(A.M): En nuestros encuentros te mostré dos textos (recomendado por ti), el primero, forma parte de mi relectura de Hegel: Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1830) y que fue traducida por un filósofo que tú conoces, Ramón Valls Plana. Dicha obra, de acuerdo a este filósofo, constituye un trazado programático completo del sistema filosófico. Dice que” prescindiendo de comparaciones entre sus tres ediciones”(1817,1827 y 1830. A.M) la Enciclopedia de Hegel, es ya “el sistema” (2017:23). ¿Cómo considera usted esta concepción de Valls Plana, hasta el punto que escribió un libro (2018) de más de 660 páginas que se titula Comentario integral a la Enciclopedia de las ciencias filosóficas de Hegel (1830)? ¿Qué valoración tiene usted entorno a esta traducción en castellano y la única bilingüe?
(X.I): A Ramón Valls Plana lo conocí en un curso que dio en Nápoles con el título: La sangre teológica de Hegel. Dice Susan Sontag en un artículo: “La imaginación pornográfica” que Hegel inventó un lenguaje postreligioso. Bueno, no es lo mismo religión y teología, cierto. Pero me gustaría subrayar que con Hegel comienza una época nueva en filosofía (y en otras muchas cosas, como la historia, el derecho, el arte,…), también en la religión. Hegel inventó un lenguaje para hablar de la religión. Es la herencia de Fichte; el último Fichte acercó tanto la religión y la filosofía que ya sólo quedaba sacar las últimas consecuencias: es lo que hizo Hegel. Supera la religión y la teología y las devuelve a su origen, que no es otro que la vida. Hegel roba el secreto de la religión a la Academia celosa y se lo devuelve a los hombres, les devuelve la posibilidad de vivir de nuevo. Feuerbach lo entendió perfectamente. Con Hegel se acaban las concepciones religiosas que alejan la religión de la vida. Sartre y Derrida vincularán a Hegel con Genet: la filosofía pura y la vida pura: los extremos se acaban encontrando.
Valls Plana (que fue el fundador del Departamento de Filosofía de la Universidad del País Vasco, que es quien imparte un Máster en Santo Domingo) nos dejó un hermoso comentario (además de una traducción) de la Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas de Hegel. Este libro es un compendio del sistema de su filosofía que Hegel hizo para sus alumnos. Para Hegel la filosofía sólo podía hacerse en forma de sistema, como una obra de Beethoven sólo podía ser en forma de sistema. Romain Rolland cuenta que los compases de cada parte de las obras clásicas de Beethoven son casi matemáticamente iguales. Lo cual indica que la idea de sistema, de equilibrio entre las partes, de ordenación de las partes era fundamental para ellos. La Enciclopedia es la obra que recoge, en síntesis, el sistema filosófico de Hegel.
Valls Plana era un hegeliano exquisito. Además de esta obra le dedicó a Hegel un libro en el que comenta la Fenomenología del Espíritu de Hegel, un libro anterior al Sistema y que, en principio, estaba pensado como introducción al Sistema, aunque luego se alargó y quedó como un libro independiente.
Ortega y Gasset dice que Hegel es la madurez de Europa. Es preciso pasar por Hegel para lograr madurez en cultura en general. En mismo Nietzsche era un gran hegeliano, quizás el único que realmente entendió a Hegel (con Marx). Heidegger no entendió a Hegel. Horkheimer cuenta, en el último capítulo de su Crítica de la Razón Instrumental, que tras su muerte en Berlín como docente, las autoridades llamaron a Schelling para de algún modo remediar los estragos que había hecho Hegel entre sus discípulos. Porque Hegel puso a la filosofía por encima de la política. Como Nietzsche. Heidegger no.
(A.M): El texto de Vallas Plana fue editado por el filósofo Felix Duque, a quien conocí en el 2008, en Oviedo (España) y el cual deja plasmado en el prólogo , algunos encuentros y desencuentros con el autor, quien murió en el 2011. Leyendo este libro se puede uno dar cuenta que hay un estudio profundo de la filosofía de Hegel, y pinceladas críticas a su pensamiento. Va más allá de un simple comentario integral a la “Enciclopedia de las ciencias filosóficas” de Hegel y se coloca en una orientación en torno a la filosofía hegeliana. Tal como lo expresa, en cuánto a que es un sistema articulado en tres partes fundamentales “La ciencia de la lógica”, “La filosofía de la Naturaleza” y la filosofía del espíritu. ¿Considera el discurso filosófico de Vallas Plana hegeliano, aunque el mismo dice en esa obra que no? ¿Conocedor de este filósofo, él está más allá de Hegel?
