SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Desconozco cuantos presidentes de la Republica de un país latinoamericano hayan respondido por escrito a una carta en la cual un empleado cancelado por su administración, pero por suerte hemos encontrado uno que lo hizo, gracias a la fuerza testimonial del documento escrito.
El ciudadano que se quejó ante el presidente por haber sido cancelado se llama Gonzalo Diaz Castillo, y el primer mandatario que le responde es Juan Bosh: “Créame que me apena mucho que usted haya sido cancelado y a la vez me honra que haya pensado correctamente que la orden de su cancelación no partió de mi”. Esa fue la respuesta de Juan Bosch en carta a su firma enviada el 2 de mayo de 1963.
Ese presidente es quien le responde al entonces senador por Elías Pina, Osaídes Mor Oviedo, quien le escribió planteándole una larga relación de problemas que afectaban ese municipio, y a quien Bosch, con un sentido de visión practica, atenta y estratégica, le responde: “…con toda franqueza le digo que es absolutamente imposible atender todas las necesidades de Elías Pina, Bánica y Pedro Santana…? ¿Por qué no toma usted de cada municipio la necesidad más urgente y me las detalla en tres memorándums? Así me seria mas fácil concentrar la actividad de gobierno y tratar de encontrar los recursos para atender a un problema en casa punto”.
Es el mismo presidente, que en respuesta al planteamiento de Dona Casandra Damirón, maestra nacional del arte popular, a fin de que el gobierno le diera a la cultura nacional la importancia y proyección a la expresión folclórica que merecía a lo cual Bosch, le respondeel dos de mayo de 1963, con una enorme visión de estrategia educativa y de valoración de los patrimonios culturales nacionales: “Se están pasando a la Presidencia de la República, las estaciones de radio del gobierno, la Dirección de Deportes y la Dirección de Bellas Artes, movimientos que son parte de un plan de creación de un gran instrumento de propaganda cultural, y en ese plan general, tienen un papel muy importante los conjuntos folclóricos”.
El valor de los documentos es que descubren, a la luz de la historia, quien es y cómo es cada quien. Lo que ha quedado escrito es la relación confiable de la personalidad y la mentalidad de los hacedores de la historia.
Probablemente este libro que comentamos hoy, nos habría ahorrado muchos debates sobre la real personalidad de Juan Bosch, desdibujada a propósito y con malsanos fines, durante muchos años.
La imagen de Juan Bosch es uno de las más distorsionadas debido a los esfuerzos sostenidos de los sectores derechistas, golpistas y conservadores, que se esmeraron, y lograron en gran medida, proyectar una imagen de radicalismo, emocionalidad, izquierdismo y desorganización en sus desempeños personales y profesionales.
Bosch, con su irrupción en la política dominicana una vez ¿derrotado? el trujillismo, fue muy combatido por los sectores icónicos de poder, llegando a enfrentar criticas injustas e inmerecidas, haber tenido.
Este libro compilatorio de las comunicaciones el propio presidente y su secretario de Estado de la Presidencia, doctor Alejandro Jaar, permite mediante la fuerza muy concreta de lo escrito en las comunicaciones de ambos, quien era y como era Juan Bosch, dejando claro que se trataba de una personalidad responsable, con capacidad para ofrecer la respuesta precisa a cada cuestión planteada, a lo que agrega una humildad presidencial que hoy es solo un recuerdo, adosada de una responsabilidad personal enorme.
Los memorandos, oficios y sobre todo cartas, compilados dejan clara la imagen de un mandatario con una actitud a comunicarse directamente con el más humilde de los ciudadanos, como uno que le escribe por haber sido cancelado de la administración pública o al contestar a un senador de una provincia fronteriza que le enviar una extensa misiva exponiéndole “el estado de catástrofe social” de la localidad y que responde el Presidente, solicitándole que le presentara en tres memorandos, tres de los principales problemas con sugerencias del aporte que a la solución de ellos puede hacer la comunidad de origen para unir ese aporte con los recursos del Estado para enfrentar esas tres prioridades.
De modo similar, Bosch envía una respuesta a la maestra del arte musical popular Casandra Damirón, que le plantea se ofrezca trabajo a su grupo en la radio televisora oficial, obteniendo de Bosch una respuesta precisa y en perspectiva.
El Juan Bosch que responde cada carta, cada cuestión planteada, es – a la luz de estos documentos- una personalidad que se nos recién redescubre.
Elíades Acosta Matos, investigador cubano que ha premiado la Republica Dominicana con su trabajo desde el Archivo General de la Nación, que ha auspiciado decenas de investigaciones que nos han ayudado a clarificar nuestra historia.
El Archivo General de la Nación, que auspicio una puesta en circulación virtual de este libro, en la que participamos, ratifica su rol de entidad pública modelo, en la cual ha primado el criterio profesional de servicio y la salvaguarda del patrimonio documental nacional.