ENSAYO PRESENTADO PARA EL PROGRAMA DE CERTIFICACION DOCENTE DEL MODELO EDUCATIVO
UNPHU
UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRIQUEZ UREÑA
Dra. Ena Rosa Henríquez Portuondo 14 de junio del 2017
Santo Domingo, República Dominicana
“Nuestra esperanza única está en aprender a pensar las cosas desde su raíz” –Pedro Henríquez Ureña
Alguien me preguntó el otro día en qué universidad yo daba clases.
- En la UNPHU –respondí, pronunciando correctamente
Mi interlocutor me corrigió y dijo –Se dice UNFU.
- ¿Por qué? –Le pregunté.
- Es que PH suena F….
- ¡Ahh! …. –Dije y vuelvo a preguntar,
- Pero ¿en qué idioma?
- ¡Ohh! ¡En inglés!!! …
- Y en francés también –añadí – Pero ¿cuál es nuestro idioma? –Repliqué. Me asombró que titubeó un poco antes de responder:
-…el español.
Esto me dio pie para pensar en la razón por la cual se ha distorsionado el nombre de tan querida y prestigiosa institución, ya que a su inicio y durante muchos años después, se les enseñaba a los estudiantes cuando ingresaban, cómo y por qué se debía pronunciar UNPU y a quién pertenecían las iniciales P.H.U.
Sin embargo, de un tiempo acá, esa costumbre ha ido perdiendo énfasis y la alteración se fue arraigando, al mismo tiempo que el lenguaje en nuestro país se ha ido deformando. Se ha contaminado con extranjerismos adoptados del inglés mayormente, mala redacción en los periódicos, faltas ortográficas y de sintaxis, alteración en la conjugación de verbos e inventos de palabras que no existen en el diccionario y… la auto corrección que hace “el sistema” que nos arropa: la informática.
Ante esta situación anormal que la costumbre hace parecer normal, me pareció procedente hacer un ligero análisis con la intención de que, si encontramos la causa de lo irracional e inconsciente del error, podemos llegar a su origen y, racionalmente, volver a la pronunciación correcta original.
Esto nos hará auténticos y coherentes con el fundamento básico o primordial de la universidad y la filosofía de la persona cuyo nombre ostenta: Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU.
Historia de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
El nombre de la universidad debe ser analizado con minuciosidad para comprender su transcendencia y profundo significado. En el Boletín No. 1 de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Fundación Universitaria Dominicana, 1966), encontramos la siguiente información sobre sobre el origen de dicha institución.
La Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña fue fundada el 21 de abril de 1966. En aquellos tiempos, existían dos universidades en el país: la Universidad de Santo Domingo, Primada de América, hoy Autónoma, fundada desde la época de la colonia por la Orden de los Dominicos en el siglo XVI; y en Santiago, la Universidad Católica Madre y Maestra, hoy Pontificia, primera universidad privada del país, fundada en 1962 por iniciativa del Episcopado Dominicano.
Durante los años posteriores al derrocamiento de la tiranía, los tiempos eran de gran inestabilidad política y la enseñanza superior se veía interrumpida con frecuencia. Por esta razón, 140 profesores de la Universidad de Santo Domingo y personalidades reconocidas y representativas de la sociedad dominicana se reunieron para crear el cuerpo de profesores de una nueva universidad y la Fundación Universitaria Dominicana. Bajo estatuto orgánico, dicha Fundación
respaldaría la institución universitaria que llevaría el nombre “Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña” en honor al gran humanista, literato, filólogo y maestro dominicano de alcance universal, el Dr. Pedro Henríquez Ureña.
La institución inició sus labores docentes en noviembre de 1966 en el edificio del antiguo Hospital Geriátrico donado por el Gobierno Dominicano, convirtiéndose así en la segunda universidad privada del país. Obtuvo su personalidad jurídica el 21 de marzo de 1967 bajo el decreto presidencial No. 1090 cuyo lema sería “Todo el que tenga algo que enseñar o aprender será bien recibido”.
SIGLA: Definición
Continuando con el análisis inicial de su significado vemos que el nombre UNPHU es una sigla cuyas letras tienen cada una un significado.
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, (2005), se llama “sigla” tanto a la palabra formada por las iniciales de los términos que integran una denominación compleja, como a cada una de esas letras iniciales. Las siglas se utilizan para referirse de forma abreviada a organismos, instituciones, impresos, objetos, sistemas, asociaciones, etc.
