Fue puesto en circulación en las librerías locales el libro: Hostos revolucionario sin fronteras, de la autoría de Santiago Castro Ventura. En esta publicación se pretende redimensionar la categoría de combatiente revolucionario de Hostos, que ha sido soslayada por las demás cualidades que les fueron inherentes como pedagogo, filósofo, sociólogo, literato y periodista.
El autor, el médico Santiago Castro Ventura, asume que aunque sea de modo involuntario la historia intelectual del eximio ciudadano de América poco a poco se encamina a sepultar al revolucionario, sin que esta condición sea incompatible con las muy positivas cualidades antes mencionadas.
Se resalta que este trabajo no intenta presentar al Hostos peculiar, harto conocido, se persigue describir un Hostos distinto al tradicional, el que desarrolló un itinerario de vida descarnado, militando activamente sus posiciones políticas como primera prioridad, desafiando a los que mantenían el control colonial en las Antillas españolas, ejerciendo su papel de promotor revolucionario sin tomar en cuenta fronteras.
Se destaca que Hostos inició esta labor desde la misma metrópoli española en la prensa y el Ateneo de Madrid, luego retorna a América donde trató de modo constante e infructuoso de convertirse en soldado rebelde en Cuba o Puerto Rico; en diferentes países organizó sociedades revolucionarias, marchas, mítines, asambleas y periódicos en apoyo a la insurrección en Cuba y por el surgimiento de un brote rebelde en Puerto Rico; en varias ocasiones retó a duelo a reconocidos reaccionarios que calumniaban la lucha por la libertad en las Antillas; en Santo Domingo participó de modo activo en operativos a favor del bando Azul o progresista contra gobernantes autoritarios como Buenaventura Báez, Ignacio María González y Ulises Heureaux (Lilís).
En esencia el libro se propone encontrarse de modo pleno con el revolucionario sin fronteras, el “tal Hostos”, “el filibustero”, “el laborante”, “el energúmeno”, como lo estigmatizaban sus enemigos coloniales al ubicar que no cejaba en la difusión de sus ideas revolucionarias. El insurrecto que no conoció fronteras en la lucha por el ascenso de la revolución democrática.
Se describen sus actividades revolucionarias de primera fila y sin confines en múltiples ciudades como: Madrid, Barcelona, París, New York, Cartagena, Panamá, Lima, Chorrillos, Valparaíso, Chillán, Santiago de Chile, Buenos Aires, Rio de Janeiro, Saint Thomas, Boston, Puerto Plata, Santo Domingo, Caracas, Puerto Cabello, Mayagüez y San Juan.
Se acentúa que de modo primordial delineó una ambiciosa agenda insurgente a partir de su novela juvenil: La peregrinación de Bayoán, publicada en Madrid. Un combatiente sin límites, que como Martí insistió en abonar el árbol de la libertad e independencia con su sangre de héroe.
Al sintetizar su curriculum revolucionario, se establece que la primera prioridad que desplegó en su vida física en todas sus fases biológicas desde la juventud hasta la vejez, sin desmedró de las otras grandes cualidades que les caracterizaron, fue la de incansable promotor de la revolución democrática. Al insistir en pasar a combate, desistía de óptimas oportunidades académicas y burocráticas por su anhelo de echarse un fusil redentor al hombro, de quemar pólvora patriótica.
En su vejez no le arredraban sus limitaciones físicas para seguir impulsando fórmulas revolucionarias en un ámbito plagado de adversidades.
Humanista, pedagogo, filósofo, sociólogo, periodista, y literato fueron grandes atributos secundarios para el héroe, cuyo estandarte primario fue la revolución. Para presentar ese Hostos irreverente frente al status quo colonial, el autor ha recurrido a múltiples documentos inéditos hasta el presente en archivos nacionales e internacionales.