SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hilma Contreras la enigmática y silenciosa escritora, que desafió el destino social femenino del matrimonio y la maternidad, nació en San Francisco de Macorís, Provincia Duarte.

Fue alfabetizada en Francia, donde vive parte de su niñez y  adolescencia. Su padre, el prominente cirujano  Darío Contreras Cruzado, recibió una beca oficial del gobierno dominicano para estudiar en la Universidad de París, donde obtendría un Doctorado en Medicina en 1914. Viajó en compañía de su pequeña hija, Hilma, y de su esposa Juana Castillo Medrano.

La adolescente Hilma  estuvo  en un internado de Versailles en  la Maisons d´Educations des Lycées de Jeunes Filles-Victor Dury. Fue alumna de piano de Madame Thouvenel D´Aubigny  en el Lycée Dury (1926), y  de la española de origen aragonés María Pilar Arnal,  en la “Ecole de Piano Pilar Arnal”. Mlle. Contreras ofreció sus primeras funciones como concertista en 1932 bajo la tutela de su maestra en la Maison Gaveau, Salle des Quatours, interpretando a Rameau, Granados, M. de Falla, entre otros.

Sobre  esta época  la célebre autora del cuento romántico  Tardes de Cristal y de los relatos Las carpas del estanque real y Los estudiantes rememora en una entrevista: “Cuando era muy joven  escribía comedias, comedias para hacer reír a las compañeras, en el colegio”.

Hilma Contreras en la Universidad de París se diploma en grado superior en Lengua Francesa en 1927. Cursó dos años de estudios en el Instituto de Arqueología de París,  recibiendo  cátedras de los más prestigiosos  especialistas en bellas. Fue alumna del profesor medievalista Henri Focillon, y miembro de la Societé des Amis de la Bibliothéque d´Art et d´Archéologie de l´Université de Paris.

Contreras regresó a la República Dominicana en junio de 1933, interrumpiendo sus estudios de Arqueología. Se establece en Santiago de los Caballeros en casa de su prima Mercedes Recio Castillo. Vino a representar a su madre, Juana (quien se queda en París en compañía de sus otros cuatro hijos),  en el proceso de divorcio que le entabló su padre, Darío.

En  1937 conoce al célebre escritor Juan Bosch en Santo Domingo, a quien le envió  una carta  bajo el seudónimo de Silvia Hilcon, acompañada de un cuento.

Bosch le responde el ocho de marzo, y  el cuatro de julio le publica en el Listín Dominical, con una breve nota, su primer cuento con “sabor criollo”  Los buenos se van, iniciándose  una prolongada amistad entre ambos, y la carrera literaria de una narradora fundamental de la Generación del 30. Desde  entonces construyó en y desde el silencio los significantes del signo mujer.

A partir de 1941  Contreras residió en la ciudad capital donde cursó  estudios de Filosofía en la Universidad de Santo Domingo. Toda su obra narrativa  publicada es de  un indudablemente  registro poético, además de ser  versátil,  cosmopolita, llena de expresividad y una fina sensibilidad.

La misma comprende  4 Cuentos (1953), El ojo de Dios, cuentos de la clandestinidad (1962), Doña Endrina de Calatayud (1962), La Tierra está bramando (1986), Entre dos silencios (1987), Facetas de la vida (1993) y  La Carnada (2007). Su bibliografía inédita abarca Rumias y recuerdos (memorias), De mi Torre adentro (prosa poética), la novela Pueblo Chiquito, infierno grande, además del Diario Intimo de su amistad amorosa con Segundo Serrano Poncela.

Hilma Contreras, la laureada escritora, considerada la maestra por excelencia del relato breve en la República Dominicana,  consagrada como la primera mujer en ganar en el 2002 el Premio Nacional de Literatura a la Obra de toda una vida que otorga la Fundación Corripio y la Secretaría de Estado de Cultura,   falleció  en su ciudad natal el 15 de enero de 2006.

Coloquio sobre Hilma

En el marco de la Feria Internacional del Libro 2013 se presentará un coloquio sobre la obra de esta notable narradora.

La actividad será realizada este jueves 25 en el Bar del Teatro Nacional Eduardo Brito a las 5:00 p.m.