SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Los musicólogos y difusores de jazz Carlos Francisco Elías y Tony Domínguez Alan declararon que el Ministerio de Cultura no tiene calidad moral para declarar a nadie “personalidad del Jazz”, debido a que no ha hecho ninguna actividad en relación con la “música de los músicos” que le otorgue aval para dar reconocimientos y premios.

Al rechazar una invitación que calificaron de apócrifa, los productores del programa Jazzomanía, desde hace 20 años, resaltan que en los ocho años que las autoridades del Ministerio de Cultura llevan organizando la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo no ha organizado y dado cabida a temas relacionados con el Jazz.

A continuación la declaración entregada por Carlos Francisco Elías a Acento.com.do

En mi nombre  y con el respaldo de Tony Domínguez Alan, quien se  encuentra fuera del país por gratos asuntos familiares, declaramos:

Que el ministerio de Cultura de la República Dominicana, no tiene calidad moral alguna para declarar a nadie Personalidad del Jazz, porque dicho ministerio en 8 años no puede exhibir ninguna actividad que lo avale para asumir tal empoderamiento e iniciar la acción cultural que le permita actuar en el sector del Jazz del país, que está representado por programas de radio, productores de espectáculos, articulistas especializados en la materia, entre otros.

Nosotros, como productores del más viejo programa de Jazz de la República Dominicana, 20 años ya, entendemos que el Ministerio de Cultura actual ha tenido 8 años para programar, en su acción más ñoña que es la Feria del Libro, actividades que hubieran incluido el Jazz. Incluso conciertos en la misma feria, que habrían dado de comer a los músicos de Jazz jóvenes del país, que tratan de abrirse camino en su carrera profesional.

El Jazz es, esencialmente, libertad. Y la libertad en ese ministerio lleva 8 años secuestrada

Proponemos una revisión de los programas de los 8 años de la feria del libro (su adorado espectáculo anual) para ver el rol del Jazz en su acción cultural de mayor presupuesto. Entonces se deberá evaluar si este protagonismo repentino, ramplón y advenedizo, tiene alguna razón de ser.

En la República Dominicana, hasta la fecha de  de hoy  (el 30 de abril la UNESCO lo declaró el Día Internacional del Jazz), el Ministerio de Cultura no tiene relación alguna con todas las actividades de Jazz a nivel mediático. Decimos: conciertos, presentaciones, festivales, artistas invitados.

(Para taparse las espalda, cosa que no es muy querida, quizás hubieran podido invitar este año a nuestro Guillo Carías, embajador natural y sin sueldo en Carolina del Norte, donde ha hecho una labor en favor del país y su música que el propio ministerio de Cultura desconoce, porque no está en eso, no le interesa, no sabe de eso, dícese Jazz, luego no controla qué pasa)

El homenaje de este viernes, día 27 de abril, es parte de la frivolidad acartonada a que nos tiene acostumbrado el ministerio de Cultura, ignorante de muchos renglones de la cultura, que se maneja con chismes de peluqueras de chinchorro quebradas a la hora de valorar a las personalidades de la cultura de este país.

Creemos que es improcedente, un oportunismo sin par, que un ministro, analfabeto en Jazz y otras cosas de las que se guilla, porque aparentemente el poder lo puede todo, tenga la osadía pública de pretender que nosotros los de Jazzomanía, lo vamos a acompañar en una empresa pírrica: crear personalidades de Jazz. Es un tema que el ministerio desconoce por apatía, ignorancia y falta de interés.

Conocemos bien la  banalidad ridícula de las malditas placas de reconocimiento, birria y hojalata de un ministerio que cree que puede evaluar a los intelectuales y gestores culturales como si fueran empleados de hoteles de la cadena del difunto Bill Marriot.

El Jazz es, esencialmente, libertad. Y la libertad en ese ministerio lleva 8 años secuestrada. ¿Quién liberará el Jazz en este país? Talvez Pedro Vergés o el que venga.

Por todas esas razones es que los de Jazzomanía no participan en la farsa seudo jazzística creada por el ministro Lantigua y su ayudante (no sabemos sobre el tema quién es más ignorante) Nicauli Vargas, representante de la UNESCO en el país, quien mantuvo secuestrada la noticia como si fuera el mejor secreto guardado. Además, eligió a sus compinches preferidos para celebrar un día que, por ser del Jazz, debió ser de todos.

Nota: el 2 de mayo tenemos una celebración no oficial en la Casa de Italia, a las 9 de la noche, para todos aquellos que aman el Jazz de verdad, sin poses. La entrada es libre. Invita Jazzomanía. Gracias.