Esta mañana del martes 13 de agosto, como los 79 años anteriores, respire, y desperté a la vida. La divina providencia me concedió la oportunidad de ver un nuevo amanecer y contemplar la luz del día. Me sentí feliz, era un día especial, pues arribaba a cumplir mis 80 años.  ¡Soy un hombre afortunado!

Todo ser humano que logra llegar hasta aquí, hace una parada, reflexiona y es entonces cuando se pasa revista al pasado. Sin importar  los resultados de este largo recorrido, este nuevo despertar nos invita cálidamente a vivir de lleno el presente, a dejar de lado trivialidades y conflictos, anhelando extendernos hacia un mejor futuro.

Al llegar a esta edad privilegiada, no me arrepiento de haber vivido y de haber hecho lo que me ha dictado mi conciencia.  Nací en la hermosa aldea de Bani, donde todos íbamos a la misma iglesia, al mismo parque, al mismo lugar a jugar beisbol, a la misma escuela y hasta nos enamorábamos de las mismas mujeres.

Nací y viví entre el barrio de Los Lora y el barrio de Villa Majega, El patio de mi casa, la de mi abuelito paterno, hacia fronteras con el solar-santuario del  Generalísimo Máximo Gómez, el banilejo más ilustre y trascendente de su época.  Pasaba por el todos los días con una sillita en la cabeza y un cuaderno para las tareas. Nuestra particular aula de clases, se encontraba debajo de una mata de jobo y otra de mango, lugar de la escuelita donde dos hermosas negras cocolas me enseñaron a leer y a escribir.

En casa de mi abuelita materna, donde viví  posteriormente, había una panadería, donde se hacía “pan de agua” para el desayuno y “pan de huevo” para la cena.  De noche, mientras hacían el pan, los panaderos armonizaban esta tarea a ritmo de un bolillo de metal que golpeaban en la madera, al tiempo que cantaban colectivamente canciones populares.

A Dagoberto en sus 80 años

Entre uno y otro descanso,  había momentos para cuentos, chistes, adivinanzas, narraciones y poesías improvisadas como expresión de oralidad.  Los domingos, yo era invitado a sus actividades sociales-culturales: velaciones, mortuorios, cumplimiento de promesas, bautizos por la iglesia, de agua y de “cabeza”, donde se compartía con sencillez, solidaridad y autenticidad.  No había actores, simulaciones, todo era espontáneo y auténtico.

Vivía fascinado. Vivía embrujado en ese mundo de costumbres del pueblo; de la cultura popular, del folklore, de las esencias, de la identidad. ¡Aprendí a conocer la grandeza y la diversidad de mi país!

Aunque estudie sociología en la Universidad Católica de Rio de Janeiro.  Regrese, entre a la UASD como docente, pero me inserte en todas las manifestaciones populares, equilibrando la ciencia y la formalidad académica, con el conocimiento popular.  Fue ese proceso el que me permitió aprender y humanizarme, a valorar al ser humano más allá del color de piel, su condición social o sus ideas políticas y religiosas. 

  Durante la mayor parte de mi vida, mi tiempo, mis sueños y mi energía, los he dedicado a mi país, un pueblo  alegre que canta aun en medio de la tristeza; que no pierde su sonrisa, su esperanza y que por encima de todo, manifiesta su alegría. Por este pueblo y para este pueblo he vivido. No me arrepiento, pues andando junto a el aprendí la verdadera sociología. Aprendí a diferenciar las esencias de las apariencias, a valorar la identidad nacional, la diversidad de la cultura popular, la dimensiones de la creatividad y de la sabiduría del pueblo; de su resistencia, de sus luchas, y eso definió mi vida.

He llegado a ochenta años de edad.  No me arrepiento de lo vivido.  Mi pasión ha sido la esencia del pueblo, su folklore y su cultura popular.  He luchado por ser su voz, su rostro y hasta su conciencia.  ¡Vivo en paz!, Hoy, siento que valió la pena, pues este campesino alucinado de Bani, ha recibido el mayor de los regalos que se puede recibir en un día especial;  su cariño. Les doy las gracias, porque me han hecho un hombre nuevo. 

Quiero expresar mi más profundo agradecimiento, a todos aquellos que de una u otra manera, aunaron sus voluntades para festejar conmigo, tan significativo día. Ha sido la mejor sorpresa, me dejaron sin palabras.

Dagoberto en acción

GRACIAS A LOS PROTAGONISTAS

Esta noche de magia quedó marcada por todo un equipo de protagonistas, esos mismos, mis amigos de siempre. Hoy quiero reconocerles. 

Gracias especiales a La fundación Cofradía, en la persona de Roldán Mármol (Boruga), Mayreni y María Fernanda, cómplices junto a mi esposa, para sorprenderme gratamente en esta inolvidable noche. !Me han colmado de felicidad! 

