Santo Domingo.- Con el verbo desconfiar, aquello en lo que no se confía o en lo que se tiene poca seguridad o esperanza va precedido por la preposición de, indica Fundéu Guzmán Ariza: desconfiar de que alguien cumpla su palabra, no desconfiar que alguien cumpla su palabra.

En los medios de comunicación dominicanos no es raro encontrar frases como “El diputado Ramón Cabrera desconfía que la modificación a la ley 87-01 de Seguridad Social, que discute el Poder Ejecutivo, logre una pensión digna a los trabajadores dominicanos”, “Mucha gente pone denuncias en el Palacio de la Policía o en el Palacio de Justicia porque desconfía que su querella sea registrada debidamente en los destacamentos” o “El procurador Rodríguez aseguró que la lista de sobornados será entregada por Odebrecht el 19 de mayo, aunque los activistas de la Marcha Verde y otros grupos desconfían que se conozca a todos los implicados”.

Omitir de en los ejemplos anteriores es un caso de queísmo, esto es, una omisión inadecuada de la preposición de delante de la conjunción subordinante que cuando aquella es exigida por algún elemento de la oración (verbo, sustantivo, adjetivo, etc.), en este caso, por el verbo desconfiar.

Así pues, en los ejemplos citados lo apropiado habría sido escribir:

“El diputado Ramón Cabrera desconfía de que con la modificación a la Ley 87-01 de Seguridad Social, que discute el Poder Ejecutivo, se logre una pensión digna para los trabajadores dominicanos”, “Mucha gente pone denuncias en el Palacio de la Policía o en el Palacio de Justicia porque desconfía de que su querella sea registrada debidamente en los destacamentos” y “El procurador Rodríguez aseguró que la lista de sobornados será entregada por Odebrecht el 19 de mayo, aunque los activistas de la Marcha Verde y otros grupos desconfían de que se llegue a conocer a todos los implicados”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) tiene como principal objetivo el buen uso del español en los medios de comunicación dominicanos. Está constituida por la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua y la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y BBVA y avalada por la Real Academia Española.