(Ilustraciones del doctor Odalís G. Pérez)

En la vida, el sujeto permanece emprendiendo, a sabiendas de que, en el momento en que deje de emprender, se anula.

Existir y convivir, son acciones de emprendedores. Ser emprendedor no se aprende en nuestro sistema educativo nacional, lo aprendemos como una válida reacción de subsistencia, porque en nuestras escuelas nos adiestran para ser "empleados" y ofertar nuestra fuerza de trabajo.

No nos enseñan a crear, ni a desarrollar nuestro potencial imaginativo. Nos modelan para ser dependientes. No nos habilitan para ser líderes y saber dirigir, poniendo como pauta visual el ejemplo.

He hecho esta introducción, "a posta", como dirían en el Cibao o la he hecho "de "exprés", como diría un sureño (Neibero), para referirme a un libro que ya lleva una segunda edición. Se trata de la obra titulada "Emprendedores" (Editorial Digital Express. Santo Domingo, D.N., R.D., 2020), del ingeniero Wagner Méndez, quien nació en El Estero, Neiba, Provincia Bahoruco.

Esta obra consta de quince (15) capítulos, en los cuales el autor asume una posición, profesional, fundamentada en estudios focales, realizados para los fines de formar, motivar y adiestrar a sujetos a ser emprendedores, dentro de los tildados "países en desarrollo".

Pronunció este nombre y me llegan imágenes de la "USAID" y otros organismos internacionales, en este caso, financiados por los Estados Unidos de Norteamérica. Hago esta referencia, con el marcado interés de resaltar la imagen conceptual de un texto que proyecta el ideal de avance, sin apegarse al paternalismo, ni a la dependencia espiritual o personal de ningún poder económico, político, educativo y/o cultural.

"Emprendedores" es una obra motivadora que nos induce a la superación o a la construcción de esperanzas.

Para que usted tenga una idea aproximada sobre este texto, me permito resaltar los capítulos de este libro, donde sobresalen estos temas, allí tratados de manera didáctica, con claridad expositiva. Veamos:

En el capítulo I, nos plantea "El impacto de los incubadores de empresas en países en vía de desarrollo". Aquí, el sujeto autor hace referencia a "una estructura gerencial que provee soporte administrativo a pequeños negocios emergentes, hasta que los mismos están en capacidad de realizar sus operaciones por sí solos" (págs. 1/2).

Aquí, su exposición no anda rebuscando en la nada, sino en posibilidades objetivas que sin viables, sustentables, realmente posibles…y te traza las pautas de cómo hacerlo.

En el capítulo II, nos trata la "Búsqueda de una visión y un corazón emprendedor", para resaltar el hecho de que "Se necesita de personas dispuestas a tomar riesgos para embarcarse en aventuras empresariales" (p.7).

La duda, el miedo o la indisposición del pesimismo o la negatividad, no encajan en el discurso del emprendedor. Aunque no es un libro de "desarrollo personal", no deja de construir un ideal de alcances y de anidar nuevas utopías en los lectores.

"Incubando una visión empresarial desde tu nido académico", es otro de los temas tratados en la obra, con el ideal de que "Se deben conjugar las aptitudes emprendedoras para embarcarse en una aventura empresarial" (p.9). Esto implica una orientación objetiva, para que el emprendedor pueda partir de supuestos comprobables, objetivos y confiables.

Estamos ante una obra que, debe ser consultada por el Consejo Nacional de Educación, para ver cómo y de qué manera, dejamos de seguir "dando clases", para compartir saberes que conlleven al estudiante o docente a ser sujetos creadores de sus propios proyectos de acción y no seguir "amaestrando" a obreros, prestadores de fuerza de trabajo, sin el más mínimo sentido de la inventiva, el sueño, la utopía o la búsqueda de nuevas alternativas transformadoras, dentro de nuestro contexto vivencial.

La obra llegó a mis manos desde una fundación socio-cultural, llamada "Voluntariado Socio-cultural de Neiba" (VOSNEIBA), quienes la tienen a disposición del público. Considero que leerla se convierte en una inversión para mirar nuestro entorno desde otra perspectiva y saber que en el mundo hay diferentes vías para seguir conviviendo en paz, por encima del COVID-19 que hoy nos pretende acorralar.

Convertirnos en emprendedores, es, quizás, una manera de vivir desde la otredad, asumiendo y respetando la "mirada del otro", reinventándonos, siendo siempre propositivos.