(X.I): Valls Plana conocía muy bien a Hegel. Yo tuve ocasión de participar con él en varios congresos en Alemania y en España. Incluso fuimos vocales de la directiva de la Sociedad Española para los Estudios de la Filosofía de Hegel. Siempre lo consideré un gran maestro y aprendí mucho de él. Valls Plana es de esos autores que te abren, te ayudan a entender a los filósofos que comentan, en este caso a Hegel, lo cual no ocurre siempre, más bien es difícil encontrar libros que lo hagan. Mire, hay un autor alemán, del cual fui discípulo en Múnich, cuyo nombre en Dieter Henrich, el cual es un reconocido investigador sobre el Idealismo Alemán, especialmente sobre Kant y Hegel. Pues este autor dice que el que quería entender a Hegel se hallaba hasta hace poco sólo, es decir, la literatura sobre Hegel no valía para nada. Ahora, él se refería a sus libros, ya no estamos solos. Dejando de lado si tiene razón o no, lo cierto es que los libros de Valls Plana, son de esos escasos libros que realmente ayudan. Hans-Georg Gadamer, un conocido hermenéuta alemán, dijo en los años 60 que había que volver a “deletrear” (“buchstabieren”) a Hegel. Hay que volver a leer con detenimiento lo que realmente dice Hegel. Se han dicho tantas tonterías, más o menos malvadas, sobre él, que ya nadie sabe lo que realmente dijo Hegel. Es pues tiempo de leer lo que dice Hegel, sin prejuicios. Algo parecido ocurre con Marx. En definitiva, Valls Plana nos ayuda a entender lo que realmente dice Hegel.
(A.M): En el libro filosofía e inmanencia (2015), editado por ti, hay un trabajo que escribiste: “Inmanencia y Filosofía. Hegel: Lógica y Metafísica en Jena” donde se deja entrever, que mucho antes de escribir la “Enciclopedia de las ciencias filosóficas”, ya Hegel (desde el 1797 hasta1806, Frankfurt) estaba intentando dar la forma adecuada a sus sistema filosófico. Incluso cita la carta de 2 Noviembre de 1800 a Schelling, sobre cómo Hegel sentía la necesidad de trasformar su idea en un sistema, pero que de acuerdo a Rosenkrak, Norhl, Haym y Lasson, ya este tenía su sistema desarrollado. ¿Esta visión hegeliana, es muy distinta al discurso filosófico asumido por Vallas Plana? ¿La enciclopedia es la culminación de ese sistema?
(X.I): Sí, hoy sabemos claramente (antes no se sabía) cómo desarrolló Hegel su sistema. Esto ha quedado claro gracias a la investigación exhaustiva en torno a la publicación de la Edición Crítica de las obras de Hegel, un trabajo largo y arduo, que ha puesto en orden algunos escritos que antes estaban erróneamente datados. Hoy conocemos perfectamente el desarrollo de Hegel desde que llegó a Jena en 1801 hasta la publicación de la Fenomenología del Espíritu al final de su época en Jena. Es la época en que desarrolla su sistema, que sufre varias modificaciones hasta llegar a su forma definitiva. Cuando Hegel está a punto de llegar a Jena le escribe a Schelling la carta que citas, en la que le dice la filosofía sólo presentarse en forma de sistema. Esto quiera decir que una verdad sólo lo es dentro de un sistema, nunca fuera. Por ello el desarrollo del sistema es previo (filosóficamente) a la filosofía real. Lo cual significará para Hegel que la lógica con la se trabaja debe ser previa a lo demás. Es el plan del arquitecto, un plan que ya no lo tenemos delante por lo que debemos “deducirlo” de la obra mismo. Hay otra idea fundamental en esa carta. Hegel dice estar buscando una filosofía que reconcilie de nuevo la filosofía y la vida. Esta relación se habría perdido. Es decir, la vida debe ser la referencia que debe tener la filosofía, no el conocimiento como en las filosofías anteriores, ni el mundo. El concepto de vida añade un matiz que va a marcar todo el impulso de Hegel. Es lo maravilloso de Hegel. Hegel nos reconcilia con la vida, en toda su amplitud. Para ello no escamotea esfuerzos. Leer y releer a Hegel es un esfuerzo que siempre compensa con creces. Pero hay que aprender a leerlo, hay que tener paciencia. No siempre es fácil.