Miami; Fl.- Por lo general predecible, el trigésimo aniversario de Premio Lo Nuestro celebrado este jueves en el American Airlines Arena de Miami, resultó más allá del típico desfile de vestidos impúdicos, las interminables rancheras y el sinfín de chistes insípidos de los presentadores, en cambio, fue una verdadera celebración de la cultura musical latina con muy poco que tachar. 

Para orgullo dominicano, tras el “Oye mi canto” de apertura en la voz de la italiana Laura Pausini, “entramo’ en ambiente” a ritmo del “Patacón Pisa’o” del “caballo mayor” Johnny Ventura, acompañado luego en el clásico “Solo contigo” por nuestra reina del merengue, Milly Quezada.

La cuota criolla siguió con el otro “rey", Romeo Santos, quién llegó a Miami después de reventar el Madison Square Garden en Nueva York por tres días consecutivos, mas se le notó un tanto incómodo al inicio de su interpretación, al parecer por un fallo en el monitor de oído.

Su intervención, a la que también se unió Ozuna en “Sobredosis”, se sintió inusualmente formal, no hubo cháchara con el público, ni “gorditas”, ni “manoseo”, pues quienes agregaron la irremediable pizca de lascivia al espectáculo fueron Pitbull, J Balvin y Anita con interpretaciones de temas como “Downtown” y los sensuales movimientos de sus bailarinas.

En otro tenor, lo de Ricardo Montaner junto a tres de sus hijos fue celestial, tras cantar con Mau y Ricky un fragmento de “Será” se les sumó Evaluna para interpretar todos “La Cima del cielo”, dejando al emocionado público con la piel de gallina.

En un despliegue técnico de luces y audiovisuales impresionante, los más tiernos de la industria musical fueron rindiendo homenaje a los veteranos; Maluma a Alejandro Fernández, Pitbull a Emilio y Gloria Estefan, quienes recibieron el honor de manos del cubano tras ser agasajados por los chicos de Il Volo, “el sonero de la juventud”, Víctor Manuel y Leslie Grace, la dominico-americana que puso sabor a la noche con un popurrí de Conga y otros éxitos de “Miami Sound Machine”. 

Olga Tañón, la intérprete con más premios en la historia de Lo Nuestro, fue otra de las homenajeadas y en una especie de levantamiento femenino salió al escenario con su presencia imponente para entonar “Basta ya” junto a Natalia Jiménez, “Muchacho Malo” con Victoria La Mala y “Es Mentiroso” con Natti Natasha.

Y mientras Los Tigres del Norte pasaron desapercibidos, Daddy Yankee nos libró de “Despacito” cambiándonosla por “Dura” en un colorido número musical. Entretanto, con un “¡Ave María vete!” dejaron en ridículo a David Bisbal desde el público, cuando cantaba y bailoteaba puerilmente la canción del 2002.

Silvestre Dangond y su cadencioso vallenato, Maluma y las románticas de Piso 21, los clásicos de Wisin y Yandel y hasta el burdo trap de Bad Bunny resultaron impecables en la celebración de estos premios, sin nominados ni competencias, aunque siempre se echa en falta una “Bilirrubina” de Juan Luis, un “jardín de rosas” de Wilfrido o un toque de la “Gota fría” de Carlos Vives.