A mi entrañable universidad Autónoma de Santo Domingo UASD, Y todo el equipo gestor de nuestra Rectora Magnífica Dra. Emma Polanco, en la persona de su Vicerrector de extensión, maestro Antonio Medina; al Vicerrector de Investigación, maestro Mauro Canario; al decano de la Facultad de Economía, maestro Alexis Martínez; el decano de la Facultad de Humanidades, maestro Augusto Bravo; al decano de la Facultad de Artes, maestro Dionis Rufino; la directora del Instituto de Género y Familia, maestra Virtudes de la Rosa; la directora del instituto de Historia, Dra. Reina Rosario; La directora de la Escuela de Sociología, maestra Marina Ortiz; la la directora de la Escuela de Turismo, maestra Dorka Alcántara; el director de Cultura maestro Henrri Cuello. A la cooperativa de profesores de la UASD, Fapropuasd, en la persona de Wagner Aquino Gomera y todo su equipo de apoyo. A la Unión de Carnavaleros del Distrito UCADI, en la persona de su presidente William García, así como al equipo de seguridad. Al productor artístico Luis Medrano. A la Alcaldía de Santo Domingo Norte. Al Centro Cultural Perelló, en la persona de la artista plástica, Lic. Julia Castillo. A la Alcaldía de Bani, en la persona de su Alcalde Sr. Chacho Landestoy. Al Artista de la decoración, Felipe Prandy, a Zaidan y todo su equipo. Al arquitecto Radhamés Peguero (Kike). A la Lic. Mirtha Pimentel del Ministerio de Cultura. A la Federación de Arte y Cultura, en la persona de Pedro Julio Quezada. Al equipo de comunicaciones del DICOM, en la persona de Jesús Sosa. A la cervecería nacional dominicana. 

Gracias a mis grupos culturales de siempre, responsables de la magia de esta noche memorable. Son los grupos originales, esencia de nuestro folklore y artistas del pueblo: La Sarandunga de Bani, Los chuineros del Cañafistol, las Salves de Enerolisa Núñez y su grupo, el Club de soneros, los Guloyas de San Pedro de Macorís, los Palos del Club Sol Naciente de Sainagua, Chachón el hombre show, Zenia con Nereyda presente, y su ballet folklórico FUNDEPOD, Quico y los Alí-Baba, Ballet Folklórico de la UASD José Castillo Méndez, La Rondalla Universitaria de la UASD de mano de su director Luis de la Cruz, Temito y las Cachuas de Cabral, así como numerosos carnavaleros de diversos lugares del país, como por ejemplo, Chío Villalona de Dajabón, Wampa, Eugenia y Frank de Cotui, Edis Matos de La Vega, Lolòn con su roba la gallina y Quico del Distrito Nacional. Al maestro Glovis, Marcos Keppis de Hato Mayor y Bimbo de La Romana. Marilyn Gallardo y su Grupo de Danzas Calalú, Marlenne y su comparsa.

Dagoberto Tejada Ortiz

La magia se convirtió en euforia, con la voz y la presencia de Xiomara Fortuna, Dulúc, Roldán y Manuel Jiménez. En un espacio del Club Universitario de la UASD. Fue una noche helénica, en donde las sillas se quedaron solas varias veces, porque todo el mundo prefirió bailar.

No puedo recordar tantos nombres para evitar omisiones, pero señores había cerca de quinientas personas disfrutando. Por ejemplo: Cesar Mella, Ricardo Corporán, Luisín Mejía, Roberto Santana, Ramón Colombo, Nita Adames, Nadal Walcot, Edis Sánchez, Rolando Pérez Uribe, Odalis, Julio, Mariano, Pedro Julio y Santos, Avelino, Maribel Núñez, Maribel Contreras, Lissette Fernández y doña Gladys Pérez. Roberto Santana, Víctor Vidal, Margarita la guerrillera, Edis Sánchez, Bolívar Troncoso y su esposa, Tomas Castro, Jochy Domínguez, Aristóteles Ponserrate, Elis, Pinki, Nelson, Teresa Toussaint, Guadalupe, Margarita Lorenzo, José Cuello, Euren Cuevas, Darío Solano, Juan Fredy Armando, Geo Ripley, Alicia Baroni, Warner, Cappelletti, Cristhian Rodríguez. Señores….. habían cerca de quinientas personas.

Gracias especiales a toda mi familia, a mis tres hijos, Juan José, María Isabel y Martha Milagros. A mis nietos Joan, Elena, Tiago y a mi hermosa Yerna Lucía. Agradezco especialmente a mi hermana Clara, a mi prima Irenita, a mi sobrino Martín y a su esposa Mary Carmen por su grata compañía en una noche tan especial.

Gracias a mi pueblo, a tantos amigos testigos de mis vivencias, los que a pesar de la distancia me envían su buena energía.  Fue emocionante el sentir su cariño a través  de la magia de la tecnología mediante sus videos. Gracias a  mi bello nieto Joan por sus palabras.  Al  compay Rubén Duran,  junto a la comadre Luisa y mi ex alumno Rene. Gracias a la Alegría de Rosilda de quien solo he recibido muestras de amor y lealtad.  A mi hermano Iván Domínguez, el mismo de convite. A Jaqueline Meliz, quien conoce las etapas de mi vida.  Y a mi compañero de mis años de estudios en Brasil, Federico Arvelo. A todos ellos  va mi corazón.

Gracias a mi esposa, la cómplice que me acompaña en esta etapa de mi vida, junto a mi pequeña hija. Ambas son la bendición que se asoma tras un nuevo amanecer. ¡Doy Gracias a la vida!

Tienen mi eterna gratitud