Se llama gerundio de posterioridad a la forma verbal que designa una acción posterior no inmediata a la expresada por el verbo principal.
Como regla general, el gerundio se utiliza en español de manera adverbial para expresar una acción más o menos simultánea a la de la acción principal: «Entró al salón cantando el himno nacional»; «Salió de la clase maldiciendo al profesor». Por ello, la Nueva gramática de la lengua española señala que ‘se debe evitar el uso del gerundio de posterioridad cuando introduce una mera sucesión temporal’, como sucede en las oraciones siguientes: «El avión se estrelló en el monte, siendo encontrado a los dos días», «Se retiró de la profesión a los 70 años, recibiendo, poco después, la Orden de Duarte, Sánchez y Mella», «En octubre, acabó sometiéndose a una cirugía para reparar dos hernias deportivas» o «Cinco diputados se convirtieron en alcaldes durante las elecciones del 15 de mayo, siendo lograda la mayoría de estas por el PLD».
En su lugar, se pueden buscar reformulaciones como «El avión se estrelló en el monte y fue encontrado a los dos días», «Se retiró de la profesión a los 70 años; poco después recibió la Orden de Duarte, Sánchez y Mella», «En octubre acabó por someterse a una cirugía para reparar dos hernias deportivas» y «Cinco diputados se convirtieron en alcaldes durante las elecciones del 15 de mayo, la mayoría de ellos por el PLD».
Se admite, sin embargo, este uso cuando las dos acciones son tan inmediatas que prácticamente se entienden como simultáneas («La enmienda se sometió a votación, aprobándose por unanimidad», «Resbaló con el piso mojado, golpeándose la cabeza contra el suelo»). Y cuando el gerundio indica la consecuencia de lo expresado en el verbo principal: «El río se desbordó, obligando a los habitantes a huir en medio de la noche».
Fuente: Fundéu Guzmán Ariza