Sao Paulo, 16 nov (EFE/Alba Santandreu).- Sin el comienzo ni el guión tradicional que suele acompañar a los cuentos de hadas, "La princesa y la costurera" se sube al escenario en Brasil para explicar a los más pequeños la historia de amor de dos mujeres que "buscan su felicidad".
La pieza, inspirada en el libro homónimo de la brasileña Janaína Leslão, deconstruye los tópicos de los cuentos de princesas, en los que se da por hecho que la hija del rey debe casarse con el príncipe, e introduce la cuestión de la homosexualidad, un tema prácticamente ausente en la literatura infantil.
La obra viaja hasta el ficticio reino de Entreríos, en el que la princesa Cintia está destinada a casarse con su amigo Febo, heredero al trono del vecino reino de Entrelagos, pero, saliéndose del papel establecido, acaba enamorándose de la costurera de su vestido de novia.
"Yo no amo a ningún hombre. Sé que la tradición dice que una mujer tiene que amar a un hombre, pero el amor siempre es bonito, también entre princesas y costureras", sentencia Cintia, quien, además, en el cuento original es negra.
La idea de crear un libro dirigido a niños que abordara la homosexualidad surgió en 2007, cuando Leslão, psicóloga de profesión, notó que los jóvenes no tenían una referencia de "final feliz" cuando se hablaba de relaciones de personas del mismo sexo.
"Yo no amo a ningún hombre. Sé que la tradición dice que una mujer tiene que amar a un hombre, pero el amor siempre es bonito, también entre princesas y costureras", sentencia Cintia, quien, además, en el cuento original es negra.
Escribió la historia en 2009, en África, pero tan sólo consiguió publicarlo en Brasil cinco años más tarde debido a "la osadía del tema", según explica la autora en declaraciones a Efe.
"Más que un cuento LGBT, es un cuento feminista. Transmite el mensaje de que las mujeres deben ayudarse, de que las mujeres son las protagonistas de su vida", asegura la autora.
En la obra, Cintia cuenta con el apoyo incondicional de su hermana Selene y con la ayuda incansable de la costurera, quien permanece a su lado a pesar del rechazo de su padre, el rey de Enteríos.
Durante la trama, los actores -dos mujeres y un hombre- intercambian los roles en diversos momentos de la obra, en los que "todos viven la vida de todos".
"Las princesas se intercambian, la princesa también es un hombre haciendo de princesa. Los niños hacen naturalmente eso cuando juegan, nosotros (los adultos) que intentamos frenarlos", señala a Efe el director de la pieza, Antônio Corrêa Neto.
A pesar de la huida de los tópicos, "La princesa y la costurera" comparte con los cuentos tradicionales la idea del final feliz: tras mucho esfuerzo el rey autoriza el matrimonio de su hija y "Cintia" y la costurera "luchan por ser felices y por hacer feliz a los otros".
"Si queremos que el amor entre princesas, príncipes, un príncipe y una princesa sea visto de forma natural, hay que abordarlo de una forma natural. Cuando las personas asisten la obra y ven ese abordaje se quedan hasta aliviadas", agrega Corrêa Neto.
La naturalidad y fluidez de la obra fue uno de los aspectos elogiados por las familias que asistieron el espectáculo, el cual se enmarca dentro del Festival Mix, el mayor certamen cultural LGBT de Latinoamérica, que se celebra en Sao Paulo hasta el próximo 20 de noviembre.
"Este tipo de obras son muy importantes. Pensamos que los niños no lo van a entender, pero sí que lo entienden. Tienen que saber que no existe un solo tipo de amor, sino que existen muchas opciones. Tienen que conocerlo de manera lúdica y después iremos abordando el tema", aseveró Vanesa Santos, quien acudió acompañada por su dos hijos.
Eso mismo es lo que Kasia, quien es homosexual, intenta explicarle a su sobrina, de 6 años, a quien llevó a ver la obra después de haber leído e interpretado el libro en casa junto a ella y su pareja.
"Esto es solo un pedazo do que queremos construir", resalta. EFE