SANTO DOMINGO República Dominicana.- Hernán Goldfrid es un director de cine argentino que pasó por el país para presentar su segundo largometraje, Tesis de un homicidio (2013), dentro del marco de la séptima edición del Festival de Cine Global Dominicano.

Su primera película, Música en espera (2009), con Natalia Oreiro y Diego Peretti, sobre un músico que tiene unos pocos días para diseñar una banda de sonido para una película, pero sin conseguir inspiración, fue estrenada hace un par de años en el país, teniendo una gran receptividad por parte del público dominicano. Es decir, que Goldfrid no es ajeno en la cartelera dominicana, y ahora tiene el privilegio de mostrar su segundo largometraje en las salas locales.

Conocido también como director de segunda unidad de la serie Hermanos y detectives en 2006, primer ayudante de dirección de Tiempo de valientes (2005) y actor en un par de cortos, Goldfrid se considera un cinéfilo que le gusta ver de todo y aprender de cada película que disfruta.

“Primero veo el cine como un espectador y como espectador disfruto de mucho tipo de cine, porque en él hay muchas emociones que se transmiten”, anota.

De acuerdo a este director, lo importante para un realizador es poder expresar y hablar de sus propios temas donde el género es “una excusa para poder hablar de esos temas variados”.

Asume que la labor de un cineasta es la exploración constante que realiza en cada película. “Disfruto ver directores que exploran distintos temas donde se ven sus intenciones y obsesiones, por eso me gusta mucho trabajar lo sensorial, porque el cine es totalmente sensorial”.

Ahora con Tesis de un homicidio basado en una novela de Diego Paszkowski, con guión de Patricio Vega (Mi Primera Boda, La Señal), Goldfrid se adentra dentro del mundo de thriller y filme policial para contar la historia de Roberto Bermúdez (Ricardo Darín), profesor de Derecho Penal, que investiga un asesinato ocurrido frente a la Facultad de Derecho teniendo a uno de sus mejores alumnos, Gonzalo (Alberto Ammann), como principal sospechoso del crimen.

Para el realizador hacer la adaptación de este texto al cine se convirtió en un verdadero ejercicio de escritura. “La novela es un punto de partida, pero el guión es como si fuera un guión original. Cuando leímos la novela nos planteamos la manera en que ese texto escrito pudiera ser filmado, por eso empezamos a olvidarnos un poco de la novela para pensarla cinematográficamente”, subraya.

La presencia de Ricardo Darín (uno de los mejores actores de toda Iberoamérica), fue un gran punto a favor del filme por lo que implica la manera en que este actor aborda su personaje.

Con referencia a Darín, Goldfrid manifiesta que fue todo un privilegio para él. ““Desde que empecé a trabajar en este proyecto siempre pensé en Darín para encarnar al profesor Bermúdez, porque era el actor para hacer las preguntas pertinentes. Le mandé el guión y le expliqué mi mundo con relación a la película y él también se hacía las preguntas de lo que tenía que hacer el personaje. Después vinieron los ensayos y en el proceso se ponía permanentemente en crisis la situación y al personaje para poder sacar lo mejor en la película. Es un impresionante actor el cual aprendí mucho”.

El filme fue un éxito taquillero en Argentina y su director considera que es porque el público le gusta el cine policial. “Realmente le gusta seguir pistas porque lo hace ser parte de la historia y creo que esto es parte del cariño que le tomaron a la película. Fue un éxito inesperado”.

“El cine argentino está en un punto muy importante, porque cada vez tiene un acercamiento hacia el público y siente que se identifica con la historia y los personajes”.

Sobre los cortometrajes Goldfrid manifiesta que para aprender es bueno equivocarse, permitirse probar ciertas cosas.

“El cortometraje, si uno se lo plantea como un ejercicio libre, lo ayuda a entender su camino y que cosas le gusta y que cosas no funcionan. Es muy importante filmar, probar historias y estilos”, manifiesta.

Y agrega: “Es importante ver cine y nutrirse de todo lo sensorial que nos rodea, escuchar y sentir más allá y filmar cortometrajes es lo esencial. Me gusta ver los cortos de directores que admiro porque descubro la esencia de cada uno de ellos”.

Para el cineasta argentino su trabajo no se detiene y continúa elaborando proyectos que lo afiancen en la industria. “Hoy, con Patricio Vega, estamos trabajando en otro thriller, pero lo que más me entusiasma es poder seguir imaginando”.