Madrid, 24 nov (Carmen Sigüenza./EFE).- El escritor e intelectual Juan Goytisolo es uno de los grandes nombres de la tradición narrativa en lengua española, un autor cervantino y una de las voces más críticas y heterodoxas, un practicante de la incorrección política, desde que se exilió en París en 1956.

Juan Goytisolo Gay (Barcelona, 1931) está considerado también un "interlocutor entre la cultura europea y la islámica"; no en vano, vive en Marrakech desde los años ochenta. Pero antes, sus pasos estuvieron en Estados Unidos, donde dio clases en California, Boston y Nueva York.

Una vida nómada y universal que también se refleja en su literatura. Carlos Fuentes le consideraba como "uno de los mejores escritores del mundo", y él mismo se ha clasificado como alguien "anómalo como todo creador" y de "nacionalidad cervantina".

Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona, tras la publicación de sus dos primeras novelas, "Juegos de manos" (1954) y "Duelo en el Paraíso" (1955), Juan Goytisolo se marcho a París, donde estuvo hasta 1969

Nacido en el seno de una familia vasco-cubana, Juan es hermano del poeta José Agustín Goytisolo, fallecido en 1999 y del también escritor y académico Luis Goytisolo.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona, tras la publicación de sus dos primeras novelas, "Juegos de manos" (1954) y "Duelo en el Paraíso" (1955), Juan Goytisolo se marcho a París, donde estuvo hasta 1969.

Allí fue asesor literario de la prestigiosa editorial Gallimard, y conoció a la fallecida Monique Lange, la novelista y guionista con quien se casó en 1978 y quien introdujo en Francia a autores como Luis Goytisolo o Jesús Fernández Santos.

Autor de más de cincuenta títulos, la mayoría traducidos al inglés, Juan Goytisolo cultiva la novela, el ensayo, la literatura de viajes, el cuento y las memorias. Una creación marcada siempre por el compromiso y la libertad.

Títulos como "Fin de fiesta" y una de sus obras míticas y de mayor impacto "Señas de identidad", y tras de ellas "Juan sin tierra", "Disidencias", "Makbara", "Paisajes después de una batalla" y "Coto vedado", donde habla abiertamente de su homosexualidad.

Asimismo, "Duelo en el paraíso", "Reivindicación del conde don Julián"; "Crónicas sarracinas", "Las virtudes del pájaro solitario", "Carajícomedia" y "Telón de boca" dejan constancia de una obra que atraviesa géneros y fronteras.

Reconocido con premios como el Nacional de las Letras, el Premio Formentor, el Europalia de Literatura, el Octavio Paz, el Juan Rulfo de Guadalajara (México); el Rachid Mimumi de París a la tolerancia y a la libertad, y el Nelly-Sachs (Dortmund, Alemania, 1993), Goytisolo siempre ha lamentado que la mayoría de los premios se los dieran fuera de España.

Ahora, el Premio Cervantes pone el broche de oro a toda su carrera vertebrada por su idea de la creación y también por un autor, Cervantes, quien en palabras de Goytisolo "fecundó la totalidad de la novela europea".

"En cuanto a la creación, Goytisolo ha sido siempre muy claro: 'No hay corrección política. Ocurre lo mismo que con las fantasías sexuales de cada uno, que no tienen que pasar por ninguna corrección", decía no hace mucho el escritor.

Una obra que estuvo prohibida en España por la censura franquista desde 1963 y que también pasó por el realismo social de los cincuenta, con un pensamiento muy crítico con el sistema burgués y que siguió con el trazo de una literatura moderna y muy heterodoxa, la cual llega hasta nuestros días.

Defensor de los derechos de las mujeres, de los homosexuales, del Tercer Mundo y de todas las minorías, Juan Goytisolo también ha dedicado varios ensayos a referentes suyos como Blanco White, Manuel Azaña o Américo Castro.

Goytisolo siempre ha reivindicado también una transición cultural para España. "La Transición política cambió el rumbo de la sociedad española, pero no ha ido acompañada de una transición cultural", ha recalcado en muchas ocasiones el escritor premiado. EFE