QUITO (EFE).- En el Día Mundial del Libro, los escritores ecuatorianos luchan por abrirse camino en su país, pues en las librerías abunda la literatura extranjera, hay pocos lectores y existe escaso apoyo oficial, según representantes del sector.

El escritor Diego Cornejo explicó a Efe que los problemas principales para publicar en el país es que existe "un mercado reducido", hay un "universo pequeño de lectores", en las librerías básicamente se venden autores extranjeros y existen pocos "estímulos" del Estado para alentar a los escritores.

Sin embargo, la ministra coordinadora de Patrimonio, la poeta María Fernanda Espinosa, dijo que desde la cartera de Cultura se han promovido concursos para incentivar a las personas a escribir.

No obstante, admitió que existen "limitaciones" tanto para publicar como para leer, ya que faltan contratos con grandes editoriales que divulguen libros del país y personas que los lean.

La ministra, que confesó que cada día tiene que leer un poema para "seguir viviendo", recomendó a los jóvenes que, para escribir, primero tienen que leer mucho y luego "vivir con intensidad".

Los géneros que más se escriben en Ecuador son la poesía y el cuento, dijo Espinosa, quien añadió que ser "poeta no es un adorno", sino una forma de vida difícil de compaginar con otros trabajos.

La ministra, que confesó que cada día tiene que leer un poema para "seguir viviendo", recomendó a los jóvenes que, para escribir, primero tienen que leer mucho y luego "vivir con intensidad".

Eso mismo resaltó Cornejo, quien también es periodista, y afirmó que en Ecuador es difícil ser un escritor, ya que éstos tienen que "combinar diferentes actividades económicas para poder sobrevivir", cuando la creación literaria requiere de una atención de 24 horas.

En 2010, en Ecuador se publicaron 4.164 títulos de todas las clases, desde novelas a cuadernos para escuelas, de los cuales se vendieron más de 12 millones de libros, informó el presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro (CEL), Fabián Luzuriaga.

Además, indicó que los escritores que consiguen publicar su libro a través de una editorial, sólo perciben entre el 10 y 15 % de la venta; por eso, a menudo, una persona se dedica a esta profesión por "vocación" y no como modo de vida.

Luzuriaga remarcó que el escritor ecuatoriano está "invisibilizado", porque no existe una política estatal ni una editorial local que los apoye.

Adriano Valarezo, vendedor de la librería Española, una de las cadenas más conocidas de Ecuador, apuntó que cada "nicho" tiene su "lector". Por ejemplo, los jóvenes buscan sagas vampíricas, aunque el público que quiere literatura ecuatoriana es "general" y diverso.

El director de la Casa de la Cultura, Fabián Guerrero, explicó que esta entidad publica mínimo un libro por semana de escritores nacionales y el único límite que pone para decidir lo que divulga es "la calidad", pues la idea es "no cerrar la puerta a nada".

Para Guerrero, uno de los problemas claves por lo que los ecuatorianos no compran libros es que, en un país donde el sueldo mínimo es 260 dólares mensuales, es difícil que una persona adquiera un libro importado a 40 dólares.

Agregó que en Ecuador no existe el hábito de la lectura y coincidió con otros expertos en que ello es un problema educacional que se debería atacar desde las escuelas. EFE