Las siglas tienen sus reglas: pueden leerse en forma de acrónimos tal como se escriben (OTAN), o deletreándose (DDT); no tienen plural, (“hay varias ONG”); el género es el de la palabra que constituye el núcleo (la OEA); se escriben o todas mayúsculas o todas minúsculas (láser, UNESCO); deben hispanizarse siempre que sea posible (OTAN y no NATO).
UNPHU, por lo tanto, es una sigla cuyas letras corresponden a las iniciales del nombre Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Basándonos en estas razones, sostenemos que se debe corregir la mala e ilógica costumbre de pronunciar “UNFU” en lugar de “UNPU”. Y mucho más conveniente sería escribir siempre el nombre completo de la institución junto a la sigla, para así evitar confusión.
La U es por Universidad; la N es por Nacional; la P es por Pedro; la H es por Henríquez (en español la H es muda y no suena) y la U es por Ureña. UNPHU. Pronúnciese “UNPU”.
A pesar de todo, aún así, puede suceder que seamos corregidos, como me ocurrió una vez, que una alumna tachó la N de UNPHU en el papel de examen y la sustituyó por una M. Cuando le pregunté la razón de ese cambio, me contestó muy convencida –“Es que antes de B y P se escribe M” …¡!!!
Importancia de la pronunciación
Toca ahora comprender el significado del nombre, la importancia de su pronunciación, y la consecuencia de la pronunciación errónea e incoherente. Veamos pues lo que es cada quien:
Universidad Nacional
Según el Diccionario Pequeño Larousse Ilustrado, (2007), el término universidad es: “1.-Institución formada por un conjunto de centros de enseñanza e investigación donde se imparte la enseñanza superior; 2.-Edificio o conjunto de edificios donde se imparte este tipo de enseñanza.” El término institución se define como “cada uno de los órganos fundamentales de un estado o de una sociedad. Si es educativa se dedica a la enseñanza superior que abarca distintas áreas o el universo del saber.” Nuestra institución es nacional pues abarca toda la nación dominicana.
Pedro Henríquez Ureña. ¿Quién es?
Me permito reproducir aquí, la explicación que aparece en la contraportada de la colección Pedro Henríquez Ureña. Obras Completas publicada por el Ministerio de Cultura en 2013.
Pedro Henríquez Ureña (Santo Domingo, 1884 – Buenos Aires, 1946). Escritor y humanista de alcance universal. Su madre, la poeta Salomé Ureña, y su padre, el médico y político Francisco Henríquez y Carvajal, fueron colaboradores del puertorriqueño Eugenio M. de Hostos dentro del proceso de reforma educativa dominicana. En 1901 Henríquez Ureña marcha a Nueva York. Inicia así un periplo que lo conducirá a Cuba, México, los Estados Unidos, España y Argentina. En cada uno de esos países dejará profundas huellas, en especial en México y Argentina, donde contribuirá a profundos procesos de reforma intelectual. (Henríquez Ureña, Obras Completas, 1921 – 1928 I, 2013).
A su vez, en la contraportada del libro Seis ensayos en busca de nuestra expresión, (Henríquez Ureña, 2007), su hija Sonia Henríquez Ureña de Hlito refiere lo siguiente:
Mi padre (…) tuvo el privilegio de nacer en un hogar de excepción. Hogar creador donde la educación era la vida. Por ambas ramas su familia pertenecía a la tradición cultural y patricia del país. Su madre, la poetisa Salomé Ureña de Henríquez, (…) creó en 1881, bajo la influencia de Eugenio María de Hostos, el Instituto de Señoritas, de donde surgieron las primeras maestras dominicanas. Su padre, Francisco Henríquez y Carvajal, abogado y médico, fue en los años de la niñez de mi padre director de la
Escuela Preparatoria, institución también creada a instancias de Hostos (…). La formación de estas instituciones que dirigían sus padres, el mantenerlas y defenderlas, pues había resistencia por parte de la enseñanza privada y religiosa, todo ello significó un gran esfuerzo para la educación y cultura del país, pues se renovó la educación oficial con programas y métodos modernos y laicos. Aquí está, para mí, la semilla de su vida: su afán permanente por educar. Por otra parte, el ideal de justicia, el ideal de América como destino común. Tal es el fruto de esos padres, de ese mundo.
