VIÑA DEL MAR, Chile (EFE).- El chileno Américo y los estadounidenses de origen dominicano Aventura convirtieron el martes el auditorio del Festival de Viña del Mar en una auténtica pista de baile con ritmos tropicales que pusieron de pie a un anfiteatro repleto de jóvenes.

La segunda jornada del festival chileno se abrió con la espectacular presentación de Américo, que en la pasada edición del certamen se consagró como un ídolo en su país, y en esta ocasión mostró, como lo había prometido, el temple y la madurez ganados en este año.

Al artista, de 32 años, se le vio disfrutar en el escenario de la Quinta Vergara, aunque no pudo revalidar las dos gaviotas de plata ganadas en la anterior ocasión y que pocas veces se conceden, y se fue a casa con dos antorchas y una gaviota.

Su presentación, impecable sobre la tarima, terminó con polémica cuando, en la rueda de prensa posterior al concierto, el artista acusó al presentador, Rafael Araneda, de sacarle del escenario antes de poder culminar su interpretación ante un público entregado.

Según Américo, Araneda le pidió al oído, tal como se pudo ver en directo, que le ayudara a apaciguar al auditorio para dejar paso al resto de los artistas. "Se cometió una total injusticia", denunció este artista, reconocido por su humildad y cercanía.

El cantante abandonó el escenario cuando llevaba ya hora y media de concierto, que comenzó con desenfado y soltura, vestido con un traje de chaqueta negro y camisa blanca, y arropado por más de una decena de músicos repartidos por una escalinata.

"Entre el amor y el odio", "Me olvidé de tu amor" y "Adiós amor" abrieron el repertorio de un artista que supo manejar los tiempos y demostrar soltura con simples pero aplaudidas coreografías que revistieron de fiesta su espectáculo.

Tras una buena tanda de ritmos tropicales, Américo bajó las revoluciones y destapó la caja de las sorpresas, envueltas en una versión melódica de su conocida "Traicionera" y en una interpretación de "Murió la flor", de los chilenos Los Ángeles Negros.

El artista, colmado de flores y alabanzas, también mostró su destreza a los mandos de la percusión, sacó al escenario a una pareja de niños que movían la cadera a un ritmo vertiginoso y recordó al fallecido bolerista peruano Lucho Barrios con "Valparaíso mi amor".

En la recta final, Américo sacó a relucir su artillería pesada y remató el espectáculo con "Embrujo", "Te vas" y "Que levante la mano", sus temas más bailados, que dejaron al público con una sonrisa en la boca y a él, con ganas de seguir cantando.

Aventura, la sensación de la noche

La velada siguió su curso con la actuación de un humorista local y con las competencias folclórica e internacional, que dieron paso a la última intervención estelar de la noche, la de Aventura, que se presentó por primera vez en este certamen, el más popular de Latinoamérica.

Recibidos con un griterío ensordecedor, el cuarteto repartió bachata enlatada en letras que hablan de amor y desamor, como "El desprecio", "Peligro" y "Su veneno", pero también temas más sociales, como el del arribismo que tratan en "Quién te cambió".

El grupo, nacido en las calles del Bronx neoyorquino, pero de raíces dominicanas, se ciñó estrictamente al libreto, que marcaba canciones, bromas y números un tanto teatrales repetidos en otras actuaciones, tal como reconoció el propio Romeo, que lleva la voz cantante.

El vocalista hizo gala de su voz y su don de gentes al compás de la bachata, cuyo marcado ritmo lo convierte en ocasiones en un género monótono, aunque Aventura sabe darle su marca a cada tema con una larga historia relatada en cada letra.

El cuarteto se adentró también en el reguetón con "Hoy es noche de sexo" y revolucionó al auditorio con "Mi corazoncito", "La boda" y su popular "Obsesión", que propagó la locura entre los 15.000 espectadores de la Quinta Vergara.

La fórmula de Aventura logró cautivar al auditorio, que no sólo consiguió las dos antorchas y la gaviota de plata concedidas por petición popular, sino también la de oro, un galardón que se otorga solo en ocasiones muy especiales.

Tras esta exitosa actuación en Viña, la banda cerrará este jueves con un concierto en Santiago su gira "The Last", que además dará inicio a un receso de dos años en los que pretenden sumergirse en proyectos personales.

El espectáculo en el festival de Viña del Mar, que se celebra entre el 21 y el 26 de febrero en esa ciudad chilena, continuará mañana con las actuaciones del mexicano Marco Antonio Solís y de los puertorriqueños Calle 13. EFE