Los escritores trans han sido siempre despreciados y puestos "en tela de juicio" por el status quo, afirmó este jueves la argentina Camila Sosa Villada, durante una charla con jóvenes asistentes a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
"La literatura siempre ha estado en manos de personas que han tenido la posibilidad de estudiar, pero siempre hemos sido los escritores marginales los que hemos estado en tela de juicio, hemos tenido que pagar un precio para que nos respeten o esperar que nos muriéramos para reeditar toda la obra", reclamó.
Sosa Villada (Córdoba, 1982) recordó a escritores como los chilenos Pedro Lemebel y Claudia Rodríguez, a quienes algunos sectores han vilipendiado por no haber salido de la academia y dedicarse a la literatura por pasión, además de salirse de la heteronorma y el binarismo.
La actriz y escritora trans mantuvo una amena conversación acompañada de la mexicana Ana García Bergua en la que habló del proceso de construcción de su novela "Las malas" (2019) con la que saltó a la palestra pública y cuyas protagonistas se dedican al travestismo y la prostitución, de la que ella misma vivió durante un tiempo.
La narradora aseguró que, aunque comenzó a trabajar en la literatura apenas hace unos años y ha dedicado más de 15 años a la actuación, la idea de narrar y contar historias siempre estuvo en su mente.
"Ser travesti, actriz, prostituta también, todo eso lo hice sobre el cuerpo de una escritora. 'Las malas' y los libros que he escrito hasta ahorita son libros que comencé a escribir desde muy pequeño y recién ahora estoy encontrando palabras para eso", dijo.
La argentina escribió también el libro de poesía "La novia de Sandro" (2015) y un ensayo autobiográfico titulado "El viaje inútil" (2018) y contó que el español Federico García Lorca fue su punto de partida para adentrarse en la escritura, una actividad que siempre consideró como "un acto muy íntimo y muy solitario".
Recordó que cuando era menor sus padres fomentaron su amor por la lectura y le regalaban libros en las fechas especiales o cuando sacaba buenas notas en el colegio, además de regalarle una máquina de escribir que usaba para crear sus primeras historias.
La literatura además le dio la posibilidad de superar y dejar atrás la etapa de su vida en que la prostitución y las adicciones eran una constante.
"Para mí todo se trata de hacer lenguaje, de combinar palabras, de hacer imágenes con la palabra que es la única manera que entiendo de poder restituir un poco de dignidad a una vida que fue bastante indigna, aunque ahora soy muy digna", aseguró con cierta emoción.
Sosa Villada recibió de manos de la directora de la FIL, Marisol Schulz, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz que no pudo recoger en 2020, debido a que la feria fue realizada el año pasado de manera virtual debido a la pandemia de covid-19.
La FIL se desarrolla del 27 de noviembre al 5 de diciembre con la asistencia de 600 escritores de 46 países, con la participación de más de 3.000 profesionales y 255 expositores de 27 países con una oferta editorial de 240.000 títulos en 10.000 metros cuadrados de exposición.