Pensar y decir Cielo Naranja evoca a cangrejitos rojos cruzando la antigua autopista de Las Américas, los anuncios lumínicos de Orange Crush, a los atardeceres de chichiguas y capuchines en el Monumento de Santiago despoblado de food trucks, la mejor yaroa la de aquí.
A las capas anaranjadas tintineando cascabeles en los disfraces de los diablos cojuelos cuando el carnaval era realmente baila en la calle de noche y de día y no el marketing VIP para consumo dominical.
No sé por qué me invade esta jodía nostalgia. ¿Qué tiene que ver todo lo de arriba con los festivales de libros Cielo Naranja que organiza el otro inacabable y contradictorio, extraño y cuerdero Miguel D. Mena alias Miguelín?
Los festivales de libros y amistad, como los define Miguelín, se iniciaron a principios de los 90s. Los primeros se realizaron en el cementerio de la Avenida Independencia, Casa de Teatro o en cualquier parque o esquina de la Zona.
El Santo y Antonio Lockward. D. Mena cuenta uno de los absurdos del inicio de los festivales. En el Palacio Consistorial, mientras el intelectual Antonio Lockward presentaba su libro se transmitía una película de El Santo, el mítico y popular luchador mexicano. Y parece que el absurdo es una de las propuestas. Forma parte del performance de esta manera de compartir, vender y comprar y poner a circular las novedades literarias del patio y el exterior.
Luego, el Parque Duarte a finales de los 90s se convirtió en el escenario de Cielo Naranja hasta que finalmente se asentó en el Parque de los Poetas (Pellerano).
“En el Parque de los Poetas encontramos mayor libertad de expresión y lo más importante, el colmado queda en la esquina para las cervezas”.
Poetas y libros en los colmados. El colmado es un referente esencial en los festivales de libros o veladas poéticas (suena decimonónico) en Santo Domingo. Uno llega a pensar que los colmados y bares han sido condescendientes con la cultura. De eso hay que escribir alguna vez.
Gleam Parls, el poeta y ahora funcionario de la cultura realiza puesta en escena como los Poetas en el Colmado, sin olvidar los Spoken Word del Hombrecito en el colmado de la Billini con Sánchez.
Otros poetas como Luis Reynaldo Pérez y la gente del Arañazo del también escritor Aléxei Tellerías utilizan diferentes espacios en teatros, parques y bares de la ciudad, especialmente la Zona Colonial.
Otros colmados de Cielo Naranja: el de Luis Días en Ciudad Nueva. “Lo más bellos era colocar los libros entre plátanos y escuchar la Suite Folclórica mientras la gente hojeaba libros”.
Miguelín hará una pausa con los Festivales Cielo Naranja. ¿Las razones? Él sabrá. Quizás vuelva en agosto.