Colaboración especial de Dra. Luisa Navarro

(Texto de la conferencia magistral dictada en la celebración del "Día de los Neiberos Ausentes"-DNA-21-, organizada por el Voluntariado Sociocultural de Neiba, Bahoruco,VOSNEIBA).
Y, es que en periodo en que se hizo el informe de la Comisión, los agentes y encargados de negocios estadounidenses hablaban de Cabral con cierta complacencia y simpatía, no así de Gregorio Luperón a quien llamaban bandolero en cada escrito. Hay un campo de contradicciones en todo esto.
Cabral fue quien abrió la caja de Pandora del imperialismo, sin embargo, fue también quien activó el sur contra el gobierno de Buenaventura Báez que se instaló dos veces luego de derrocar a Cabral en 1866 y en 1868, quedándose Báez en el mando desde 1868 hasta 1874. Ese sur que era su centro de operaciones se convirtió en el centro de la guerrilla antibaecista.
¿Por qué haría esto Cabral? El informe de la Comisión americana dice que Cabral contaba con la devoción de la población de Neiba y que allí se hacía llamar Jefe de la Revolución. El mismo informe establece que Cabral mandaba a que todos los hombres formaran parte de su ejército, en una población que no alcanzaba las cinco mil personas.
Esa comisión identificó las concesiones y donaciones que habían realizado los gobiernos de Cabral y de Báez a extranjeros bajo el supuesto de que era para realización de estudios de geología y a partir de ellos decidir la venta de los terrenos a interesados en la producción agrícola y en la extracción minera. Hay que tomar en cuenta que Neiba era en ese años de 1866 una común de la Provincia de Azua.
Esos estudios eran pagados por empresas de Nueva York interesadas en la explotación. Y, aparece entre estos un contrato otorgado a Darius Hatch del 27 de septiembre de 1866 para explotar, para su exportación, la mina de sal gema de Neiba y construir un ferrocarril desde allí hasta la costa de Barahona. Pero ¿Quién era presidente de la República Dominicana en esa fecha? Pues, Cabral.
Se lee, en las páginas 246 y 247 del informe, que los depósitos de sal de Neiba eran montañas. Una al norte y otra al este del Lago Enriquillo, compuestas de sal cristalizada, pura, cubierta por una pequeña una capa de suelo de fácil remoción.
En los estudios de la comisión los referentes a la Sal de Neiba son múltiples. Llama la atención que también se refiere la magnitud de las minas. Que “…la montaña al este del Lago Enriquillo medía dos milla de largo y era de la más clara variedad, cristalizada, transparente y purísima, de entera calidad y del más alto valor.”

Esa apreciación no era nueva, ya para 1650 el canónigo Luis Alcocer de Ocampo había valorado la sal de Neiba como Cantera de Riqueza.
El informe americano se explaya en describir esa sal, como lo hace en la página 303 del mismo, que indica que “La sal de las montañas de Neiba es abundante y bella, inagotable y cristalina, pura y transparente como el hielo.” También la catalogaba como superior a la sal de Calderas, que era la de mayor consumo en el país. El estorbo para su extracción era la guerrilla de Cabral. Esa que se mantenía contra el gobierno de Buenaventura Báez, lo que les impedía a los geólogos llegar hasta ese lugar y profundizar en los estudios.
El mismo Cabral que otorgó el contrato impidió que los geólogos enviados por la compañía de Hatch entraran a la zona a explorar las minas lo que contribuyó a la anulación del contrato por parte de la compañía. En esa anulación había una señal de desacuerdo de los miembros de la comisión con el presidente Báez, pues apuntaban en una nota varios factores de la anulación, uno de ellos era que las minas estaban en terrenos privados, que se supo después que eran comuneros, y por otro lado que la “única insurrección seria es la vieja revuelta en la vecindad de Neiba”. Con lo cual se le estaba dando un espaldarazo a Cabral en contra de Báez y de Luperón.
Sin embargo, en otros renglones hacían saber que la rebelión de Cabral era tan sangrienta y coercitiva que fusilaba a los hombres de Neiba que se negaran a sumarse a su ejército. Esto por órdenes de Cabral ejecutadas por su lugar teniente, un haitiano, residente en Puerto Príncipe, desde donde se dirigía la guerrilla de Cabral, llamado José Polo.
La comisión americana compuesta de 32 miembros y que tenía como presidente a Benjamín Wade y como secretario a Frederick Douglas, rindió su informe al gobierno de los Estados Unidos, pero no al presidente Johnson, quien los envió, sino a Ulysses Grant quien había ascendido en 1869. No viene al caso, pero es bueno señalar al margen que la guerrilla desarrollada por Gregorio Luperón en todo el país fue un factor de temor para evitar la anexión de la República Dominicana a los Estados Unidos, aunque muchos autores prefieren magnificar los discursos del senador por Massachusetts, Charles Sumner contra ese plan.
De manera tal que sesenta años después, arriba al poder en la República Dominicana Rafael Leónidas Trujillo con el mapa del informe de la comisión americana bajo el brazo. Y por ende, el primer monopolio que estableció fue el de la sal.
La sal que se consumía en todo el país, como ya hemos visto era la sal marina recolectada en Montecristi y en Calderas. Las minas de sal gema seguían en manos de los sucesores de los antiguos propietarios comunitarios a pesar de lo acaecido por Sistema Torrens, porque esas tierras no fueron ocupadas para la producción cañera, de manera que Trujillo encontró familias campesinas.
Pero el generalísimo, doctor, les propuso a esas familias campesinas la compra de sus tierras a precios irrisorios. Esas tierras que eran las dos montañas que formaban la gran mina de sal gema. Así el presidente hizo pasar por el Congreso una ley que ordenaba la clausura de las salinas marítimas.
Según la disposición presencial porque la sal marina hace daño al cuerpo humano y su recolección perjudica arrecifes de coral. A esa disposición se agregó que el consumo de la sal sería la de Neiba que era la única mina de sal del país. Asimismo se determinó una subida de precio de la sal de uno a cinco pesos el quintal; y a decir de Juan Bosch, este fue el origen, el inicio de la acumulación originaria que procreó la fortuna de Trujillo. Asimismo el presidente se apropió de los pinares de Jarabacoa y Constanza, así como de las cordilleras Central y Septentrional.
En Neiba ocurrió algo más. Muchos campesinos, acostumbrados a décadas de lucha y resistencia se negaron a vender e iniciaron una intentona de rebelión siendo apresados u enviados a la cárcel de El Pozo en Nagua. Un número indeterminado de familias se mudó a vivir en las cercanías de la cárcel para estar cerca de sus familiares apresados y para tener de que vivir puesto que se habían quedado sin tierras en Neiba.
Los prisioneros fueron obligados a la siembra del arroz que impulso el monopolio trujillista de alimentos. Este sembradío se realizaba en lugares cercanos al Gran Estero donde prevalecían las de arenas movedizas por lo que muchos perdieron la vida. Otros cumplieron condena y salieron de la cárcel sin poder regresar a Neiba donde nada les quedó y por ende sembraron en Nagua los apellidos Pérez, Méndez, Florián, entre otros.
Finalmente, la común de Neiba fue dividida. Barahona, que era Distrito Marítimo pasó a ser provincia. El 18 de marzo de 1943 Neiba, Duvergé, La Descubierta y Tamayo constituirán la Provincia Bahoruco, pero segregadas de la Sal de Trujillo y de Las Salinas, las que en el día de hoy, no cabe dudas a ninguno, son de Barahona.