SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La familia Simó puso en circulación en el país el libro “La Música es un don: ¡Compártelo! Rita Simó y la Escuela de Música del Pueblo”, que resalta la labor de la fallecida pianista, maestra de música y fundadora de varios centros de enseñanza de estas artes en dos importantes ciudades de los Estados Unidos.

La primera edición del libro fue en 2014 en Chicago, de la autoría de Cynthia Willis Pinkerton, y en el 2021 en República Dominicana tuvo esta nueva impresión, traducida al español por Rosa Guillermina Valdez, bajo la coordinación de la familia Simó, y puede ser obtenida en el número telefónico 829-961-4264, por 350 pesos.

De acuerdo con el The Chicago Tribune, la Escuela de Música del Pueblo es una institución que sirve gratuitamente desde hace más de 40 años a jóvenes del barrio Uptown, uno de los vecindarios más pobres de esa ciudad, que ha logrado convertirse en una prioridad en la comunidad, incluso para los desposeídos, quienes se han envuelto “en ese proceso mágico que ejercita y desarrolla la creatividad humana”, dijo el influyente diario norteamericano.

La Escuela de Música del Pueblo fundada en 1976 por la pianista Rita Simó, nacida en San Francisco de Macorís e hija de Teodoro Simó y Knipping de Ana Isidra García, hermana de Francisco Simó Damirón, reconocido músico dominicano que recorrió el mundo junto a Negrito Chapuseaux y Sylvia de Grasse en el conjunto “Los Alegres Tres”. También era prima del gran músico sinfónico Manuel Simó, que dirigió la Sinfonía Nacional durante muchos años.

Rita cuenta en la nueva publicación que cuando tenía cuatro años, su padre la llevó a donde su sobrina Aura Celeste, hija de su hermana Beatriz y que ella aburrida de la comunicación de los mayores, se puso a explorar la casa y descubrió algo maravilloso, un piano de cual podría extraer sonidos musicales y quedó fascinada.

En la sala de la casa escucharon la melodía “La Cucaracha”, y Aura Celeste, quien era profesora de piano, le preguntó a ella donde había aprendido a tocar piano y ella dijo que no, que era la primera vez que veía un piano, entonces busco a su padre y le dijo “Teodoro, está claro que esta niña tiene un sentido musical innato, con tan buen oído debe tomar clases de piano y yo conozco la profesora adecuada: Aurora Betances”, así nació la carrera musical de Rita Simó.

Rita Simó, además de pianista, era profesora y catedrática, se graduó del Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, y fue premiada con una beca a la Julliard School en Nueva York, donde recibió sus títulos de licenciatura y maestría en piano, luego cursó un doctorado en piano de la Boston University School of the Arts, y fue profesora en la Julliard School, Rosary College (ahora Dominican University), Leslie College, y Emmanuel College.

Le fueron otorgados tres doctorados honoríficos por la Rosary College de River Forest, Illinois, el Columbia College de Chicago y del Saint Olaf College en Northfield Minnesota, e hizo publicaciones con las editoriales Summy Birchard y Paluch Publications.

En 1976 fundó la Escuela de Música del Pueblo (People’s Music School), ubicada en Uptown, un barrio multicultural y multiracial de Chicago, una escuela donde la educación musical es gratuita para niños y adultos, pero los estudiantes o sus papás contribuyen tres horas cada mes a variedad de funciones o proyectos de ese centro.

Simó se jubiló como directora ejecutiva de la People´s Music School en el 2001, pero sigue sirviendo en la junta directiva de la escuela, en la directiva de la Orquesta Sinfónica de Chicago, además de la Orquesta Cívica de Chicago. También fue miembro de las directivas de la Fundación Wieboldt, que apoya grupos que organizan sus barrios para el desarrollo y del Departamento de Asuntos Culturales de la Ciudad de Chicago.

Realizó presentaciones como solista y duetos de piano y conciertos de cámara en prestigiosos escenarios internacionales en Chicago, Boston, Cambridge, Detroit, Nueva York, Dubuque, Madison, Milwaukee, Ecuador y en Alemania.

Durante más de 25 años realizó conciertos en el Centro Cultural de Chicago, fue narradora de Pedro y el Lobo (bilingüe) para los músicos de viento de la Chicago Symphony Orchestra.