UNPHU y Pedro Henríquez Ureña
Interesa ahora encontrar la relación entre los objetivos de la Universidad y los criterios de Pedro Henríquez Ureña. En todo momento debe haber coherencia entre los valores, ideales y filosofía de ambos. Es en esa coherencia donde se fundamenta la importancia que tiene para nosotros la Institución y la correcta pronunciación de su nombre en forma de acrónimo. Esta coherencia debe existir en todo momento pues es lo que va a definir la identidad de nuestra institución académica.
De esa concordancia entre la filosofía del humanista y la de la institución que lleva su nombre, se origina el valor que tiene la institución para nosotros y lo que nos motiva a sentir orgullo.
UNPHU: Nuestra Filosofía
La filosofía de la UNPHU está impregnada de valores humanistas en su misión de formar profesionales capaces de responder a las necesidades del entorno de manera armónica con los tiempos. En el portal de la UNPHU (UNPHU Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, 2017) encontramos la Misión, Visión y Valores de nuestra institución como sigue:
MISION: Contribuir al desarrollo sostenible y al mejoramiento de la sociedad a través de la educación y formación del ser humano como agente de cambio, competitivo en su campo profesional, comprometido con la innovación y aplicación del conocimiento para la solución de las problemáticas de la sociedad en su conjunto.
VISION: Ser una institución de educación superior de excelencia académica, caracterizada por mantener procesos permanentes de mejora continua y aseguramiento de la calidad de sus funciones sustantivas, por su compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
VALORES: Los valores asumidos por la UNPHU están basados en los principios humanistas que dan significado y propósito a la vida institucional: Excelencia académica, Responsabilidad, Verdad, Integridad, Equidad, Ética, Compromiso Social, Sensibilidad Medioambiental, Pluralidad y Diversidad.
Pedro Henríquez Ureña: Su filosofía
En la tesis que presenta para optar por el título de abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de México en 1914 con título Concepto de Universidad (Obras Completas, 1911 – 1920 III, 2013), Pedro Henríquez Ureña (PHU), dice:
La universidad es institución destinada a cumplir fines de alta cultura y de cultura técnica. Teóricamente, sobre todo para la opinión contemporánea, quizás debiera destinarse sólo a la alta cultura, a la investigación y al conocimiento desinteresado; históricamente, sin embargo, nunca ha desatendido la cultura técnica y práctica, la educación profesional. Porque claramente se ve que la alta cultura y la profesional, aunque por momento coincidan, distan mucho de ser idénticas. (pág. 20)
La Universidad es – ¡ella también! – herencia misteriosa de Grecia a la civilización moderna. Es la reaparición del pensamiento libre y de la investigación audaz que abrieron sus palestras bajo los pórticos de Atenas. (pág. 22)
Destinada a la libre investigación por sus lejanos orígenes helénicos y por las modernas influencias germánicas; destinada también a la aplicación práctica de la cultura, por el mundo latinogermano en que se desarrolló, la Universidad debe comprender escuelas profesionales y planteles para la pesquisa científica; suele contener, además, colegios de cultura general que a veces le sirven de pórticos. (pág. 23)
El problema de la pronunciación incorrecta. La identidad
“Nuestra esperanza única está en aprender a pensar las cosas desde su raíz.”
–Pedro Henríquez Ureña (PHU)
Analicemos pues. El error está tan fuertemente arraigado, que se tiene como normal y ni se piensa, pero socava.
En este detalle, al leerlo mentalmente contaminándolo con fonética extranjera, es que se origina el error de la pronunciación y se cae en la incoherencia de pronunciar F por P, porque se leyó en inglés y, por ende, el significado del acrónimo no coincide.
Al decir este error, aparentemente pequeño, se altera el idioma, utilizamos un sonido extranjero pronunciando una letra que no existe, y no nos percatamos de que nuestro idioma español disminuye en importancia igual que nuestro nacionalismo. No detectamos la incoherencia de pronunciar una letra que no está escrita; hablamos sin pensar lo que decimos utilizando un sonido extranjero, lo cual, subliminalmente, nos va disminuyendo nuestra identidad.
Para corregir esto hay que hacerlo de forma intencional con el fin de que la solución sea racional y efectiva.
Alfonso Reyes dijo, “…Henríquez Ureña enseñaba a ver, a oír y a pensar y suscitó una verdadera reforma de la cultura…” (Reyes, Ensayos: Pasado Inmediato, 1968).
Es lo que estamos haciendo en este artículo. Esta correlación entre los criterios del maestro PHU y la pronunciación de la sigla UNPHU, es lo que nos conduce al concepto de nuestra identidad no solamente como institución académica sino también como dominicanos. No hay mucha diferencia, sólo el enfoque.
