SANTO DOMINGO, República Dominicana.-De entre los retos editoriales posibles, pocos tienen la exigencia, cuidado y complejidad de una agenda.

La agenda es una publicación personal, con la que se establece una complicidad. A veces es la caja negra personal de cada quien. Se trata de un producto que estará en manos de la gente todos los días. Un producto que no admite la posibilidad de un error porque el mismo estará, cada día, hablando de la ineptitud de sus editores.

En los tiempos de las agendas electrónicas que tiene cada celular inteligente, tener una agenda física, hermosa, útil y con un mensaje de trascendencia, es un verdadero milagro de la época.

Nadie que no haya editado una agenda, sobre todo si es sobre un tema y parte de una iniciativa de concepto, tendrá jamás una idea de lo que representa esa tarea.

Es una de las labores editoriales más complejas y agotadoras, debido a que las condiciones son altamente desafiantes: tiene que implicar un mensaje completo, detallado, bien presentado, con adherencia al genero editorial y dejar espacio para que la gente la utilice como libreta de apuntes personales.

Agenda de la Mujer Dominicana. Tema: La mujer y los deportes; Editora: Virtudes Álvarez; Diseño portada y contraportada: Juan Sales, Pubicom SRL; Diagramación: Harold Frias Maggiolo; Fotos: Randy Custodio Brito, Pedrito Guzmán, William Antonio Reyes; Edición al cuidado de: Manuel Almonte Salazar; Impresión: Mediabyte SRL

Virtudes Álvarez, una mujer con una larga tradición de lucha social, determinó en la Agenda de la Mujer Dominicana, que sale al público en noviembre-diciembre desde 2008, ha logrado abrir un espacio digno a las agendas temáticas con sentido de género. Se debe destacar que el hogar que acoge esta publicación es el Centro Cultural Perelló.

Para este 2019, el tema tratado es Mujer y Deporte, área de acción en el cual la mujer joven dominicana ha establecido su marca en todas las disciplinas, al punto de ser ellas la referencia sinónimo de su disciplina. La voz de la Agenda de la Mujer está cargada de verdades.

El trabajo de documentación del tema es cuidadoso, metódico y tiene enorme capacidad de orientación. Datos personales y colectivos y no se limita a las chicas que se lucen en el campo y la cancha, debido a que el deporte es un sistema mucho más amplio.

Inicia con el papel de las primeras cronistas deportivas, dando los ejemplos de Onfalia Morillo y Marcia Facundo, dos de las primeras que incidieron. Onfalia se definió por la narración deportiva por radio y televisión y la Facundo, periodista que estudió en la Escuela de Información Pública de la UASD, quien se orienta por el periodismo escrito.

La publicación traspasa las perspectivas de una publicación cuyo fin es utilitario. Es un recordatorio y laudatorio cotidiano que lleva el mensaje de fuerza, alegría, disciplina, fuerza, habilidad, constancia y sacrificio de las mujeres de alta competición deportiva.

Álvarez, en su editorial deja claro el objetivo: Cuestiona la deuda del Estado, deportivamente hablando, con las mujeres en cuanto a su empoderamiento y dirigencia femenina y plantea la necesidad de una nueva conceptualización del papel de la mujer en los deportes, al apuntar que el mundo deportivo esta masculinizado.

En el aspecto formal y funcional, la agenda es una joya: funcional gracias a su terminación fuerte en espira, (superando el viejo problema de las agendas que se rompen de tanto usarse al ser pegadas o grapadas).

La imagen de la portada es simbólica en la que  aplica un criterio de síntesis y sencillez (menos es más) para llevar un mensaje que hay que saber captar: la reina del ajedrez, sobre unos cuadros (escaques), solitaria.

Quienes no saben el significado de la pieza, su potencial de movilidad en el tablero (la pieza de mayor poder) y se encuentra sola en aquel tablero.  De ese detalle se pierde mucha gente, que solo la ve como una portada equilibrada, cargada de un melancólico color melón pálido.

La Agenda de la Mujer es una celebración social de un tema que pocas veces se resalta de este modo y  es una evidencia de buen arte editorial, que recomendamos vivamente a quienes puedan buscarla. Es una joya.