JAPÓN, Tokyo. Proyectos como “ceremony of tea”, “read Light” o “birth of a star” han transformado a Mariko Mori en una de las artistas mas importantes de la plástica mundial. Esta joven artista se ha convertido en modelo y protagonista de sus propias obras, yendo desde una geisha que ofrecía tasas de te a los desprevenidos transeúntes del distrito financiero de Tokio a una prostituta chic.
Poco a poco sus personajes, que ella misma caracterizaba fueron adentrándose mas en el pensamiento new age. Surgieron entonces “Miko no Midori”(1996) y “Burning Desire”(1996-1998) en las que se transforma en una deidad budista sentada en la posición de loto en medio de un desierto y rodeada de un halo multicolor.
A mediados del 2003 apareció uno de lo trabajos mas interactivos de Mori: “WAVE UFO”, una escultura de gran formato realizada en fibra de vidrio. En ella, los visitantes, conectados a la escultura a través de una serie de electrodos podían observar en las paredes interiores las imágenes producidas por sus propias ondas cerebrales.
Tal es el éxito que ha alcanzado esta artista con su WAVE UFO que en el año 2005 fue invitada a exponerla a la 51 Bienal de Venecia, siendo altamente comentada por la critica internacional.
La artista japonesa se hizo famosa por sus instalaciones de alta tecnología, al crear una obra de “land art” en la isla del Pacífico de Miyako. El trabajo, llamado "ritmo primario", que constaba de dos partes – "columna solar" y "Piedra de la Luna", que se colocó en dos rocas cerca de la orilla.
La pieza simboliza la unidad de la naturaleza y la alta tecnología. Cada año, el solsticio de invierno columna arrojará una sombra enorme, que pasan a través de la "Piedra de la Luna". En los restantes 364 días, los turistas también estará en qué admirar: la piedra cambia de color con cada flujo y reflujo. "Quiero que el público sienta una vez más los ritmos del sol, la luna y el mar, y en unión con el universo que existe dentro de cada ser humano", – dice el artista.
Miyako se encuentra a unos 300 kilómetros de la gran isla de Okinawa. Hasta ahora, nadie sabe cuándo habrá una obra de Maury.