SANTO DOMINGO, República Dominicana. – Como ha sido siempre desde su fundación en 1956, la emblemática Barra Payán continuó trabajando normal este miércoles, 23 de julio, pese al fallecimiento de su fundador, Don Juan Frías Payán, que tenía 90 años.
La Barra Payán, situada en la calle 30 de Marzo, ha sido fiel a la mística de trabajo de Don Juan y su familia, de nunca cerrar las puertas y mantenerse sirviendo al público las 24 horas, de manera corrida, hasta convertirse en un emblema y una leyenda de los habitantes del Distrito Nacional, la capital dominicana.
Don Juan fue y es símbolo y ejemplo de trabajo. Descanse en paz y consuelo a sus familiares
La Barra Payán ha visto caer y subir gobiernos, golpes de Estado, una guerra civil, huelgas, pobladas, huracanes y sismos, pero siempre se ha mantenido abierta al público con su invariable menú de emparedados de todas las variedades, combinados con jugos naturales, batidos con leche, té y café.
Ni siquiera cerró sus puertas durante la revolución constitucionalista de 1965, que luego se convirtió en Guerra Patria para resistir la invasión militar de los Estados Unidos.
La Barra Payán ha sido refugio de bohemios, poetas, despechados y despechadas que, sobre todo en horas de la madrugada, después de una fiesta prolongada o una noche de copas, terminan en el viejo local cargado de historia para conversar de sus penas y desamores, y para mitigar el hambre antes de terminar rendidos en la cama.
También, la Barra Payán ha sido testigo fiel de la rutina de empleados públicos y privados que antes de enfrentarse a la faena diaria, en los intermedios del almuerzo o a la salida, hacen su paradita para disfrutar de una tertulia bajo el influjo de un café o un refrescante jugo de frutas tropicales.
La Barra Payán sigue abierta a su público, como siempre lo quiso Don Juan Fías Payán, cuyos restos mortales son velados en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Don Juan fue y es símbolo y ejemplo de trabajo. Descanse en paz y consuelo a sus familiares.