La identidad es el conjunto de caracteres o circunstancias que hacen que alguien o algo sea reconocido sin posibilidad de confusión con otro. Así, la Identidad social es la conciencia que tiene una persona de su pertenencia a uno o varios grupos sociales o a un territorio, y es este sentido de pertenencia lo que le da la significación emocional y valorativa que resulta de ello.
Comentarios de Pedro Henríquez Ureña sobre la identidad de nuestros pueblos hispanoamericanos
En Caminos de nuestra historia literaria, (Henríquez Ureña, Seis ensayos en busca de nuestra expresión, 2007) PHU analiza las vicisitudes de la República Dominicana para mantener su cultura e identidad a pesar de las guerras, éxodos e invasiones.
Antes de presentar su conferencia La Utopía de América en la Universidad de La Plata, 1922, Pedro Henríquez Ureña escribe al director de Estudiantina su sentir sobre la Utopía, preocupado por lo joven de nuestra América:
Es fin, es propósito válido la conservación de nuestro espíritu con sus propias virtudes, el “nacionalismo espiritual,” contrario al político, que sólo se justifica temporalmente como defensa del otro, del esencial; y aun así me interesaría poco si hubiéramos de persistir en nuestros errores, en nuestra pereza intelectual y moral, bajo el pretexto de que “así somos”. Aquí el peligro no es que a fuerza de imitar al extraño caigamos en el descastamiento: la ley de genio y figura se cumple en los pueblos como en los hombres, hasta bajo las desviaciones aparentes; el peligro es que no sepamos vencer la desidia para revelarnos en perfección. Y para mí el peor despeñadero está en el mal del sueño que aflige a nuestro sentido de justicia: el dolor humano golpea inútilmente a la puerta de nuestra imaginación, y nuestra indiferencia discurre sonámbula entre la “guerra de todos contra todos” que es la sociedad de nuestro tiempo. (Obras Completas, 1921 – 1928 I, pág. 124)
(¿Algún parecido con hoy día?)
La Extranjerización: F por P
En Caminos de nuestra historia literaria, (Henríquez Ureña, 2007), PHU dice “En la práctica todo el mundo distingue al español del hispanoamericano: hasta los extranjeros que ignoran el idioma” (pág. 158).
Esta diferencia entre el español conquistador de España y el español criollo de Hispanoamérica se percibe también en literatura. O sea, tanto el conquistador como el criollo son “español”. Y en español la PH suena P. Por lo tanto, la pronunciación de la PH con fonética de F no es admisible porque constituye una deformación de la identidad… ¿vamos a pasar de una cultura hispánica a una sajona?!
¿No se asemeja esto a la actual situación en que se encuentra nuestro país y nuestra Institución? El pronunciar en inglés una PH escrita en español, aunque parezca una simpleza, encierra el peligro de perder nuestra identidad cediendo a la costumbre no razonada de pronunciar mal sin saber lo que significa ni por qué. ¿Es acaso que, porque suena en inglés, es mejor? ¿o es más bien pereza y dejadez intelectual como dice PHU?
Tenemos no sólo la necesidad, sino la obligación de rescatar nuestra identidad institucional y relacionarla con nuestra identidad como nacionales dominicanos mediante el uso correcto de nuestro idioma, criollo, genuino e hispánico.
¿Se puede corregir?
Claro que sí. Se puede y se debe corregir. Pero hay que querer hacerlo. En La Utopía de América (2013), Pedro Henríquez Ureña dice:
Si el espíritu ha triunfado, en nuestra América, sobre la barbarie interior, no cabe temer que lo rinda la barbarie de afuera. No nos deslumbre el poder ajeno: el poder es siempre efímero. Ensanchemos el campo espiritual: demos el alfabeto a todos los hombres; demos a cada uno de los instrumentos mejores para trabajar en bien de todos; esforcémonos por acercarnos a la justicia social y a la libertad verdadera; avancemos, en fin, hacia nuestra utopía. (pág. 129)
Refiriéndose a México, Pedro Henríquez Ureña dice “…en cada una de nuestras crisis de civilización es el espíritu quien nos ha salvado luchando contra elementos en apariencia más poderosos.” (pág. 128)
¿Tenemos el espíritu necesario para lograr el cambio?
¿Dónde está la F?
