SUITE DOMINICANA
Isadora Bruno es una mujer de la diversidad: su trayectoria toca desde lo artístico a lo empresarial y desde lo clásico a lo popular. Ha caminado el mundo junto a orquestas como la de Juan Luis Guerra, pero, además, enriquecido el repertorio coreográfico del país, creando para principales eventos y más allá de las fronteras.
Para esta ocasión trae esta “Suite” hecha de canciones que viven en el presente latinoamericano.
Lya y Luis bailan esa que dice: “…si tú no bailas conmigo, prefiero no bailar…” del grande: Juan Luis Guerra: mentor del cantautor con más “swing”, de la época, penosamente, ya sin los espléndidos “dreads” de cuando lo “descubrí” en CERTV, lanzando su “Calor Urbano”: Vicente García. Su Dulcito de Coco es interpretado por Rosa Lidia, Luis, Patricia, Sander, Nayely Chamorro, Steven y Jerry.
Dulce Suriel, Andy Palma, Yeira Genao y Moisés Batista, de la compañía ARMANDO VILLAMIL, bailan Al Sol de la Madrugada, de Yasser Tejeda. ¡Qué sonoridad tan interesante, la de este tipo!
Es una propuesta “muy a lo Isadora”, quien jamás renegaría de un género que fuese parte de su crecimiento: más bien será fiel a la gama de vanguardias que domina con toda libertad. Ha escogido música raíz y pambiche, pues sabe que cuando suena la tambora, no hay en el mundo quien se resista.
LA CULTURA, COMO LA SANGRE, PESA
“Será difícil escribir la historia de Yelidá un día cualquiera”, reza el último verso con que el poeta TOMÁS HERNÁNDEZ FRANCO concluye su visión poética del mulataje antillano y que inspira a Carlos Veitía para crear esta obra. ESPÍRITU DE MAR Y VIENTRE DE TIERRA
BIENVENIDO BUSTAMANTE, compositor, portador y orgullo de nuestra herencia cocola, nos legó ¡todo un cofre de joyas! Su CONCIERTO PARA SAXOFÓN Y ORQUESTA será el pilar que imprima el sello de la identidad a esta danza de carácter universal. Lo explica Gómez Sotolongo: “…cuando ella suena, suena… sobre todo si uno ha nacido por el Mar de las Antillas. Es una obra que se nos acomoda en el oído…”
La dramática “pugna” amorosa estrenada en 2012 por el BND, ahora pertenece a Ellos Orozco y Lya Gómez, comprometidos a superar las altas exigencias técnicas y artísticas de la propuesta. De Lya: desde su salida a escena, uno sabe que brillará una estrella. De Elios: hace rato he caído rendida a sus pies ¡Bravo, pareja! han complacido ¡con mucho! las expectativas de todos.
ISMELY: DESDE “HORA ZERO” A “NOCTURNO”
Son los 90. En el BCD florece una pujante generación de “relevo”, de la que despuntan tres “joyas”, a quienes tengo el privilegio de conocer justo en medio del montaje que las lanzará al ruedo como profesionales: Hora Zero. Las veo y vislumbro:
Helen González es la fuerte: temperamento estoico, excelente técnica y dispuesta a forjarse por ella misma, las condiciones de futura estrella. Triunfará en cualquier ámbito que escoja.
Isadora Bruno es “la del medio”: talentosa, de físico bien entrenado, más siempre en lucha tras “la línea clásica” y además medio temperamental (signo inequívoco de los sobresalientes).
Ismely Carrasco es la perfecta. Trajo “de nacimiento” las raras condiciones de “ballerina”: proporciones “áureas”, ágil, fuerte, flexible y además con tremenda gracia y sensibilidad artística. Solo la espera el futuro…
“Mucha agua bajo el puente” ha pasado, hasta que la invitación de Isadora nos devuelve a Ismely, convertida en adulta (ballerina ya lo era) y en maestra y ejecutiva del Festival Internacional de Ballet en Miami. Con la misma dulzura interpreta Nocturno en C Menor de Chopin: su creación en homenaje de la primera maestra es, sencillamente, el momento conmovedor de la noche.
GRAND FINALE: UN LLAMADO A LA CORDURA
La propuesta relevante de la noche es EQUILIBRIUM de Jonathan Castillo. Bien fundamentada: concepto, dramaturgia, arco de personajes, todo apuntando a un objetivo: establecer la postura moral del autor en contra de las distopías Muy bien.
La puesta en escena conserva “fórmulas” que nos maravillaron en las competencias de grupos urbanos. Sin embargo, la danza se aparta de aquel género rompedor, para acudir a otro “demasiado estructurado”, de canon clásico.
Amable lector: ruego su indulgencia si lo que sigue os parece insensatez, pues voy a uno solo:
“¡Hombre! Pero si ya tenías el lenguaje de tu DISCURSO APOCALÍPTICO: aquel desconcertante y PROVOCADOR que ustedes adquirieron casi por instinto. ¿Para qué acudes a pasos del BALLET? inventados cuando nadie sabía del átomo, mucho menos de gente con lentillas anti-UV, moviéndose por el planeta… ¡Ni en “attitudes”, ni en “puntillas”, eso de seguro!
Mucha exploración, un “chín” de desacato, “Cero” claudicar a lo pomposo y toda tu FE EN EL RIESGO, bastarán para la próxima.
Paciente lector: suya otra vez.
El vestuario espectacular de Sergia Arias, luce en los intérpretes: Jeffrie, Luis, Elios , Sander , Eury , Wilmer, Stevens , Karla, Rosa Lidia, Demi, Lya, Oona , Diana , Patricia y Anayilda Jáquez. Ellos brillan enérgicos, con sentido de pertenencia y de su colectivo, al ritmo de la edición musical apropiada.
El campo audiovisual (que debe funcionar como accesorio), un tanto a riesgo de “tragarse” a los artistas. Más el alucinante “universo de luces” logrado por el veterano HJALMAR GÓMEZ, es impecable
!Hey, artista!: creo que en algún lugar, por ese camino, es donde vas a ver a tu “pieza” convertirse en una “obra”. Lo sabrás cuando veas a la troupee poner en juego ¡hasta el alma! porque habrá abrazado tu meta de hacer arte trascendente.
