REDACCIÓN.-El escritor Dany Laferrière, nacido en Haiti y radicado en Canadá, fue intronisado el jueves para ocupar el asiento número 2 de la Académie Francaise, convirtiéndose en el primer extranjero admitido en esta prestigiosa institución francesa, en una ceremonia presidida por el presidente de Francia, François Hollande.
“Ser un escritor es mi sueño. Siempre he querido ser uno”, señaló Laferrière a principios de este año. “Se requiere mucho trabajo y horas de la noche, y exige escribir durante muchos años para ahondar en las profundidades de las cosas”.
Laferriére nació en Puerto Príncipe, Haití, en 1953, y creció en Petit Goäve. Trabajó como periodista en Haití antes de trasladarse a Quebec en 1976.
Publicó su primera novela en 1985, Comment faire l’amour avec un nègre sans se fatiguer (Cómo hacer el amor con una negra sin cansarse), que se convirtió en un best-seller y fue adaptado para una película nominada a un Premio Genie.
Dany Laferrière es “el primer escritor que aceptamos entre nosotros que no tiene la nacionalidad francesa. Dany es una puerta abierta”, opina Jean-Christophe Rufin, escritor, médico y académico francés
Recibió el Premio Médicis en 2009 por su novela L’énigme du retour (El enigma del regreso).
Muchas de sus obras han sido traducidas al inglés por el escritor y traductor de Montreal, David Homel.
Ganar la entrada a la Académie Francaise es considerado un “santo grial” para muchos intelectuales franceses.
La Academia cuenta con 40 asientos, cada uno de los cuales tiene asignado un número exclusivo. Se distinguen por sus uniformes oficiales, conocidos como “l’habit vert”, el traje verde.
Laferrière ha sido elegido para ocupar el asiento 2, anteriormente en manos de Héctor Bianciotti, quien murió en 2012.
Otros autores candidatos a este puesto, son la destacada escritora feminista Catalina Clément; el poeta Yves-Denis Delaporte; el estudiante de secundaria de Arturo Pauly, de 15 años de edad; el escritor Jean-Claude Perrier y el poeta Georges Tayar.
Elegidos de por la vida, los 40 miembros Academia son conocidos como “les inmortales” (los inmortales), que no se refiere a la vida eterna de la persona, sino a la inmortalidad de la lengua francesa.
Uno de sus objetivos es la protección de la lengua francesa.
Dany Laferrière es “el primer escritor que aceptamos entre nosotros que no tiene la nacionalidad francesa. Dany es una puerta abierta”, opina Jean-Christophe Rufin, escritor, médico y académico francés.
Dominique Anglade, hija de Georges y Mireille Anglade, ve en Dany “el vínculo entre Haití, Quebec, Canadá, la Francofonía (…) También es alguien que nos recuerda la importancia de la conexión emocional con Haití, enlace a través de las generaciones que afecta tanto a los migrantes que salieron de Haití como a sus hijos nacidos fuera de Haití”.