En días aciagos como los actuales, donde las trompetas de guerra resuenan en todo el planeta  sopladas por los jinetes armamentistas, a quienes solo les importa el poder y la riqueza material; viene a mi recordación la obra de George Grosz, artista alemán que odió visceralmente  toda la parafernalia militar, a los políticos y jueces corruptos, al empresariado envilecido, explotador y usurero, que como garrapatas se alimentaban de un proletariado que despertaba de los días oscuro de la Primera Guerra Mundial.

Dibujo de George Grosz

Grosz,  quien peleó en esa guerra, comprendió rápidamente como fueron usados como carnes de cañón, adormecidos por cantos de sirenas llamando a la defensa de la patria y sus valores; mientras los únicos beneficiados, al igual que hoy, fueron los grandes capitales que mueven el rico negocio de la guerra. 

Las grandes masas de ciudadanos alemanes se debatían en una miseria espantosa, mientras la burguesía inconsecuente, los políticos depravados y una cúpula militar saqueadora y voraz,  como aves de rapiñas  se alzaban con las riquezas de un país devastado, en donde todo y todos estaban en ventas.  Las calles de Berlín ofrecían un cuadro dantesco de obreros desempleados, prostitutas,  alcahuetes, facinerosos, niños abandonados y personas mutiladas; detritus humanos de una guerra, al igual que todas, patética e irracional.

George Grosz, quien abrazo por poco tiempo el marxismo luego de su retorno de la guerra,  y quien fuera  detenido en 1916 conjuntamente con Rosa de Luxemburgo y otros  dirigentes del grupo “espartaquista(1) ,  uso sus dibujos para expresar duras criticas a la situación imperante en su país.  Sus imágenes de las series “El Rostro de la Clase Dominante & ¡Ajustaremos Cuentas ! “ (1921) y “Ecce Homo” (1927), tienen la carga explosiva que descarna y denuncia el drama existencial que padecía la población. Los dibujos,  realizados en sus inicios con trazos  negros de plumilla sobre el formato blanco, muestran una línea espontanea que desnudan a la inmisericorde casta gobernante con todos sus vicios y avidez de riquezas, así como su sórdida vida en salones de fiestas y prostíbulos. –“Mi obra debe ser fusil y sable”,  manifestaba el creador, "Vivía -escribe en su "Autobiografía"- en mi propio mundo. Mis obras expresaban mi desesperación, el odio y la desilusión. Despreciaba radicalmente a todo el género humano". No sólo aborrece a los que tienen el poder, también repudia a los que se someten.

Aunque realizo algunas piezas influenciadas por el movimiento dadaísta, estas estaban imbuidas por su espíritu de rebeldía y confrontación permanente hacia lo culturalmente aceptado en los espacios artísticos berlineses. Su obra supo guardar distancia y decantar por una producción comprometida socialmente (tendencia de la Nueva Objetividad)2, con la que embistió opulencia y mascaradas de los detentadores del poder económico, político y militar de la Alemania.

Grosz. Dibujo de la serie El rostro de la clase dominante

La obra de arte de este creador, durante esta primera etapa de su vida, fue profusa en dibujos, óleos, grabados y fotomontajes, influenciadas muchas de ellas por los ismos de las vanguardias  que sacudían el arte en Europa;  logrando plasmar en sus realizaciones  el glamour y la fatalidad del contexto imperante en esa gran urbe,  con una composición llena de imaginación y estilo, en donde la carga de ironía y agudeza de su obra denuncia, se mantiene hasta en aquellas en las que exhibe desnudos y retratos. 

Con la llegada al poder de Hitler, el artista emigra de Alemania para  establecerse en la ciudad de New York , iniciando su segunda y última etapa productiva; en la que realizó obras en las que prefería reflejar la belleza, alejándose de la abundante crítica social presente en su primer período. Al final de su vida, después de haberse nacionalizado como norteamericano, su obra solo refleja  el lento eclipse de un universo adocenado por los tediosos lugares del exilio.   

  1. Los espartaquistas,  dirigidos por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknect, fueron un grupo de socialistas radicales creado en 1915 quienes encontraron “fama” en los primeros meses después del armisticio de noviembre, cuando Alemania experimento su llamada “Revolución”. Los espartaquistas  fueron nombrados recordando a Espartaco, que lideró una revuelta de esclavos contra el poderío de los romanos en el 73 aC.

http://historiaparanodormiranhell.blogspot.com/2011/10/1919-revolucion-espartaquista-en.html

  1. En 1925, en la Kunsthalle de Manheim se celebró una exposición con el título "Nueva Objetividad, Pintura alemana desde el expresionismo". El crítico G. F. Hartlaub fue responsable del nombre, que alude a uno de los objetivos de la Oposición al Grupo de Noviembre: superar las mezquindades estéticas de la forma a través de una nueva objetividad nacida del disgusto hacia la sociedad burguesa de la explotación.

http://www.artehistoria.com/v2/contextos/5410.htm