El grabado artístico, medio vetusto de expresión visual nos provoca escribir. Es difícil, por no decir sorprendente, oír hablar sobre el grabado como medio formal expresivo, en el habitual ambiente artístico dominicano. Podemos verificarlo hojeando libros sobre arte dominicano, o escritos sobre nuestro acontecer plástico.
¿Razones?: desconocimiento, inopia educativa e investigativa, o exigua práctica de sus técnicas por los artistas dominicanos; pueden ser algunos de los variados factores a considerar, y que concurren para mantener en penumbra un arte tan antiguo como el hombre, ligado al proceso de divulgación de sus ideas. Es necesario mirar hacia atrás y hurgar en nuestro pasado histórico para recordar el trabajo gráfico de hombres que se entregaron a la labor que José Martí calificará como “la que más ha ayudado a la dignidad del hombre”. Y esto es así, porque la historia del grabado como proceso artístico, está intrínsecamente atado a la imprenta; ya que la impresión por medio de planchas de maderas entalladas, grabados en metal y procesos litográficos, fueron el gran salto que permitió la reproducción de impresos masivamente, haciéndolos accesibles a mayor número de personas. Finalidad similar a la que persigue el grabado artístico contemporáneo.
Dentro de los procesos gráficos, la xilografía fue el medio inicial utilizado por excelencia, para la reproducción de imágenes circulantes en el período de conquista y colonización realizada por los españoles. De esta etapa Rodriguez Demorizi, en su libro “Pintura y Escultura en Santo Domingo”, expresa: “Huelga apuntar los numerosos grabados de La Española que figuran en las Crónicas de Indias y de otras de los tiempos coloniales: Oviedo, Herrera, De Bry, Charlevoix, etc.”
La xilografía, como sistema de impresión, es el arte de realizar sobre la superficie plana de un taco de madera un dibujo, suprimiendo lo ajeno a él por medio de cortes o entalladuras realizadas con gubias, cuchillas o formones; con el fin de obtener, luego de su entintado, reproducciones de la misma sobre papel. Por extensión se llama también xilografía a cada una de las reproducciones que se realizan.
El historiador García Lluberes afirma que el primer impreso hecho en Santo Domingo, es una: “Novena: para implorar la protección de María Santísima, por medio de su imagen de Altagracia, realizada en la imprenta de Josef Blocquerest, ciudadano de origen francés que trajo una imprenta a finales del siglo XVIII. La estampa que aparece en esa Novena fue estampada en el 1800.
Nuestra historia esta enlazada por múltiples hechos al pueblo cubano, y la gráfica no escapa a esto. Tanto es así, que el primer grafista del que se tiene conocimiento en ese país lo fue Juan de Matas y Tejada, hijo de ciudadanos españoles, nacido en Santiago de los Caballeros (1790) y quien posteriormente realizara estudios en España. Éste emigra a Cuba, estableciendo el primer taller de impresión litográfica –impresión en la cual se parte de una matriz realizada sobre una piedra especial en la que se efectúa el grabado– en la ciudad de Santiago de Cuba, en el año 1823. Este acontecimiento es importante si se tiene en cuenta el papel que desempeñó un dominicano en el desarrollo de las artes gráficas cubanas. “Los trabajos presentados en 1823 fueron los primeros mostrados en Cuba, y probablemente en el resto del mundo hispanoamericano”. *(Revista “Gráfica Cubana”).
Otro grabador, de subrepticia estadía en nuestra isla y del cual tenemos que hacer mención, lo fue el francés Hippolyte Jean Baptiste Garneray, nacido en París en 1787 y llegado a nuestro suelo cuando su nave naufragó en la Batalla Naval de Bahía de Palenque en 1805. Durante su forzada estancia en Santo Domingo, realizó algunos grabados, siendo el más importante “Le naufrage”, el cual recuerda su indefectible llegada a nuestras costas.
El primer grabador de importancia que aparece en nuestra historia lo fue Domingo Echavarría, nacido en Santo Domingo a fines del siglo XVIII. Echavarría, pintor de escasos méritos, fue sin embargo nuestro primer xilógrafo, y entre sus estampas se pueden mencionar una que presenta la Villa de Santo Domingo en los días del terremoto de 1842 y una xilografía titulada: “General haitiano en marcha”; este último grabado, es una caricatura de las realizadas por él utilizando como medio básico de impresión la madera. Sus trabajos presentan una evidente deficiencia como artista y un burdo manejo de los instrumentos para las tallas, considerando las calidades que se pueden lograr en una xilografía ejecutada con destreza.
La obra de Samuel Hazard “Santo Domingo Past and Present”, exhibe en sus páginas una serie de bellas estampas realizadas xilográficamente. Los grabados que se muestran en el libro despliegan diversas vistas de nuestros campos y ciudades de la época, y que por el período de realización se inscribe dentro de los trabajos confeccionados por artistas extranjeros que vinieron con la Comisión Senatorial de los Estados Unidos de 1871, con motivo del fracasado intento anexionista a ese país del norte.
Finalmente, debemos referirnos a las ediciones del periódico “literario y artístico” dominicano “El Lápiz”, que desde su primer ejemplar del 18 de enero del 1891, destaca por las ilustraciones realizadas utilizando diversos medios del grabado, entre las que sobresalen xilografías, aguafuertes y fotograbados. De los realizadores de estas ilustraciones señalamos los trabajos de: Julio Pou, José C. Pérez, Ramón Frade, Mira, entre otros que aparecen en sus publicaciones.
Bibliografía:
La imprenta y los primeros periódicos de Santo Domingo. Demorizi; Emilio Rodríguez
Pintura y Escultura en Santo Domingo. Demorizi; Emilio Rodríguez
Caricatura y Dibujo en Santo Domingo. Demorizi; Emilio Rodríguez
Santo Domingo Past and Present. Hazard; Samuel