Santo Domingo. -Miguel Ángel Asturias Amado, ingeniero de profesión, hijo del celebrado autor Miguel Ángel Asturias, proclamó que el oscurantismo y las dictaduras de Guatemala ayudaron a formar los bocetos de la obra poética y narrativa del Premio Nobel de Literatura 1967, durante un conversatorio en uno de los principales pabellones de la Feria Internacional de Libro Santo Domingo 2018.

Asturias Amado fue presentado por Vivian Keiffer, encargada del Pabellón de Guatemala, ocasión en que se refirió a algunos aspectos desconocidos de la vida del escritor, desde su más tierna infancia hasta hacerse adulto y vivir, en los inicios del siglo XX, las dictaduras de Manuel Estrada Cabrera y de Jorge Ubico, personaje éste que dijo anula la cultura en su país.

Durante la noche contó anécdotas y estableció en forma clara que, con solo 16 años, quien sería el escritor de la obra “El Señor Presidente”, comenzó a escribir poemas, que con sus abuelos se interesó por los indígenas, sus historias, sus dolencias y sus penurias que luego aparecerán en muchas de sus obras.

El conferencista dijo que, siendo ya un escritor consumado, se levantaba a las 5:00 o 6:00 de la mañana frente a su máquina, aunque no supiera lo que iba a escribir, y luego con disciplina y paciencia le llegaba el numen, la inspiración; llegando a escribir versos en diez maneras diferentes, los cuales leía en voz alta hasta que recortaba y escogía el texto definitivo.

En la ponencia “Un padre universal: legado y obra de Miguel Ángel Asturias”, Miguel Ángel Asturias Amado (hijo) destacó que su progenitor llegó a codearse con grandes escritores de América que fueron sus amigos.

Habló en forma muy precisa de “Leyendas de Guatemala”, primer libro publicado y su amistad con renombrados escritores del continente.

Otro de los aspectos que tocó tuvo que ver con la formación política que Asturias adquirio con el paso del tiempo, y el de católico militante que llegó a adquirir una conciencia revolucionaria, “y se la juega por Guatemala”.

Miguel Ángel Asturias Amado se quejó con tristeza de que su padre pasó su vida en el exilio, y que incluso en Guatemala ha sido un escritor marginado.

Definió a su padre como un escritor que se comprometió con los distintos movimientos sociales de América Latina, y que provocaba tristeza en Asturias no ser querido en Guatemala pese a su compromiso y posturas a favor de la democracia de su país.