Título original: Star Wars: The Force Awakens. Género: Ciencia Ficción/Aventura. Dirección: J.J. Abrams. Guión: J.J. Abrams, Michael Arndt, Lawrence Kasdan (Personajes: George Lucas). Reparto: John Boyega, Daisy Ridley, Harrison Ford, Carrie Fisher, Mark Hamill, Oscar Isaac, Adam Driver. Duración: 2 horas 16 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
Hacer una crítica justa a la saga galáctica más famosa de la historia del cine contemporáneo, es caminar por terreno pantanoso. Y no lo expreso por su peligrosidad sino por todo lo que envuelve como producto popular.
La reintegración cinematográfica de esta historia concebida por George Lucas con los tres anteriores episodios que trataron de esclarecer muchos puntos de la historia global y de los personajes que en ella se involucran, ha valido colocarla en una posición de especial escrutinio por parte del público y de la crítica internacional.
Es de suponer que una cinta que se desarrolla treinta años después de “El retorno del jedi” (’Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi', Richard Marquand, 1983) debía de presentar variantes argumentales de integración de viejos personajes con los nuevos que le darán continuidad a la saga.
Esta ha sido una de las preocupaciones del director J.J. Abrams, responsable de relanzar otra serie intergaláctica como “Star Trek”, quien junto a los guionistas Michael Arndt y Lawrence Kasdan, se hizo muchas preguntas antes de dar paso a una historia que pudiera encajar milimétricamente con todos los demás episodios.
Pues bien, treinta años después de la victoria de la Alianza Rebelde sobre la segunda Estrella de la Muerte, la galaxia está todavía en guerra. Una nueva fuerza del mal ha surgido la cual empuja a una nueva rebelión donde el Líder Supremo Snoke y Kylo Ren, constituyen temibles amenazas.
Este contexto bélico es el que facilita desarrollar una historia coherente que integre viejos personajes con los nuevos. Leia Organa, Han Solo, Chewbacca, R2-D2 y C-3PO se reconstruyen en un nuevo universo histórico donde cada uno de ellos tiene una misión que cumplir.
Aunque Abrams intenta moverse equilibradamente entre novedad y nostalgia, logra a medias posicionarse dentro de un relato formal que cumpla con todos los requisitos de expectativas impuesta por la misma naturaleza de la serie.
Para los nostálgicos la historia de Han y Leia es un punto de anclaje a esa vieja historia de amor, que al final tratan de reconciliar diferencias, aunque el destino les tiene otras maneras de reivindicación.
Para los nuevos fans Rey, la joven que se integra a una rebelión sin medir consecuencias, interpretada por la joven actriz británica Daisy Ridley y Finn (una sucesión de Darth Vader), el personaje interpretado Adam Driver es lo mejor que propone este Episodio VII.
Ambos toman la antorcha e intuyen lo importante de manejarse adecuadamente pues serán los que moverán el trayecto en las próximas entregas.
Como siempre, la partitura musical de John Williams se acopla a un nuevo ritmo donde las escenas de acción se desarrollan con un buen colchón sonoro teniendo rasgos sutiles que impiden se desboque.
En su parte estética se imponen los temas desérticos por un lado, y el oscuro panorama de las batallas. En esta ocasión se deja a un lado el rodaje totalmente digital para dar paso a las clásicas técnicas dadas por el celuloide en los formatos dimensionales de 70 mm y 35mm. Esto es aprovechado al máximo para devolverles en tono cálido a las escenas.
En términos generales este empaque emocional que envuelve a este episodio, constituye una manera de facilitar posibles entendimientos entre la vieja y la nueva generación de espectadores que han hecho de este producto un gran suceso fílmico.