SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Era el viernes 12 de diciembre. Se había llamado Doña Elvira, a la casa de Doña Yolanda Naranjo.
Los ánimos estaban bien. Como siempre los correos electrónicos silentes hacían las formalidades del encuentro de la Logia del Pavo, cuyas reuniones anuales datan de hace casi 20 años.
La logia del Pavo es un ejemplo de tolerancia de las ideas. Intelectuales, científicos sociales, diplomáticos, críticos de artes, productores de radio, participan del manjar preciado: el Pavo a la Creole de Doña Elvira, quien religiosamente en diciembre se dedica a la creación de esa golosina gastronómica que une al grupo cada fin de año.
Las conversaciones son diversas, el humor se desborda, y se entiende entonces que la tolerancia, escuchar y respetar las ideas de los demás, es una práctica digna de ser ejecutada.
El sociólogo Wilfredo Lozano departía con Manuel Núñez, Julia Castillo y Ramonina Brea; ellas -dos siempre presentes- junto a María del Carmen Méndez Ruiz, daban el toque mixto que en la post modernidad debe tener toda Logia que se respete
Este año la Logia del Pavo se reunió en el Mesón de Bari, en la Ciudad Colonial. La segunda planta fue colmada de presencias importantes donde los invitados eran esperados a golpe de Oscar Peterson Trio y un chorro de música espectacular, con la ayuda del simpático Javier (para sus tercios Javier de Colombina).
Dave Brubeck atacaba en el piano algunas piezas de un álbum de navidad. La fuerza y la alegría de su piano atravesaban con sus pentagramas, como nubes, todas las conversaciones en todas las direcciones.
Había llegado el fin de año y una vez los “logieros paviles”, estaban preparados para su gran hazaña del medio día: degustar un pavo, que además había confesado que "tenía miedo".
Presentes estuvieron el Dr Guillermo Alfau, quien junto a Andrés L. Mateo, es fundador activo de la Logia del Pavo. El Embajador Néstor Cerón no fue con la reciente condecoración que le otorgó Costa Rica, pero se sabía bien que en el grupo alguien tenía en su pecho una condecoración. El Cerón es fundador dedicado de la Logia del Pavo. Se le acusa de activar desde fuera con correos la actividad cuando aparenta que no se llevará a cabo.
El sociólogo Wilfredo Lozano departía con Manuel Núñez, Julia Castillo y Ramonina Brea; ellas -dos siempre presentes- junto a María del Carmen Méndez Ruiz, daban el toque mixto que en la post modernidad debe tener toda Logia que se respete.
Aquello era inenarrable. Música. Cruces de mozos, y una tenue luz de vitral encandilado desde una ventana del Mesón de Bari, otrora asiento de la bohemia intelectual de los años 70, 80 y 90, liderada por el siempre inolvidable Tomás (+) López Ramos, Arnulfo Soto y Ramírez Conde (+), entre otros.
Sin embargo, curiosamente, era la primera vez que la Logia del Pavo se reunía en el Mesón, aquel ambiente bullía de amistad, mejor música y mejor fraternidad.
El Dr César Mella, comentaba con Carlos Francisco Elías (entre petromacorisanos te veas) en un rincón el tema de las Estrellas Orientales, las razones siquiátricas de sus derrotas. El Dr. Mella, sobre todo, trataba de convencer a Carlos Francisco de los motivos matemáticos y complejos por los cuales las Estrellas siempre pierden, aunque en sus colores reine la esperanza.
Sesuda conversación de series 23 abstraídos de las otras conversaciones, resolviendo el tema, además, con una flemática resignación guloya, de madre.
Diógenes Céspedes, recordaba la ausencia de Pedro Vergés, decía con pena que si Pedro llegaba tarde, hallaría cenizas de pavo y posiblemente la apanchada canción de Enerto Gil Olveras ("Pancho, Pancho López, chiquito pero matón") estaría en sus campases finales.
Cada generación trae otra generación. Este año Sandy Saviñon y Luiggi Ledesma, fueron los representantes de las nuevas generaciones, gente radio, Rap y Jazz. Ellos también estuvieron tan callados como el Ing Carlos Ginebra quien desde su esquina de fundador emeritus de la Logia miraba y sonreía. ¡Qué bella jornada de fin de año!
Así se resume esa jornada del viernes 12 de diciembre. Doña Elvira, una vez más, había logrado el milagro: el pavo del 2014, según consensus, había derrotado en sabor y punto picante a otros pavos ya pasados en el tiempo…
Gran Final: Julia Castillo, directora del Centro Cultural Perelló, tuvo la corazonada de que Rafael -Bullumba-Landestoy estaba en su casa. Se le buscó, y el maestro Bullumba Landestoy, en un happenig, compartió sonreído y lúcido con los invitados a la Logia del Pavo 2014.
Pasaba ya del mediodía, felices y risueños los logieros paviles abandonaron a contraluz el umbral del Mesón de Bari. Otros pavos tendrán miedo en el 2015… (CFE)