SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La dinámica operativa en la publicación de contenidos, suele ser casi siempre la misma: procurar ser los primeros en dar a conocer la ultima novedad y si la misma tiene condiciones para atrapar la atención y la imaginación del público, mejor. Dar la primicia, reforzarla cuando es resaltante para satisfacer curiosidades y egos mediáticos y luego todo se revierte en procurar otras noticias que renueven el interés de la gente en otros asuntos.
Con la muerte de Víctor José Víctor Rojas, (Víctor Víctor) se ha vivido una amplia cobertura ante el impacto tremendo de esa partida, ¿pero pasados ya los primeros días, conocida ya su partida, sabemos con precisión, ¿qué hemos perdido?
Con este hecho se ha perdido mucho más de lo declarado. Se trata de una perdida que excede cuando se ha divulgado porque su aporte y su talento no ha sido suficientemente expuesto. La prisa de los medios, la urgencia de las emergencias sanitarias y ese vivir sin claros puntos de reposo, atentan contra la exposición integral de los dones de quien se ha ido.
Coherencia. Lo primero a lamentar es la perdida de un hombre coherente entre lo que pensaba y lo que era su práctica. Nacido políticamente en el litoral de los Comité Revolucionarios Camilo Torres (CORECATOS), en los agitados anos 70, en los medios estudiantiles, Vitico fue consecuente toda su vida al aplicar a su quehacer, los criterios y valores de su pensamiento. Esa coherencia lo lleva a ser parte del cuerpo artístico y técnico que monto el Primer Encuentro Internacional de la Nueva Canción Siete Días con el Pueblo del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, convocado por la Central General de Trabajadores (CGT).
Como gestor de proyectos culturales de avanzada, su rol más destacado fue la creación junto a otros artistas (Luis Tomas Oviedo, Sonia Silvestre y Claudio Cohén) de Nueva Forma, proyecto que se estreno con un concierto en Alma Mater (en el que estuvimos presentes) de la UASD, trayendo un concepto de arte musical de vanguardia, alejado del panfleto e incorporando las tecnologías audiovisuales disponibles además de la calidad de sus recursos técnicos, sobre todo del audio.
Pasó sucesivamente por el Partido de la Liberación Dominicana, llegando a ser junto con Manuel Jiménez, responsables del primer Consejo Presidencial de Cultura, precedente del actual Ministerio de Cultura, hasta su renuncia de cargos políticos y su papel en el grupo juvenil de presión social La Multitud.
Poeta y compositor de excepción
Se ha marchado uno de los compositores más importantes de la historia moderna de la canción popular, un poeta con dominio de la técnica compositiva para el cancionero, que solo produjo éxitos, desde su primer trabajo, El Camino de los Amantes, escrito a sus 16 años, en 1972 y cuando estaba en la orquesta de Wilfrido Vargas, en la que tenía oficialmente la asignación de la percusión, rol en que se destacaban por su sentido del oído y el ritmo. Su lirica optó por la sencillez y encanto de sus figuras, haciendo ficción exquisita de lo posible en la realidad:
“No te ofrezco el cielo.
Te ofrezco un casita chiquita y bonita,
con pareces de colores,
sin cupidos de amor y quizás alguna flor.
No te prometo nada que no te pudiera dar”
(El camino de los amantes)
Mesita de noche
El éxito que lo internacionalizaría, sobre todo de cara a la vieja Europa, fue Mesita de noche, que sigue la línea de la inspiración en lo simple, que evita el rebuscamiento en el concepto y que ofrece soluciones expresivas que con captadas y disfrutadas por la gente, dado su poder sentimental y sus códigos sencillos y asimilables.
Cantante de primer nivel. Lo más difícil en arte popular musical es que un buen compositor, también sea buen interprete de sus obras. Algunos artistas lo logran (Manzanero, Sabina, Serrat, Rafael Solano), pero no son los más. De ordinario, en buen compositor compone y no canta. En el caso de Víctor Víctor, apreciamos una voz grave, singularísima y hermosa. Un tono entre el barítono y el bajo, combinación sonora nada frecuente.
Bachata entre amigos
Creatividad como productor musical. Con 19 discos a lo largo de su carrera, destaca una Bachata entre amigos: Víctor Víctor en 2006 una producción que se constituye un precedente artístico histórico: y que fue mucho más celebra y promovida en España y América Latina, que en su propio país: Bachata Entre Amigos, un recorrido por las obras simbólicas de 13 cantantes amigos de trayectoria internacional, para llevarlos a interpretar a dúo con él, esas piezas en el ritmo bachata, lo que sin dudas fue un precedente. Nunca antes artistas del nivel de Joan Manuel Serrat, Carlos Varela, Rafael Solano, Luis Diaz, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Ha tenido que pasar el tiempo para que hagamos conciencia de todo cuanto se ha perdido y cuanto se ha ganado para el arte popular musical, con la trayectoria de este hombre, una obra que lo perpetua, que se reitera a si misma con cada nueva audición, con cada vez que se vuelva a esa fuente de talento apreciado, el de Víctor Victor, para un hallazgo y muchos encuentros que no se pueden encerrar tan solo en las palabras.
Fidelidad a los amigos y humildad ante su público Fue un hombre de amistades largas y que en muchos puntos se tornaron hermanad, a lo largo de anos, jornadas comunes y complicidades artísticas y sociales. Sin posturas como artista frente a su público, la humidad en el trato para todos era su norma, pero su entrega para con los amigos, puede dar capítulos completos de historias no creíbles y dignas de admiración. Este es uno de los aspectos menos valorados al momento de extrañarle.