Cuando me dispuso a leer este libro, El vudú en El reino de este mundo ( Editorial Ciliya, Editora Búho, Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana. 2019), de la neibera Luz M. Cuevas, me fijé la idea de encontrar una repetición de los postulados de los defensores de "lo real maraviñloso" (1949), teniendo como centro a Alejo Carpentier, dentro de los anales de la literatura latinoamericana.
En este ensayo, el vudú no queda registrado como una creencia vaga, dentro del imaginario del sujeto, sino como un ideal de emancipación del sujeto, en su construcción de postulados que respondan a su reclamos libertarios.
Aquí el vudú es una expresión de cimarronía que representan a aquellos antepasados del África esclavizada y errante. En el caso particular de la mirada de Carpentier hacia el pueblo haitiano, lo real maravilloso no se queda enlazado entre los pasos de la magia o la brujería, es también recurso expresivo de lucha reivindicativa, es acción de un pueblo opuesto a seguir sojuzgado por el amo o por el colonizador.
Desde este ensayo se patentiza la tesis de que la religión, en este caso, está vinculada con la identidad del pueblo haitiano, a partir de sus creencias, su imaginario cotidiano y el desvelo de alcanzar la libertad desde el vudú.
En este estudio, se procura fijar un concepto preciso entre literatura, creencias y realidad social, en este caso, la realidad social esta referida a latinoamérica y al Caribe. De ahí su referencia sobre el surgimiento de la novela histórica en nuestro continente.
Al enfocar ese tema de lo "real maravilloso", en este estudio se pone en evidencia la presencia de las entonces potencial mundiales, como España, Inglaterra y Francia, detrás de las riquezas del vecino pueblo haitiano. El saquen, por no decir el robo, es colocado aquí como parte de la agenda política de las nacientes potencial militares y económicas, contra Haití.
Hay un válido soporte académico en este trabajo, por lo que se fundamenta en estudios referenciales, como los realizados por Carlos Estéban Deive y Carlos Andújar, dos estudiosos del tema, desde la óptica histórico-cultural. Es por eso que este trabajo nos puede servir de base para ampliar nuestras búsqueda sobre el vudú y la actual realidad haitiano, ya no desde el plano literario, nada más, sino desde el plano socio-político y económico.
Sorprendase usted, amigo lector, cuando se encuentre con aquel dato dado por el historiador dominicano, Roberto Cassá, en su obra "Historia social y económica de Santon Domingo: "Saint-Domingue era la colonia más rica del mundo en los finales del siglo XVIII, hasta que comenzó el proceso revolucionario; las exportaciones superaban unos 130 millones de francés y las importaciones, una suma similar" (123).
Si algo debo reclamar en este ensayo, es que la autora, de la forma que sea, debió vincularlo con el folclore dominicano y con su incidencia en el imaginario actual del pueblon dominicano, esencialmente, en aquellos pueblos del Sur del país, cercanos a las fronteras que nos aproximan al pueblo haitiano.
Es la figura de Mackandal la que arrastra el corazón de ese pueblo haitiano hacia la libertad. Él, como sujeto-rebeldía representa la esperanza de formar aquella soñada nación de negros libres en Saint-Domingue.
No olvidemos que, antes de que Carpentier hablara de "Realismo maravilloso", ya en Europa se estaba tratando ese concepto, como aparece en "Los cantos de maldoror"("Les Chants de Maldoror", 1869), de Isidore Ducasse, mejor conocido por su pseudonimo de "Conde de Lautréamont".
Leer este ensayo es buscarnos a nosotros mismos desde Mackandal, está vez desde otra mira más moderna, con nuevos parametros desde la literatura y desde la historia, pero con un mismo fundamento filosófico: La libertad del sujeto, ya sea desde lo Real maravilloso o desde el Realismo mágico. Elija usted su posición.