SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El teatro eleva su calidad con la puesta en escena de “Dramas”, un montaje del Teatro Sin Nombre (T sin N), dirigido por el dramaturgo Carlos Castro, que hurga en la vida moderna a la dominicana, donde lo popular emerge desde el piso creativo de las “malas palabras” y desde los lenguajes no verbales.
El espectáculo, que se estrena el viernes 1ero de abril en la 4ta Espacio Teatro, Zona Colonial, profundiza la investigación sobre la dramaturgia urbana que viene desarrollando Castro desde finales del siglo pasado.
En esta ocasión, y yendo más allá de Roberto Zucco, montaje en el que Castro se reveló como uno de los dramaturgos más sólidos del país al sorprender al público con la alteración del horizonte cultural urbano de la República Dominicana del siglo 21, dejando entrever una perspectiva antropológica postmoderna, el director del T sin N trabaja con los destacados actores Donis Taveras, Manuel Emilio Raposo y la actriz Wallis Uribe.
“Este espectáculo toca dos tópicos que hace tiempo vengo explorando en el montaje y en la dramaturgia escrita. El primero vinculado al impulso, el gesto, el mundillo de nervios y sangre que contiene la profundidad de la acción corporal; el segundo es de carácter conceptual, vinculado al sub mundo de palabras, códigos, acciones duras y sucias que subyacen en la sociedad donde la modernidad llegó de noche y con los ojos vendados”, expresa Carlos Castro al explicar los motivos de su nuevo trabajo.
“Dramas” no solo explora el mundo suburbano desde la óptica de su creador y director, sino que pretende un recorrido deconstructivo de los discursos dominantes, a la vez que se afinca en las “malas palabras” para conducir al espectador a esa cotidianidad que el poder congela y cosifica.
El tema de la cotidianidad, según Castro, ha quedado atrapado en la jaula de la superficialidad de la música popular, de la vulgaridad de los comediantes y la carencia de análisis de sus causalidades. “No olvidemos –recuerda- que para ser intelectual en República Dominicana existe un protocolo que incluye el saco y la corbata como signos del saber”.
Agrega que pocas veces la mirada de los intelectuales y de los artistas criollos se ocupa de cosas sucias como el olor a cuero, los códigos de los ladrones y de los delincuentes, las drogas, el mundo lésbico, los pordioseros y el acontecer de la calle, aspectos explorados en “Dramas”.
“En estos dramas se hurga en una estética del gesto y de la palabra dura y ácida, sin pelos en la lengua”, revela Castro al expresar que el espectáculo constituye un arañón instintivo en un mundo de sorpresas verbales y corporales que atraviesan la cotidianidad dominicana.
Teatro sin Nombre
El Teatro sin nombre (T sin N) es un proyecto teatral que no tiene estructura ni le interesa, es un teatro errante que desaparece después de cada montaje, los actores quedan sin compromiso con estructura o entidad alguna.
T sin N no tiene ni le interesa dirección electrónica ni blog ni contacto en redes sociales. Su director quiere hacer teatro con dignidad y alegría.
T sin N es un proyecto libre, a la medida de una sociedad donde el compromiso ético no se asume como una responsabilidad dignificante sino como una desgracia que mata el encanto de crear un espacio lúdico para el disfrute de todos.