Taty Hernández Durán
Taty Hernández Durán

JARABACOA. Por diez contundentes razones, de funcionar como debería el país, toda la atención nacional cultural, ha debido estar puesta en el XVII Festival de Poesía de Montaña, realizado el fin de semana, realizado del viernes 15 a domingo 17 en el Centro Salesiano Dos Bosco, de Jarabacoa.

La primera es el reconocimiento que merece la Fundación Poesía de Montana, que funda y dirige la poeta Altagracia Hernández Duran, junto a un grupo de gestoras literarias jóvenes que apostaron por crear un evento que validara la poesía como acto máximo de la creación literaria en el mejor de los ambientes para ser: las frías y amigables montañas de Jarabacoa.

La segunda razón que movilizo hacia esa localidad a 76 poetas y decenas de lectores para celebrar la poesía es su dedicatoria al llamado del del Movimiento Poético Mundial que ha pedido utilizar la poesía como camino hacia la paz, la convivencia civilizada y la erradicación de todas las formas de violencia.

La tercera es la dedicatoria a un poema místico, cristiano y creativo en sus relativamente desconocidas aventuras poéticas: monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Obispo Emérito de Santiago, lo cual le hizo objeto del reconocimiento al Obispo Emérito de Santiago, presbítero y poeta tomando en cuenta sus méritos como líder religioso, intelectual y escritor y al conmemorarse el ochenta aniversario de su nacimiento.

La cuarta razón por la que ha sido crucial la celebración del XVII Festival de Poesía de la Montaña, es el triunfo de la constancia de sus organizadoras, y especialmente de Taty Hernández Durán, la figura líder del evento y quien ha optado por hacer carrera quedándose en su hermoso pueblo natal, en lugar de venir a la capital, ámbito en el que se supone hay mas condiciones de formación y proyección.

La quinta razón fue la presentación del poemario “Del otro lado de la selva de cemento”, del escritor jarabacoense Dionicio Hernández, un inspirado creador que deja sentir desde las montañas, el peso de su mensaje por medio de su arte.

La sexta razón fue el brillante conversatorio entre Pedro Antonio Valdez y la escritora local Luz María Abreu sobre su libro “Cazadoras de la noche”, de relatos breves. Luz María, socióloga y gestora institucional de la emancipación de las mujeres por muchos anos (desde Mude, primero, y desde CE-MUJER, puestos que cambio por el ambiente pueblerino y llano de su localidad natal

La séptima razón fue la Noche Bohemia con la participación de la Tertulia de Orlando, Florida y el cantautor Emmanuel Bretón.

La octava razón por la cual el XVI Festival de Poesía de Montaña fue la presencia en esas altas cumbres, para compartir su obra, de los poetas de las figuras poéticas de primer nivel que asistieron.

La novena razón fue el ejercicio del compartir la poesía con los jóvenes escolares de Jarabacoa, mediante talleres en escuelas y colegios, a los que acudieron como facilitadores: Rosa Francia Esquea, Luis Carvajal, Ramón Saba, Valentín Amaro y Alcedo Sánchez.

Y la décima y ultima razón, y a pesar de la escasa promoción que ha recibido en los medios, tomados por el espectáculo de la política y su hija bastarda, la politiquería, hasta ahora el Festival, es el hecho de que se haya podido realizar, aun sin eco nacional, aun sin titulares, aun sin despliegues en la televisión. Ese es su éxito. No otro.