El sociólogo e historiador José del Castillo expresó que el humanista Eugenio María de Hostos fue un crítico del caudillismo, de los partidos personalistas y de las montoneras revolucionarias que generaban inestabilidad e impedían una línea de desarrollo económico y social.

Al dictar la conferencia titulada “Hostos en Santo Domingo: periplo de un iluminado”, organizada por la Academia Dominicana de la Historia y efectuada en el Archivo General de la Nación, el investigador manifestó que el intelectual puertorriqueño abogaba por un modelo de democracia representativa-participativa.

Expresó que en el umbral del siglo XX Hostos advertía sobre lo que reservaba el porvenir a las Antillas, “situada en el mismo trayecto del apetito imperial”.

Dijo que Hostos anticipó la intervención americana de la isla, la férrea dictadura de Trujillo, los totalitarismos, el fascismo, el comunismo y el imperialismo “benefactor y malefactor”.

Por otro lado, Del Castillo enfatizó que se mantienen vigentes las ideas sobre la educación del humanista José María de Hostos y recordó que él planteó la necesidad de que se produjese en República Dominicana una revolución educativa.

“Hostos entendía que la enseñanza normalista, que la escuela normal, que graduaba un bachillerato y habilitaba a las personas como profesores normalistas, constituían un instrumento fundamental. Él hablaba de un ejército de maestros que en toda la República militara contra la ignorancia, contra la superstición, contra el cretinismo, contra la barbarie”, afirmó.

Asimismo, recordó que Hostos decía que en el país se habían intentado todas las revoluciones menos la revolución educativa, que es el instrumento para alcanzar otros objetivos.

Aseguró que los planteamientos del positivismo, el laicismo, el racionalismo y la modernización de Hostos rompían con el esquema de la educación escolástica.

El sociólogo e historiador contó que las ideas de Hostos encontraron resistencia, cual fue encabezada por el arzobispo Fernando Arturo de  Meriño y  el padre Francisco Xavier Billini, director del colegio San Luis Gonzaga, de bien ganado prestigio.

Sostuvo que Meriño y Billini emprendieron una campaña contra la enseñanza laica, propuesta por Hostos, llamándola la escuela sin Dios, y considerando la filosofía positiva y la moral social “doctrinas liberticidas, que so pretexto de demostraciones científica inculcaban teorías degradantes”.

Opinó que existe una literatura fascinante acerca del debate ideológico que se produjo entre Meriño y Hostos, cual “se ventiló en los púlpitos, en las publicaciones de la iglesia y en la prensa liberal, donde los normalistas respondían con balas ideológicas”.

Recordó que Hostos planteó el tema de promover cooperativas, cajas de ahorros y escuelas nocturnas para obreros y que, aunque no fue socialista, era un demócrata radical, muy avanzado, librepensador, masón y   racional.

Explicó que Hostos analizó diversos aspectos de la sociedad dominicana y planteó la necesidad de que hubiese un ferrocarril.

Añadió que Hostos criticaba el desarrollo de la industria azucarera y el riesgo del latifundio azucarero y favorecía el modelo de colonato.

“Decía que, aparte del azúcar, la riqueza potencial de un país como el nuestro radicaba en los otros renglones de la agricultura”, manifestó el historiador.