Preámbulo:  Recientemente se inauguró la muestra de este artista en su apartamento estudio,  el que fue preparado como instalación (“Estancia de lata”) ambientada para la exposición,  a la que fueron convocados un grupo muy exclusivo de amigos, profesionales de diversas disciplinas del conocimiento, coleccionistas de arte, medios de comunicación y conocidos empresarios. Reproduzco las palabras que pronunciara para esta apertura.

Declino  por lo general escribir sobre artistas de nueva huella, entendiendo que el tiempo y la decantación de su labor creativa definirán el alcance y destino  de sus obras, ya que aquellos que no construyen sus propios métodos y técnicas, sus composiciones cromáticas, su código espacial bajo el imperio de un ritmo sublevado donde solo prevalezca el señorío de sus imágenes, están conceptualmente muertos, sin opción de gloria para el porvenir.  Pero solo traspasar el umbral del estudio.

( “Estancia de lata”) de Hugo Rafael Suriel,  desplazarme por el espacio metálico creado como un *Happening  para el montaje de su muestra, observar acuciosamente sus pinturas y objetos-esculturas, nos hizo vislumbrar que nos encontrábamos ante una obra conceptualmente  contemporánea, cargadas de simbologías impactantes y  llenas de un desgarramiento interior propios de la madurez  de un irrefutable artista.

El estar dentro de este bunker de metal con sus laberintos que nos insinúa el yo interior del autor,  como  acerado cofre de sus posesiones y disquisiciones,  nos provoca imaginar que  hemos penetrado su psiquis,  iniciando un viaje por su sueños y en donde percibimos elementos referentes a su naturaleza y personalidad creativa. La misma gama cromática de sus cuadros, las difusas imágenes de los espectadores reflejadas sobre el gris metálico de las superficies en que se exhiben, sugieren un viaje espectral surrealista al mundo de sus alucinaciones.  Cosmos Sacro + Atómico,   en donde nos asaltan ángeles con armaduras, conocidas figuras religiosas,  imágenes con mascaras anti- gases, armas, hombres con cabezas de máquinas de guerra, conejos y perros, en una danza iconográfica apocalíptica que puede tener múltiples lecturas condicionadas por la idiosincrasia del espectador.

La descodificación del lenguaje visual que advertimos, amerita de una repaso pausado, ya que los referentes de su iconografía, vistas a la ligera, pueden dirigirnos a formulaciones y significantes heterogéneos, distanciados de los expresado por su autor en el texto colocado a la entrada de la muestra, citamos: “ La contienda eterna entre el bien y sus contrarios realza el contexto de esta muestra pictórica, que derrocha la bendición de la Divina Providencia, que se reúne formalmente en el contenido gráfico y conceptual de cada una de las obras, así como también el espacio donde fueron concebidas”.

Las trabajos realizados por Suriel,  exhiben una carga ideológica contra la fuerza, el militarismo y la burguesía representada en estos hombres de trajes con cabezas de tanques, perros y teléfonos, solo con la pasión y sorna del artista crítico que no da concesiones a propaganda militante ni a falsas premisas morales.

Textos y números, son referentes obligados  del discurso visual del artista, leemos en una de sus pinturas: “Deux ex machina” (Dios desde la máquina) en donde aparece uno de nuestros hombres máquinas, saludando con un apretón de mano al Papa Francisco.  Aunque el texto tiene la palabra “Dios”, en correspondencia con su origen, el significante puede extenderse mas allá de la divinidad, ya que  bien pudiera ser el elemento externo que resuelve el problema sin seguir una lógica interna. ¿Es la máquina la que resolverá, o es el problema que causara el “Caos apocalíptico”, declarado por el autor en su escrito ?

Este texto cobra fuerza cuando observamos  los objetos máquinas, ensambles escultóricos  que beben de la fuente *Neo dadaísta   y *Povera, para el creador convertir objetos comunes  de la vida diaria, basura y despojos de la sociedad de consumo, en obras de arte con fuerza expresiva, que fortalecen el planteamiento conceptual  de la muestra,  demostrando que no hay frontera entre la vida y el arte, entre la praxis creadora y el espacio dialéctico de su apariencia y experimentación.

El  trazo pictórico de sus cuadros, responde a esa necesidad expresiva interior que debe tener todo artista para construir una obra que muestre su universo introspectivo,  por encima de valores estéticos tradicionales. La naturaleza de su producción transciende el facilismo de la posible clasificación estereotipada de nuestra critica, ya que pensamos pudiéramos  minimizar el terreno amplio, confluyente y fértil  de preferencias artísticas que observamos en sus trabajos.

Saludamos la exposición de este  valor de las artes visuales, al que sin temor ni dudas vislumbramos un tránsito fructífero de éxitos; regocijémonos de ser  protagonistas de esta noche especial en la que se develiza para todos lo que el artista visual creo desde la soledad, y contemplar finalmente,  lo que percibían sus ojos desde la profundidad de su diálogo interior.

 

Happening: (de la palabra inglesa que significa acontecimientoocurrenciasuceso) Tiene su origen en la década de 1950 y se considera una manifestación artística multidisciplinaria.

Neo Dadaísmo:  Frente al sentido trágico de la abstracción de posguerra, emerge un arte que remite a objetos visibles, pero irónicos y subversivos respecto a lo que significan en una sociedad masificada. A mediados de los años cincuenta, algunos artistas que trabajaban en New York, como Rauschemberg, Jhons y Dine, hicieron del ensamblaje su técnica de trabajo y empezaron a tomar elementos propios de la sociedad de consumo para la elaboración de sus obras.

Arte Povera:  Expresión italiana que significa “arte pobre” y que define una corriente estética aparecida hacia 1967, como reacción frente al arte tradicional en la medida en que éste es considerado bello y de materiales nobles. El Arte Povera se vale de objetos del deshecho o sin valor real ni artístico para la creación de sus propuestas.