David Puig, dominicano de madre francesa, y Manar Mursi, egipcia, han recorrido la ciudad de El Cairo, principal metrópolis del norte de África y del Cercano Oriente, barrio por barrio, todos los fines de semana, durante tres años (2011-2014), cámara polaroid en mano

El resultado es el proyecto de  libro “1001Sidewalk Chairs of Cairo” (El salón en las aceras:1001 Sillas de El Cairo), que se sitúa en el cruce entre la antropología, la sociología, el diseño y el arte.

Para quienes no han visitado la ciudad de El Cairo el tema de esta investigación puede parecer un tanto extraño. Sin embargo, para quienes han caminado por las aceras de la ciudad y se han adentrado en su vida la omnipresencia de las sillas salta a la vista: sillas de los guardianes, de los parqueadores, de los vendedores, sillas solas en una esquina, sillas con gente y sillas vacías, sillas en los mercados, sillas de los cafés nocturnos presentes en los puentes, sillas libres y sillas amarradas en espera de ser usadas de noche, sillas amaradas a un tronco.

Este libro de fotografía documental es un homenaje vibrante al ingenio del hombre para restaurar, remendar con infinitas técnicas, paciencia, sabiduría y creatividad sus pertenencias y sillas. Nos interpela porque la mayoría de ellas son objetos efímeros que quizás ya no existan. Sus vidas y transformaciones son imprevisibles. Pueden ya haber evolucionado, fusionado con otros elementos agregados a los anteriores con el uso de hierro, plástico, madera, mimbre, colcha espuma, tela, goma y la lista no es exhaustiva ya que depende de la habilidad e imaginación de sus dueños.

Este trabajo es también un testimonio que plantea el problema agudo y actual del  reciclaje versus el despilfarro. En Egipto las personas no sienten ninguna reticencia en usar estas sillas que son colocadas tanto en las puertas de los ricos por los guardianes y el servicio  como frente a las casas de los pobres. En nuestra cultura, más cercana a los Estados Unidos con su modelo de consumismo despiadado, la gente tiene vergüenza de exhibir y usar sillas tan destartaladas.

En el libro, las fotos de las sillas están colocadas sobre el mapa de los barrios donde fueron encontradas, en un trabajo tesonero y metódico: los autores recorrieron a pie ochocientos kilómetros de calles, avenidas, plazas y aceras desde los extendidos barrios  periféricos de carácter semi rural hasta las calles del centro de la ciudad, pasando por los barrios de trabajadores, la famosa Plaza Tahrir y los sectores más residenciales.

Las fotografías documentales nos hablan  de la forma caótica en la que se ocupa el espacio publico de manera informal y de las intervenciones no planificadas en una ciudad de casi veinte millones de habitantes. Sin embargo, los problemas de reciclaje y reuso, así como los de la falta de planificación urbana son universales. Para situar el tema en su contexto los autores han dado la palabra a algunos de los dueños de tal o cual silla, haciéndolos protagonistas junto a poetas y escritores.

Las sillas no han estado ausentes de los acontecimientos políticos que han sacudido Egipto desde 2011. Imágenes de sillas captadas por el lente de corresponsales extranjeros han dado la vuelta al mundo. Sillas volando, sillas como armas o sillas como medio de defensa en el campo de batalla de la plaza Tahrir, utilizadas por los revolucionarios contra el régimen y luego, como un péndulo, por los Hermanos Musulmanes en contra del ejército tienen su lugar en la publicación.

La diseñadora gráfica del libro es la holandesa Sandra Kassenaar, lo que hace de “1001 Streetchairs of Cairo” un proyecto multicultural que teje lazos dignos de celebración.  Este proyecto original ha tenido una excelente promoción tanto en revistas especializadas como en la prensa egipcia e internacional. Figura en revistas como Domus y Designboom.

El libro está en su fase de producción final. Para terminarlo los autores han acudido a un sistema de crowfunding vía la plataforma Indiegogo. Este proceso permite que las personas interesadas y deseosas de apoyar esta iniciativa lo puedan hacer de varias maneras, compartiendo informaciones o, por ejemplo, adquiriendo un libro por adelantado contribuyendo así al proceso de impresión. Si desea  contribuir puede hacerlo en el siguiente link: bit.ly/sidewalksalon.