Analicemos la razón del cambio de pronunciación F por P en UNPHU. ¿Dónde está la F? … ¡En nuestras mentes, contaminadas por un extranjerismo!
Si los objetivos de la universidad van dirigidos a mejorar la cultura de la población, específicamente de nuestro país, Pedro Henríquez Ureña nos recuerda que “…somos pueblos ignorantes y necesitamos escuelas sabias y exigentes que nos obliguen a aprender” (Reyes & Henríquez Ureña, Correspondencia, 1907-1914). Entonces, ¡hagámoslo! Obliguemos a pronunciar bien el acrónimo del nombre de nuestra Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU. Se dice UNPU.
La P es de Pedro, la H es de Henríquez –en español, es muda y no suena, y la U es de Ureña: UNPHU. Pronúnciese UNPU.
Pedro Henríquez Ureña firmaba sus cartas, sus ensayos, e identificaba sus libros con sus iniciales PHU. No puedo imaginar a nadie diciendo – “recibí una carta de FU analizando tal o cual escrito” …o si alguien veía algunos de sus libros marcados PHU y preguntaba de quién eran, no le decían de FU, sino de Pedro. No me atrevo a pensar cómo le dirían a la FUDPHU; por suerte, con mucha sensatez, le dicen “La Fundación”.
Imaginemos a un niño dominicano de cinco años, orgulloso por haber aprendido a leer, ¿cómo leería “UNPHU”: UNPU o UNFU? Me inclino a pensar que diría UNPU por genuino, inocente, y descontaminado de otro idioma y sobre todo muy orgulloso porque demuestra que ya sabe leer y ¡lo hace muy bien!
Nos avergüenza pensar que el nombre de la universidad, nada menos que el del más destacado literato, filólogo, humanista dominicano, estudioso y defensor de nuestro idioma, el español, sea extranjerizado y mal pronunciado… ¡por nosotros mismos!
Estamos convencidos de que podemos rescatar la correcta pronunciación, y la correcta identidad, la institucional y la ciudadana; no nos dejemos arrastrar por la incomodidad de modificar una mala costumbre establecida; seamos valientes y enfrentemos el reto: ¡Vamos a cambiarla y a pronunciarla bien!
¡Digamos UNPU que la P es de Pedro! Siempre UNPU, en inglés o francés, que es español y la H no suena.
En su Utopía de América (2013), Pedro Henríquez Ureña dice:
“Aprender no es sólo aprender a conocer sino igualmente aprender a hacer. No
debe haber alta cultura, porque será falsa y efímera, donde no haya cultura popular”
(pág. 127).
“Lo extranjero no es mejor que lo nuestro (…) No nos deslumbre el poder ajeno” (pág. 129).
Mantengamos el orgullo de esta universidad que es nuestra, dominicana, y como es nuestra, ¡es mejor!
Somos UNPHU, en español, ¡con P de Pedro!
Referencias
Equipo Editorial Larousse. (2007). Diccionario Pequeño Larousse Ilustrado. México: Larousse Ediciones.
Fundación Universitaria Dominicana. (Agosto de 1966). Boletín No. 1. (C. Editorial Arte y Cine, Ed.)
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Henríquez Ureña, P. (2007). Seis ensayos en busca de nuestra expresión. (M. Collado, Ed.) Santo Domingo, República Dominicana: Ediciones CEDIBIL.
Henríquez Ureña, P. (2013). Obras Completas, 1911 – 1920 III (Vol. 6). (M. D. Mena, Ed.) Santo Domingo, República Dominicana: Editora Nacional.
Henríquez Ureña, P. (2013). Obras Completas, 1921 – 1928 I (Vol. 7). (M. D. Mena, Ed.) Santo Domingo, Republica Dominicana: Editora Nacional.
Henríquez Ureña, P. (2013). Utopía de América. En P. Henríquez Ureña, & M. D. Mena (Ed.), Pedro Henríquez Ureña – Obras Completas 1921-1928 (Vol. 7, pág. 127). Santo Domingo: Editora Nacional.
Real Academia Española. (2005). Diccionario panhispánico de dudas. Madrid: Santillana Ediciones Generales, S. L.
Reyes, A. (1968). Ensayos: Pasado Inmediato. La Habana: Casa de las Américas. Reyes, A., & Henríquez Ureña, P. (1907-1914). Correspondencia.
UNPHU Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. (14 de Junio de 2017). Identidad Corporativa.
Recuperado el 14 de Junio de 2017, de http://unphu.edu.do/unphu-2/valores/