SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Compro las boletas que sobren”, grita un revendedor del mercado negro que transita de un lado a otro en la acera de la avenida 27 de Febrero y que ahora sirve como parqueo.

Faltando pocos minutos para las seis de la tarde, los jóvenes y adultos corrían por las calles dentro del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte para ocupar su espacio y disfrutar del segundo día del Festival Presidente 2014, esquivando mirar a los vendedores de chicles y golosinas, así como los cristianos que reparten pequeños tratados color verde que interrogan a quienes los reciben. ¿Sabes dónde vive la música? Pregunta el papel y a la vez que invita a llenar el vacío que quedará tras la última canción con el amor de Jesús.

“Boleta en mano”, dice un joven con cachucha negra y tshirt verde que orienta a quienes arriban al centro, auxiliado por decenas de miembros del Ejercito de República Dominicana, Policía Nacional y de la Dirección Nacional de Control de Drogas, artillados con escopetas.

Una hilera de guaguas multicolores y que delatan su procedencia, se esconde del moribundo sol bajo la sombra de los framboyanes. “A cincuenta los RedBull”, grita una chica morena y bajita que se contonea en dirección a la salida.

Alex Matos, Sexappeal, Chiquito Team Band y Yiyo Sarante entonaron el ritmo caribeño, emocionando a los amantes de la salsa, quienes por 40 minutos bailaron en sus asientos éxitos como “Amor Pefecto”, Mal o bien”, “Esta noche”, “Mañana mañana”, “A escondidas”, reuniendo en el escenario a los artistas para un cierre impecable de su presentación.

Los salseros dominicanos aseguraron que se integrarían para la formación de una nueva Fania All Star, mientras que los merengueros Héctor Acosta y Miriam Cruz dijeron sentirse motivados para crear un tema juntos, tras su colaboración en el Festival, cuyo montaje fue producido por René Brea.

La tarde se va vistiendo de negro, mientras un DJ mantiene el ánimo de los asistentes, que abarrotan el estadio.

Una voz anuncia el siguiente artista a ritmo de la tonadilla de la empresa organizadora del evento y de su buque insignia.

Héctor Acosta (El Torito) y Miriam Cruz.

A las 7:20, Héctor Acosta (El Torito) con “Llegó la morena”, encendió el escenario junto a la Diva del Merengue, Miriam Cruz, quien apareció en escena desde una plataforma oculta bajo la tarima, para cantar “Pobre de ella”, recibiendo gritos desenfrenados de los fanáticos, quienes no dudaron en entonar junto a los artistas sus canciones más famosas.

“La gente dominicana”, grita El Torito, “dominicano como Miranda”, concluye, recibiendo gritos desesperados de los asistentes, antes de interpretar “Yo sé que tú te vuelves loca conmigo” y “Cómo me curo”.

Mientras la soberana enloqueció a los asistentes con temas como “La loba” y “La guayaba podrida”, antes de cantar a dúo “Me voy”, haciendo una tregua en un duelo que llenó con creces las expectativas de los fanáticos.

De príncipes y jefes.

Una enorme R carmesí se ilumina en el escenario. A las 8:30 de la noche, las gradas se encontraban a reventar, contrario a la noche anterior, en la que la asistencia fue menor.

“Te robaré”, “Te me vas”, y “Corazón sin cara”, cantaba Prince Royce a un público que durante más de una hora coreó sus éxitos más populares, seduciendo a los presentes y recibiendo los gritos de las fanáticas al recorrer parte del escenario tocando a los fanáticos, mientras cantaba “Soy el mismo”, custodiado celosamente por los agentes de seguridad.

“Esta es una canción muy personal”, dice antes de sentarse al borde de la tarima para interpretar “Las cosas pequeñas”, y luego el hit que lo catapultó hasta la fama “Stand by me”, cerrando a las 9:40 con “Darte un beso”, que dejó a más de uno pidiendo un poco más del ídolo de la bachata juvenil.

“Oh… oh…”, corea la gente a ritmo de reguetón. Fuego y chispas se apoderan del escenario mientras que un equipo de bailarines termina de encender la presentación del astro de la música urbana, Daddy Yankee, quien demuestra por qué sigue siendo The Boss.

Sin perder tiempo, El Cangri aparece para interpretar “Gasolina”, éxito que le dio fama mundial, parte de un repertorio de 20 canciones, entre ellas “Rompe”, “Somos de calle”, “Pose”, celebrando los diez años de Barrio Fino, sorprendiendo la presentación de los artistas dominicanos Mozart La Para, Secreto, Cromo X y DJ Sammy, con quienes interpretó “Los bandoleros”, causando furor en el público.

No todo fue perfecto. Los periodistas se quedaron esperando a El Cangri, quien a último minuto decidió no participar en la rueda de prensa que se realizaría tras concluir su presentación en el Festival Presidente, mientras que Bruno Mars recibió críticas mixtas por su parecido al fenecido artista Michael Jackson, con quien ha sido comparado en múltiples ocasiones.

“Daddy Yankee es un movimiento… real”, dice, antes de compartir tarima con Prince Royce en un dúo arrebatador en el que interpretaron “Ven conmigo”, antes de rehacer la presentación de Wiper, con las luces de miles de celulares que iluminaron el estadio, entre flashes, a la vez que pide a los fanáticos hacerse un “selfie” con su acompañante, antes de entonar “Lo que pasó pasó” y “Mayor que yo”.

“Te quiero mucho”.

Bruno Mars cerró su gira Moonshine Jungle Tour en Santo Domingo.

El cielo se ilumina, seguido de decenas de detonaciones que arrebatan el aliento de los presentes. Rojo, azul, amarillo y púrpura opacan las estrellas en el firmamento, dando la bienvenida al ansiado espectáculo de Bruno Mars, quien cerraría su gira Moonshine Jungle Tour 2014 en el país.

A las 12:30, enormes cortinas bloquean la vista de un escenario ensombrecido que empieza a cobrar vida con el vibrante ritmo de “Moonshine”, del artista oriundo de Hawái, impactando a los fanáticos con una voz impecable, derrochando sensualidad y talento.

“Hola, Santo Domingo”, grita mientras da paso a una eufórica versión de “Natalie”, “Treasure” y “Money”, sin que diera respiro a los fanáticos, quienes coreaban las canciones sin descanso.

“Te quiero mucho”, grita, dando paso a una explosión ensordecedora de aplausos, alabanzas y silbidos.

Entonces, las luces se apagan unos instantes, antes de que el sonido de un piano con tono electrónico entonara la música de “When I was your man”, creando un océano de gritos estridentes y desmayos entre las jovencitas.

“Mira, mira, mira… tan gotiando”, dice uno de los periodistas que intenta captar el momento en el que los agentes de seguridad transportan a las asistentes en camillas por los callejones creados por el escenario.

“Granade” y “Just the way you are”, coronaron la presentación del artista, quien expresaba su cariño al público dominicano, dando gracias al Todopoderoso, elevando una despedida antes de desaparecer del escenario por unos minutos para interpretar “Locked out of Heaven” y “Gorillas”, cerrando con broche de oro, una noche llena de música que se extendió hasta las dos de la mañana.

El público se retira sin pedir más, exhausto y satisfecho. Poco a poco, las gradas quedan desnudas desde la cima hasta el fondo. Las calles dentro del Centro Olímpico depositan un caudal de personas en las avenidas que rodean el polideportivo.

El transito se vuelve pastoso mientras que miles de personas buscan la forma de retornar a sus hogares o continuar la fiesta. El estadio queda en silencio. El domingo, las gradas volverán a vibrar.