesor universitario, activista social y aficionado a la fotografía.
Explica que don Juan no pudo ver a sus hijos crecer ni ofrecerle una vida “normal”, debido a que tuvo que exiliarse durante la dictadura trujillista para evitar la muerte o que le hicieran algún daño a su familia. Había sido encarcelado por sus ideas políticas y liberado después de varios meses en prisión. En esos años de exilio, el cuentista nativo de La Vega escribió más de una treintena de cuentos entre los que se destacan “La Mujer” y “Cuentos escritos en el exilio”; las novelas “El oro y la paz” y “La mañosa”, así como decenas de ensayos y artículos.
Por años tuvo que comunicarse a través de cartas con su esposa, doña Carmen Quidiello, y no fue hasta los 80 años que logró adquirir una vivienda propia gracias a la colaboración de la comunidad donde vivía en ese entonces.
“Me parece dolorosísimo que él no haya podido estar presente en muchos momentos importantes de su vida. Por eso él siempre decía que para lograr cosas hay que esforzarse y sacrificarse. Yo me siento muy orgulloso de mi abuelo”, afirma Matías.
Los asistentes al conversatorio preguntaron a Matías que cuál de los libros de su abuelo es su favorito, a lo que éste respondió que “Camino real”, porque es una historia que reivindica al campesino. En la actividad, participó, además, la directora de la BIJRD, Dulce Elvira de los Santos, quien habló sobre algunas de las más importantes obras escritas por el profesor Juan Bosch.
Olimpíada de Lectura
Con el objetivo de fomentar el hábito de lectura en niños, adolescentes y jóvenes, y así como contribuir a su enriquecimiento cultural, la Vicepresidencia de la República y BIJRD realizan concurso Olimpíada de Lectura 2019, dedicada al profesor Juan Bosch, la cual se desarrolla cada año coincidiendo con el natalicio del escritor y expresidente de la República, para recordar así la gran labor que realizó en favor de las letras.
La iniciativa impulsada por la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño, también tiene como propósito desarrollar en los participantes su capacidad de análisis, su comprensión lectora y la expresión oral y escrita de las ideas. Asimismo, se propone promover los valores éticos del insigne intelectual, humanista y escritor dominicano.